Un día en el economato de la Fundación Casco Antiguo: "Tuve que dejar de pagar facturas, pero comer tenía que comer"
Sociedad | De las colas del hambre a las colas del supermercado
Los beneficiarios llegan a este local de la calle Narciso Bonaplata a través de las 42 hermandades y dos instituciones locales que conforman el patronato
Se da servicio a más de 600 familias al mes y sólo pagan el 25% del precio final de los productos
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Alicia tiene 63 años y está muy cerca de la jubilación. Sobrevive junto su hijo con un sueldo de 400 euros que recibe como camarera de hogar. Con él paga los gastos de una vivienda que adquirió en propiedad cuando "la vida era más barata", afirma. Desde el pasado septiembre acude un jueves de cada mes al Economato Social de la Fundación Benéfico-Asistencial Casco Antiguo en la calle Narciso Bonaplata para hacer la compra. Alicia es su nombre ficticio, pero su historia es muy real.
"Estoy esperando a cumplir los 65 años para cobrar la jubilación, una cuantía algo más decente. Tengo conmigo en casa a mi hijo que está en el paro y a veces vienen mis nietos. No llegamos", cuenta a la carrera a la salida del local cargada de bolsas. "Compro lo básico pasta, arroz, aceite, carne, leche, algunas conservas... Todo muy básico, pero con lo que sé que comemos bien", apostilla.
La cuesta de enero pesa. Son algo más de la siete de la tarde de un martes o jueves cualquier del primer mes del año. Son los días que esta disponible este economato. Lleva poco una media hora abierto y a sus puertas continúan las colas. Uno de los voluntarios da un ticket con un número a los que allí aguardan. Entran de siete en siete. Esperan que su número salga en el luminoso de la entrada, entregan su cartilla de beneficiario y, a partir de ahí, todo funciona como un supermercado al uso. Salvo en los precios. Aquí sólo se paga el 25% del costo final del producto, ya que el 75% restante lo abonan entre las 42 hermandades y dos instituciones de la ciudad que conforman el patronato de la Fundación. "Este método persigue que el beneficiario o familia, por un lado, no vea devaluada su autoestima y, por otra, aprecie o valore la ayuda y el trabajo que se realiza para cumplir los fines de esta fundación", explica su presidente, José Luis Caballero.
No hay perfil
En la cola se ven todo tipo de perfiles. Tres golpes son demasiado. La crisis económica de 2008, la pandemia de 2020 y la inflación de 2022 han supuesto un fuerte varapalo para quienes vivían en situación vulnerable o cerca de ella. "El perfil ha cambiado mucho desde que se puso en marcha este economato en el año 2000, al igual que ha evolucionado la sociedad sevillana, víctima de los vaivenes económicos, pandemias, crisis financieras e inmobiliarias, y un largo etcétera de circunstancias que nos han afectado en la mayoría de los casos para mal. Variando la situación económica de casi todas las familias, en paralelo y complementariamente, estos también han evolucionado, llegando a perfiles de la sociedad de clase media, que tienen dificultades para llegar al final del mes", explica Caballero.
Entre ellos, los hay que acuden en familia. Es el caso de José Antonio, también nombre ficticio. "Hoy no tenía con quien dejar a la niña y me la he traído", dice. La menor se esconde tímida detrás de él mientras aguardan su turno. Mientras esperan, el hombre explica que nunca ha vivido holgadamente. Trabajaba como albañil y, aunque reconoce que no tenía un gran sueldo, con eso y lo que sacaba su mujer limpiando casas se iban apañando, pero se quedó en paro hace un año. Lleva seis meses divorciado y, aunque ha encadenado varios trabajos temporales, actualmente no tiene empleo. "Encontré en la hermandad de mi barrio esta oportunidad", dice. Muestra su cartilla. Tiene asignados 20 euros.
"Es cantidad suficiente para comprar aquí. Yo me llevo lo imprescindible, sobre todo lo que necesita la niña cuando está conmigo, porque los mayores podemos aguantarnos si no hay de algo, pero ellos no, ellos no se merecen pasar por estas situaciones", recalca el hombre. "No tener para darle de comer a tus hijos es lo más triste del mundo", recalca.
