La electricidad 'robada' en Sevilla equivale al consumo de Alcalá de Guadaíra en un año

Desde principios de año y hasta el mes de octubre, Endesa ha abierto 15.562 expedientes de fraude en la provincia de Sevilla, un 50% más que el mismo periodo del año anterior. Estos expedientes han generado una defraudación de 96 millones de kilovatios hora, equivalentes al consumo energético de una ciudad como Alcalá de Guadaira durante un año.

Según informó Endesa este miércoles, de esos expedientes, 127 están vinculados a plantaciones de marihuana. Es decir, se han detectado 3 plantaciones de marihuana a la semana en la provincia de Sevilla. Estas plantaciones indoor demandan energía las 24 horas del día los 365 días al año y cada una de ellas consume como si 80 viviendas demandaran a la vez energía sin parar.

Precisamente hasta el mes de octubre la energía defraudada por plantaciones de marihuana en Sevilla supone el 10% del total de la energía defraudada. Esta situación provoca la saturación de las redes eléctricas suponiendo un problema para la salud y seguridad de las personas que viven en estos entornos, que ven mermada la calidad de suministro eléctrico y se enfrentan a situaciones de peligro como electrocuciones o incendios al verse manipuladas las infraestructuras eléctricas.

“El fraude mata”, así de rotundo lo ha expresado el director general de Redes de Endesa, José María Revuelta quien apunta a la manipulación de las instalaciones eléctricas para prácticas como el cultivo de marihuana y la sobrecarga de la red de distribución por su consumo desorbitado como principal razón de los cortes de suministro que se registran en los barrios donde mayor concentración de plantaciones de marihuana hay.

En esta misma línea, el director general de Redes de Endesa ha explicado cómo en el momento en el que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado llevan a cabo actuaciones contra las plantaciones de marihuana el efecto en las redes de distribución es inmediato con un descenso de las incidencias. Un ejemplo claro de esto es el efecto que ha tenido la Operación Vulcano de la Policía Nacional en el barrio de Las Tres Mil Viviendas de Sevilla en respuesta a los tiroteos con armas de fuego AK-47. Tras la incautación de plantaciones de marihuana por la Policía nacional, en la zona se registró un descenso en la carga de los centros de transformación de un 40% en algunos casos, y gracias a ese descenso, las incidencias disminuyeron un 47% en los seis centros de transformación más afectados por sobrecarga de la red.  

La causa y el efecto de la marihuana en las redes de distribución está intrínsicamente ligado, las plantaciones de marihuana son la causa que provoca sobrecarga en la red que deriva en cortes de suministro y afecta no solo a la compañía y a sus trabajadores, sino también y sobre todo a los clientes que tienen contrato de suministro en vigor. Estos se encuentran con problemas en el suministro no causados por falta de energía, sino por exceso de demanda energética fraudulenta, y con instalaciones manipuladas que pueden suponer un peligro para la seguridad de las personas.

De hecho, los centros de transformación afectados por sobrecarga derivada del cultivo de marihuana registran una demanda que está muy por encima de la que se consideraría normal en base a los clientes que tienen contrato en vigor. En el gráfico que aparece a continuación se registra la demanda de un centro de transformación con fraude masivo, al tener solo 250 clientes y capacidad para 1.400. Ese mismo gráfico muestra cómo la demanda se reduce hasta en un 40% el día que se hace la intervención de las fuerzas de seguridad (el 15 de octubre en la zona de las Tres Mil viviendas) y se requisan plantaciones de marihuana. En ese momento la demanda del centro de transformación se reduce al eliminarse la derivada de las plantaciones, lo que provoca también un descenso de las incidencias de 47%.

En el caso de Sevilla, este problema se detecta sobre todo en zonas como Polígono Sur o Torreblanca donde en los últimos años se han registrados numerosos casos de incendios y electrocuciones vinculados a la manipulación de las instalaciones eléctricas.

A esto se suma el aumento de violencia en estas zonas, donde actúan mafias organizadas como ha quedado patente tras las imágenes con armas de guerra que recientemente se han podido ver en zonas con alta tasa de plantaciones de marihuana.