Marina Rosales: El progreso pide paso en el Labradores

"Hay socios que demandan cambios en el club". Esta es la razón por la que Marina Rosales, tercera generación familiar en el Círculo de Labradores, se ha decidido a encabezar una candidatura para presidir la entidad. Rivaliza con Benito Mateos-Nevado, tesorero los últimos ocho años, por el cargo máximo en las elecciones de la asamblea general del próximo 4 de diciembre. Si Rosales ganara, sería la primera presidenta de una institución con más de siglo y medio de historia. Y en la que las mujeres no tenían los mismos privilegios que los hombres hasta la entrada del siglo XXI. "Las mujeres luchamos contra muchos techos de cristal y el Labradores era un ejemplo de ello", asegura Covadonga Sánchez, apoyo fundamental de la aspirante a presidenta y que aún ve a la entidad como "excesivamente tradicional en algunos aspectos".

Precisamente, ella quiere continuar con el proceso de modernización del club, pues cree que son "parte de la evolución de un club que cambia más lento que la sociedad actual". No obstante, y a pesar de que la representación femenina en las juntas directivas del club "ha sido mínima", asegura que si proyecto "va más allá de los géneros y se basa en un equipo de profesionales que quieren mejorar al Labradores poniendo al socio en el centro".

El programa de la candidatura encabezada por Rosales, llamada RCL 5.0, parte de doce premisas que abarcan todo el espectro demográfico del club. Desde los más pequeños, que tendrían una ludoteca bilingüe, a los más veteranos, que formarían la Red +70 años "para aprovechar la experiencia de los mayores", tal como indica Sánchez. Además de estas novedosas medidas, se incluyen otras peticiones de muchos socios como la revisión de la cuota de acceso para los hijos de socio con 22 años o la climatización de la piscina. Un asunto en el que Sánchez, socia e hija de socio, aprovecha para recordar que "el club tenía un equipo de natación y se hacía la prueba de las 24 horas".

La aspirante a presidenta, Marina Rosales, que ya formó parte de la candidatura de Manuel Sillero hace cuatro años, quiere "actualizar el club manteniendo su idiosincrasia". Para ello, se ha rodeado de un grupo de profesionales de distinta índole que comparten con ella el deseo de cambio. Por ejemplo, la reestructuración de las instalaciones deportivas que, en palabras de Sánchez, se ha basado en "mejorar lo que había sin hacer una replanteación del espacio". A esto le suma otros aspectos como la falta de sombra en el área de piscina o la mala calidad del césped de la misma zona, muy utilizada en los meses veraniegos por cientos de socios. Estos cambios quieren, además, que se hagan "contando con los socios tanto para decidir como para hacerlos". Creen que "dentro del club hay suficientes profesionales a los que darle la oportunidad para llevar a cabo nuevas actividades y obras".

No obstante, ven este proceso electoral en el club con optimismo y como otro paso más de supervisión a aquellos que han gobernado: "Ganemos o perdamos, va a ganar el club". Y si vencen, piensan basar su presidencia en cuatro pilares: "transparencia, honestidad, lealtad y responsabilidad", finalizan ambas.