En el interior del economato, los pequeños carteles blancos sobre el aceite, la carne, la leche o los pañales anuncian precios que en la mayoría de las ocasiones no llegan al euro o lo superan por pocos céntimos. Un grupo de media docena de personas de todas las edades controlan los accesos y reponen las estanterías. Entre ellos se encuentra Antonio. Hoy es voluntario, pero reconoce abiertamente que llegó a este economato hace nueve años como beneficiario. "Me quedé en el paro y no tenía absolutamente ningún tipo de ingresos. Desesperado acudí a la hermandad de mi barrio y me enteré de que tenían un programa por el que podía acceder a este economato y me han estado ayudando aquí durante mucho tiempo", explica.
Su situación económica le llevó a renunciar a pagar facturas, pero comer tenía que comer. "Tuve que dejar de pagar algunas cosas, pero la comida era algo que tenía que hacer. Gracias a la ayuda que recibí aquí pude cubrir esa necesidad básica y empezar a salir adelante", dice y matiza: "estuve el tiempo que de verdad me hizo mucha falta". Ahora, acude cada martes y jueves, pero con una clara misión. "Ayudar al que ahora lo necesita como yo lo necesité yo antes", recalca. "Me gusta lo que se hace aquí, me parece una cosa muy positiva, de mucho valor, y yo quise aportar mi granito de arena", sostiene.
Aquí todo el mundo paga, más barato sí, pero no se entrega nada gratis. Pese a ello, estar en esta cola, es algo en lo que nadie quiere verse. Lo explica Antonio. "Al principio sientes vergüenza, te cuesta verte aquí porque sabes que es un recurso al que tienes que recurrir en una situación extrema. Te sientes un poco desplazado de la sociedad sólo por el hecho de no ir a comprar donde lo hace todo el mundo o donde lo hacías antes, pero luego ya lo vas superando y ves que no es para tanto. Es un supermercado en el que haces tu compra, pero ésta está subvencionada y pagas menos que en otros establecimientos. Hoy me hace falta a mí y mañana le puede hacer falta a otro", afirma.
Más de 600 beneficiarios al mes
Como ellos, cada año pasan por estas instalaciones en torno a 6.000 familias. En concreto, en 2022, fueron 6.758, lo que arroja unos 615 beneficiarios de media al mes. Además, desde este economato se atiende mensualmente a 15 conventos y seis instituciones religiosas.
El método de esta asistencia consiste en que, previo estudio de las circunstancias personales documentadas por medio de un carné, cada Hermandad envía a las personas que requieren ayuda alimentaria a las distintas familias acogidas.
El uso de esa especie de tarjetas solidarias que entregan las hermandades a sus beneficiarios permiten a las familias elegir los alimentos que quieren: "No es como en un comedor, que tiene un menú cerrado, o una bolsa de comida, que suele contener siempre lo mismo: arroz, pasta, legumbres", dice José Luis Caballero. Con este formato, tienen acceso a productos que ellos mismos pueden elegir, mejorando así no solo la calidad de su alimentación, sino su autonomía y autoestima.
Los alimentos se obtienen mediante compras a grandes superficies o proveedores como haría cualquier otro establecimiento. "Intentamos con algunas marcas firmar convenios de colaboración y algunas nos donan productos, pero para nosotros es más importantes que nos bajen el precio porque eso repercute luego en el que los beneficiarios lo podrán comprar más barato. Aún así, si nos regalan algo, nosotros también lo regalamos", indica Caballero. El día de la visita de este periódico es un ejemplo. Nadie sale de local sin su bote de garbanzos con espinacas.
Otro detalle que resalta el presidente de la Fundación es que, en su labor benéfica, no se entiende ni de razas, ni de religiones, ni de culturas. "Aquí se ayuda a todo el mundo que lo necesita" dice. "Las distintas diputaciones de caridad de cada hermandad, e instituciones que componen el patronato de esta Fundación, conscientes de la realidad imperante en nuestra ciudad y pese a pertenecer a la Iglesia Católica, no tienen en cuenta ni la creencia religiosa, ni el color de piel, ni su origen a la hora de asignar una ayuda a un beneficiario. Nos motiva ayudar y contribuir con nuestro granito de arena para hacer la vida más fácil a aquellos que nos lo piden o reclaman", apostilla. Esto implica que la oferta se intente adaptar a las necesidades de cada uno. "Tenemos en cuenta las culturas de nuestros beneficiarios porque hay muchos inmigrantes e intentamos llegar a todo", afirma.
