Los dueños de un piso ocupado en el centro de Sevilla recuperan su vivienda casi dos años después
Los hermanos Román vuelven a disfrutar del piso que heredaron de su padre en la calle Monsalves tras 23 meses de pleitos
Uno de los propietarios cree que se debe endurecer el castigo a la ocupación de pisos y que los procedimientos sean rápidos
El okupa intentó el fin de semana meterse en otro piso del mismo bloque y fue detenido por la Policía Local
Los hermanos Román, dueños de un piso ocupado en el centro de Sevilla, recuperaron este lunes su vivienda tras casi dos años sin poder acceder a ella. Durante este tiempo, el okupa que se metió en su casa alquiló el piso para uso turístico a través de la plataforma Airbnb. Tras 23 meses de pleitos, los legítimos propietarios del inmueble pudieron de nuevo recuperarlo.
Se trata de un piso de la calle Monsalves, que fue ocupado el 26 de noviembre de 2022 por una persona, Francisco Javier L. G., que ya había estado viviendo en otra vivienda del mismo bloque sin pagar el alquiler. El 1 de diciembre de ese año, tras detectar la ocupación, los hermanos Román llamaron a la Policía Nacional. El okupa presentó un contrato de alquiler falso, en el que figuraba como titular era una persona desconocida. Uno de los propietarios, Ricardo Román, terminó detenido aquella noche.
Los hermanos obtuvieron una primera victoria en la vía civil el pasado mes de junio. Un juzgado de Primera Instancia de Sevilla ordenó el desahucio del okupa y la devolución del piso a sus legítimos dueños, que acreditaron la titularidad con la nota simple del registro de la propiedad. Los hermanos habían heredado el piso de su padre. El pasado 18 de octubre estaba previsto que se celebrara el juicio penal, pero el okupa aceptó una pena menor, de ocho meses de cárcel, en la que no entrará, a cambio de devolver el piso.
La entrega de llaves estaba fijada para este lunes 28 de octubre, pero dos días antes, el pasado sábado 26, el okupa intentó meterse en otro piso del mismo bloque. Era un piso turístico que había estado alquilado hasta esa misma mañana, con lo cual la empresa que lo gestiona pudo llamar a la Policía Local y que ésta actuara, al no haber pasado aún 24 horas de la ocupación. Los Bomberos tuvieron que abrir la puerta y el okupa fue detenido después de negarse a salir.
"El origen del asunto se encuentra en la actuación de los cuatro policías nacionales que me enviaron a dormir a una mazmorra para que el delincuente pudiese ocupar y vivir en mi vivienda. Es decir, a la víctima la trataron como delincuente y al delincuente como víctima. Arrogándose unas facultades sobre la posesión de mi vivienda que no les correspondía, porque el único delincuente era el ocupa. Como consecuencia de ello, lo colocaron en una situación de privilegio a la hora de negociar las rebajas de pena para alcanzar una conformidad en la vía penal", explica el dueño del piso. "No considero que dicha actuación sea merecedora de ser propuesta para ser condecorada con una medalla el día de los ángeles custodios", añade.
"Por otra parte, todo fueron trabas porque el día que los llamé me dijeron que esa actuación no equivalía a una denuncia y que tenía que ir a denunciar al cuartel y que al ocupa lo habían estafado, pero que esa estafa para ser investigada tenía que ser denunciada por él. ¿Cómo va a denunciar si el contrato lo falsifica él?", insiste Ricardo Román. "Considero que los miembros de la policía deberían leerse el contenido del artículo 408 del Código Penal, todos los días antes de incorporarse a su puesto de trabajo, en lugar de dedicarse a marear a la víctimas mandándolas de un sitio a otro para denunciar", añade.
Román agradece a la Justicia que "siempre haya puesto las cosas en su sitio", desde su puesta en libertad tras el arresto hasta la entrega de la vivienda, previa sentencia de conformidad. "En el momento que el delicuente ha sentido que se le podía venir encima todo el peso de la ley, gracias a la actuación judicial, ya no ha habido ningún problema para devolverme lo que era mío y me fue arrebatado por los policías actuantes el día de mi detención. Gracias a esa acción de la Justicia, el delincuente se va dejar de reír de las víctimas de sus atropellos y de la Policía que debe asistirlas".
El dueño del piso recuperado cree que este tipo de delitos no puede ser considerado como un delito leve, las antiguas faltas. "Estamos hablando de ocupar por la cara una vivienda ajena. Si se sancionaran con una pena mínima de tres años de prisión y se resolviesen en 24 horas, otro gallo nos cantaría a la multitud de trabajadores propietarios de una o dos viviendas". Román puso el ejemplo de las alcoholemias, en las que se cita a la persona al día siguiente en el juzgado de Guardia. "Se cita al propietario y al okupa al día siguiente, y si no va, que esto lleve aparejado el lanzamiento. Si el título del ocupa no lo ha otorgado el propietario, lanzamiento del ocupa y a investigar si lo han estafado. Si hay menores o situación de vulnerabilidad, el okupa y los menores deben ser derivados a los servicios sociales comunitarios en ese mismo momento, que para eso están".
El propietario de la vivienda de la calle Monsalves lamenta que las nromas las aprueben "los políticos, altos cargos y personal de confianza, que son los colectivos con mayor índice de delincuencia. Román también quiere mostrar su agradecimiento público. "A mi familia, mi amigo Juan, Cruz Roja, Cáritas de la Hermandad del Cerro del Águila, mi casera Marina, la prensa, especialmente Diario de Sevilla, la Justicia, los abogados, Manuel Huerta y todos aquellos que me han apoyado y ayudado en estos casi dos años de calvario personal. Y finalmente, al jefe de la Inspección Central de Guardía del día 2 de diciembre del 2022, por el trato tan respetuoso que me ofrecieron la noche de mi detención y porque lo cortés no quita lo valiente".
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