La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
La empresa que gestiona el Auditorio municipal Rocío Jurado comentó ayer que incluso planteará el derribo del edificio si éste no se reconvierte en pabellón multiusos. El responsable de la empresa TCM, Francisco Bustamante, explicó ayer a este periódico que la modificación del Auditorio en pabellón cubierto sería una "solución idónea" para mantener el edificio, legado de la Expo 92.
Los gastos del Auditorio son actualmente muy difíciles de sostener. El edificio tiene cortado el suministro de luz eléctrica y cuenta con un expediente abierto por Emasesa para el corte de agua. Ninguna de estas dos circunstancias, según el empresario, influyen en el normal funcionamiento de las instalaciones. La luz la genera un grupo electrógeno capaz de emitir 150.000 vatios. "La capacidad de los grupos electrógenos es mayor que la de la red, que suele sufrir subidas y bajadas de tensión que influyen en la calidad del sonido", explica Bustamante.
Unión Fenosa interrumpió el suministro eléctrico el pasado jueves. "He llamado a la empresa pero me lo coge una telefonista que está en Venezuela, que alega que mi contrato no les interesa", comentó el empresario que gestiona el Auditorio. Él asegura que tenía previsto rescindir el contrato con la compañía eléctrica: "Cada mes pago 5.000 euros de luz, se celebren o no espectáculos aquí. Prefiero utilizar un grupo electrógeno porque es más rentable, ya que el año pasado se celebraron diez eventos, para los que tuve que pagar de luz más de 60.000 euros".
Francisco Bustamante insistió ayer en dejar claro que la interrupción del suministro eléctrico no altera el funcionamiento del Auditorio. De hecho, está previsto un evento relacionado con los carnavales para el último fin de semana de febrero y la Agrupación Musical Virgen de los Reyes ofrecerá un concierto el 20 de marzo. Parte de los beneficios de este evento se destinará a Haití. "Cada vez que se celebra algo es el organizador del evento quien corre con los gastos de luz de los grupos electrógenos. Siempre utilizamos estos dispositivos porque son más fiables que la red eléctrica", insistió Bustamante. "Sobre el agua, podría decir que existen 23.000 expedientes de corte en Sevilla, pero yo no le debo un euro a Emasesa", añadió.
Otro asunto que genera unos gastos elevados es la seguridad. Cada noche intentan entrar a robar en el edificio, muy cerca del cual se levanta un asentamiento de inmigrantes de origen rumano, lo que obliga a la empresa a gastar alrededor de 12.000 euros mensuales en la vigilancia de las instalaciones.
El Auditorio es un edificio de titularidad municipal cuya gestión está en manos de la empresa TCM bajo la fórmula de la concesión administrativa por 30 años. "La renta es de 250.000 euros al año. No es lo más costoso. Lo peor es el mantenimiento", apuntó.
La clave para que el edificio sea rentable es la instalación de una cubierta que permita celebrar en el interior todo tipo de eventos: "Reformar esto es más barato que hacer un pabellón nuevo en Los Bermejales. Aquí caben hasta 10.000 personas y desde el suelo hasta el techo habría 22 metros de altura, casi el doble que San Pablo, que tiene 12, y más que el Palau Sant Jordi, que tiene 15. Pero es básico que se mantenga la acústica, porque debe seguir siendo un Auditorio".
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