No menos importante es que puedan decidir sobre sus útiles de aseo. "Escoger el champú o la pasta de dientes es algo muy personal. Poder elegir parece una tontería, pero, en realidad, ayuda mucho a las personas. Al final, hay mucha caridad en los pequeños detalles", apunta uno de los voluntarios.
Los voluntarios
Y es que, este centro funciona exclusivamente con voluntarios. "Todo, desde la administración del economato y de la propia fundación, asesoría jurídica, gerencia, llevanza de las compras con los distintos proveedores, coordinación de voluntarios y los propios servicios del economato, están prestados por personal voluntario de las distintas hermandades que participan en las diferentes áreas de nuestra obra social. Estas áreas incluyen las del almacén, carga y descarga, reposición, cajas, mantenimiento, limpieza, recepción de beneficiarios", explica Caballero. En total, el economato funciona a través de la voluntariedad de 122 personas desarrollan una media de 5.942 horas durante once meses (el local cierra en agosto).
Caballero pone el énfasis en lo importante que es la labor de este economato en la sociedad sevillana con números. El funcionamiento económico del de la fundación está dividido en dos grandes parcelas, el funcionamiento del economato y el funcionamiento de la fundación. Esto arroja unos ingresos totales de 506.170,88 euros, de los cuales 391.478,16 los aportan las 42 hermandades y las 2 instituciones y 114.692,72 euros lo ponen los beneficiarios con sus compras, frente a unos gastos totales de 505.415,69 euros. "Son números demoledores y me atrevo a decir que si tuviéramos dos millones de euros de presupuesto, dos millones que nos podríamos gastar tranquilamente. Esto hace probablemente que sea la acción social más grande y de más envergadura que se hace conjuntamente desde el mundo de las hermandades en esta ciudad", concluye.
Tres golpes son demasiados: más trabajadores y jóvenes en las colas del hambre
https://cadenaser.com/murcia/2022/11/30/sobrevivo-con-400-al-mes-el-testimonio-de-andres-un-usuario-del-economato-de-caritas-lorca-radio-lorca/
https://www.vice.com/es/article/9k43x8/vivir-en-la-pobreza-espana
https://www.diariodeleon.es/opinion/cartas-al-director/121111/538375/vivir-400-euros.html
https://www.diariosur.es/accion-solidaria/economato-alivio-tiempos-accion-solidaria-20220731000500-nt.html
https://www.malagahoy.es/malaga/Afremar-solidaridad-Palo_0_1792621116.html
https://www.epe.es/es/sociedad/20240108/personas-necesidades-donaciones-inflacion-colas-hambre-sin-leche-aceite-96532364
https://alfayomega.es/de-las-colas-del-hambre-a-la-cola-del-supermercado/
Tiene dos días de apertura que son los martes y los jueves por la tarde de 6 a 8:30, siempre que haya cola y siempre que haya gente se lo tenderá, se aprende, se atiende a los beneficiarios.
Esto es una fundación que está compuesta por 42 hermandades y dos entidades religiosas cada hermandad en sus distintas diputaciones o vocalías de caridad tiene una serie de personas a las que necesitan o a las que prestan cierta ayuda que son los beneficiarios. Ellos, le dan una cartilla y la Fundación lo que hace realmente es un servicio a esas 42 hermandades de la de los beneficiarios que nos envían para que venga.
El funcionamiento luego es un supermercado exactamente igual los precios se sacan del precio de costo del producto, no del pvp, sino el precio de costo del producto que nos cuesta a nosotros, el 25% lo paga el beneficiario y el 75 la hermandad.
Desafortunadamente las medias suelen estar entre 700 y 800 familias al mes
El estudio del beneficiario a la hora de darle la ayuda la hace directamente la propia hermandad a través de su diputación de calidad, pero lo que se le pide aquí principalmente de documentación suele ser su documentación identificativa, lógicamente, y el padrón, para que no haya varios beneficiados dentro de la misma unidad familiar y un certificado de ingreso que no significa que no tengan que cobrar para ser beneficiario de aquí.
En el año 2000 cuando empezamos casi el perfil del beneficiario era un perfil muy bajo, un perfil de inmigrantes, de los barrios más conflictivos que había en Sevilla, y ha ido evolucionando desafortunadamente, a través de las crisis económicas de la pandemia y una serie de cosas que nos han ido pasando todos, que además nos ha afectado a mal a la sociedad sevillana, pues hemos pasado de ese perfil a perfil de personas normales y corriente que no llegan al final para comer. A través de esas hermandades, le están iniciando una manilla porque esto no no significa que te vaya a solucionarme en la comida, pero sí que te da un buen empujoncito para poder aguantar todo el mes.
Son productos básicos, aquí no puede venir una persona a comprar artículos de lujo por llamarlo de alguna manera, lógicamente se trata de una al tratarse de una acción social de entre comillas de urgencias. Estamos hablando siempre de productos básicos que son los que tú te llevarías a la hora de elegir en tu cesta de compra que es lo que puedes comprar, pues cuantito menos dinero habitualmente tiene esa persona, pues la sexta tiende a ser los productos más básicos posibles, entonces lógicamente aquí lo que le echamos la mano en los productos básicos. Verás que hay a lo mejor alguna Coca-Cola algún plan algún cosa pero porque es que hay familias que tienen sus hijos y yo que sé que ponerle una coca cola al niño tampoco pasa nada y está creo que está a 0, 30 euros, pero lógicamente donde incidimos en el tema de los proveedores para el tema de la compra de productos y todo ese tipo de cosas es en los productos básicos sobre todo carnes pescado lácteos, los aceites, la droguería, el tema de los pañales de los niños o las leches lactantes que son muy caras en la calle y aquí, pues lógicamente puede encontrárselo a un 75% más barato, pues le echamos una manilla.
Funciona exclusivamente con voluntarios. Todo desde lo que es el funcionamiento en si administrativo de la Fundación abogado, los que llevan los papeles, los que llevan la contabilidad, asesoría, todo eso todo ese tema son a través de personas voluntarias que bien o son pertenecientes las hemandades y vienen aquí voluntariamente a trabajar a echar unas horas por los demás no después están el cuerpo de voluntarios, que son los que realmente ejecutan el proyecto, que son los que son vienen aquí los reponedores, los que limpian por la mañana, los que atienden aquí en la entrada de los cajeros a los que van ayudando a todas las personas, porque algunas personas vienen o bien por por problemas físicos por problemas psíquico se le echó una manilla a la hora de comprar de sumarle las cosas y toda la historia
El local es alquilado por la Fundación.
Ha cambiado el perfil, de hecho después de la pandemia y durante la pandemia, que estuvimos abierto porque desafortunadamente estas personas, no tienen habitualmente, no tiene ningún tipo de recurso. Si nosotros hubiéramos cerrado la pandemia, hubiéramos dejado casi las siete mil o las 6.000 familias que acogimos el año pasado a través de 122 voluntarios. Como ha aumentado la carencia de los productos si ha una familia de cuatro miembros antes se les daba 20 euros, que con ello se hace una compra medio buena, ahora se dan 25.
Un carro de la compra, con 15 o 20 euros lo llenan con todo los básico, con su carne, su pescado, sus congelados, su chacina, con su parte de droguería, un poquito de aceite un poquito, de leche todo eso perfectamente lo puedes rellenar.
La Fundación el fin es exclusivamente la explotación de un economato social. Los números los números que manejamos son y muy muy muy muy importante porque estamos hablando, estamos hablando de unos ingresos de funcionamiento y unos totales de casi 500 y pico mil de euros, lo que tenemos de presupuesto, aunque es una es una acción social. Yo creo que es la más grande que se hace en Sevilla por parte de las hermandades y cuántos
Beneficiarios en el 2022 hemos atendido 6.758 familias por año que viene hace unos 600 porque esto esto es estos son los 11 meses que está abierto que está abierta la economía de agosto cierra en 11 meses se ha aprendido hace 1758 familias beneficiarias. Esto lo han sido 122 voluntarios. Yo de todas maneras si después me deja un correo.
Voluntarios han desarrollado 5.942 horas durante 11 meses y de hecho la última reunión del Patronato de la Fundación yo manifesté, que creo que ya no es el momento de que a mi izquierda no sepa lo de la derecha, creo que Sevilla debería saber el proyecto que se está haciendo aquí completamente. Creo que es interesante tanto las diputaciones que son los que nos envía realmente los beneficiarios como todo pese, a que esto lógicamente una aunque es una entidad sin ánimo de lucro, una fundación, pero está compuesta por la gente católica gente que creyente y entre que está metida en sus hermandades y en sus cosas no, pero a la hora de asignar el Castilla la beneficiarios.
No se mira, por supuesto ni el color ni las razas, ni su creencia ni nada de hecho el 15% o el 20% de lo que hay ahí ahora mismo suelen ser principalmente marroquíes. Al extremo que hemos tenido que comprar típicos productos de su consumo, si son islamistas no comen
Hemos tenido que cambiar bueno y por supuesto yo no habitualmente si son islamistas no cogen, vamos, son no cogen carne de cerdo ni nada de eso entonces a la hora de hacer los pedidos.
grandes superficies que venden a superficies como nosotros pues aparte poder intentamos siempre con algunas marcas y algunas cosas pues firmar convenios de colaboración. Sí es verdad que todos los productos que nos regalan los que nos regalan los regalamos aquí nosotros hemos podido hemos visto y ahora que nos han regalado unos garbanzos entonces eso lo regalamos nosotros pero sí es verdad que por ejemplo hay marcas que que no nos interesa que nos regale preferimos que no va a parar el precio a la hora de nosotros comprar y porque solo al final lo que estamos es siempre repercutiendo en favor del beneficiario significa que es más barato que es más baratito todavía lo que pueda comprar.
Te digo sinceramente que si te hubiéramos dos millones de euros de presupuesto, dos millones de euros que nos podríamos gastar tranquilamente. Es una parte de las obras sociales que hace cada una de las hermandades cada una de sus hermanas de las hermandades a su vez tiene su propia caja su propia bolsa de calidad que hace sus acciones correspondientes, sino que esta es una parte correspondiente de una de esas preguntas con las 42 hermanas se hace, se puede conseguir una acción que de otra forma sería más complicada hacerla particularmente con una con una con una bolsa cálida sola.
Lo tenemos repartidos las hermandades en dos quincenas, la primera quincena la segunda quincena, entonces para la primera quincena los que son de primera quincena pueden venir los martes y los jueves cualquier día los habitualmente ya en función de cuando pagan los paros y cuando pagan las ayudas y todo ese tipo de cosas, pues suele venir una afluencia de gente mayor lo que sí es verdad que nosotros tenemos para no desabastecer el supermercado hay veces, por ejemplo.
Te he comentado que cerramos en julio, le dan el doble para que pueda mantener un poquito durante el verano. Entonces al darle el doble tiene que venir dos veces a comprar porque no pueden comprarlo todo una vez hasta 30 euros pueden comprar por compra porque si no, si no hay que tener los últimos se pueden encontrar.
Hemos convertido lo que era la sala de juntas en supermercado, el numero se lo dan en la cola, sale el numero, entran de siete en siete, se comprueban las cartillas de que estén correctos de todo para
Ahí va saliendo el número y van entrando y en cuanto de cuánto en cuanto entran entrantes con el tema de la pandemia. Las antiguamente también se restringió un poquito porque lo que no puede ser es que vengan como ven en todo el sopetón.
Lo que hacemos es restringir un poco poco a poco que vayan entrando hay gente que se presentaba aquí a la 1 a las dos de la tarde, que ya abrimos a las 6:30, que estoy aquí, no es que no vaya a seguir nada, no preocuparse que es que realmente los productos son los mismos que entra el aceite el que entra a las 8:30 y el que entra al que viene a partir de las 7:30 prácticamente tenía que guarda cola viene y entran a comprar.
El perfil que yo he visto anteriormente.
Que es verdad que hay hay también hay hermandades que mandan a sus voluntarios a hacerle las compras porque son tan mayores que ni siquiera pueden venir también, vale? Bueno, pues no sé si podría hablar finalmente con alguien, a ver si encontramos a alguien que
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