"El dragado se incluye en el plan y supone una ventaja"

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero, confirmó ayer que tanto el dragado de profundización como la protección de márgenes de Doñana que precisa esta obra que persigue el Puerto de Sevilla están incluidos en el Plan Hidrológico del Guadalquivir aprobado ayer por el Consejo de Ministros. En efecto, ambas obras aparecen en el anejo 10 de programa de medidas del plan, en las páginas 154 y 155, y se incluyeron en el documento una vez pasado el periodo de alegaciones, lo que provocó la crítica de los ecologistas.

A preguntas de este periódico, Romero sostuvo que era "necesario" incluir ambas obras en el plan y consideró que "supone ventajas" para la tramitación ambiental que requieren estos proyectos porque el Plan Hidrológico ha sido aprobado por varias administraciones y colectivos. Según la Confederación, incluirlas en el plan era trámite "necesario pero no suficiente" para su aprobación final y concluye que "es más fácil el trámite ambiental si ya están en un plan que ha contado con el consenso de las adminitraciones".

Respecto al estudio científico de 2010 sobre el estuario, el presidente de la Confederación aseguró que las miles de páginas del nuevo plan hidrológico del Guadalquivir, con 104 actuaciones previstas en la provincia de Córdoba (29), Granada (22) , Jaén (25) y Sevilla (28), no incorporan las conclusiones de este sesudo estudio científico sobre el estuario del Guadalquivir elaborado en 2010 por exigencia del Ministerio de Medio Ambiente.

El estudio sobre los más de 110 kilómetros de masas de agua que discurren desde la presa de Alcalá del Río hasta la desembocadura, pasando por Sevilla, costó tres millones de euros, se basa en una exhaustiva recogida de datos a lo largo de tres años y lo encargó la Junta de Andalucia al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es el primer y único estudio serio del estuario.

A preguntas de este periódico, Romero declaró que el plan hidrológico "incluye actuaciones que contribuirán a mejorar el estuario", pero no así los datos obtenidos propiamente de ese estudio "porque la conclusiones del estudio científico eran específicas para el dragado del río, no para el Plan Hidrológico".

La afirmación es cuanto menos llamativa viniendo del presidente de organismo estatal que gestiona la cuenca por dos razones. Primero, porque el estudio lo encargó en su día el propio Ministerio de Medio Ambiente, del que depende la Confederación. Y segundo porque es un completo diagnóstico de cómo está el estuario y qué consecuencias están teniendo sobre la fauna y flora de sus aguas las actuaciones humanas que se desarrollan en él: desde la agricultura intensiva, al cultivo del arroz, a la navegación comercial, pesquera y de recreo, las pesquerías, la acuicultura, las salinas, los desarrollos urbanos y sus infraestructuras, los canales y desagües. De ahí su título: Propuesta metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el estuario del Guadalquivir. El estudio concluye que es urgente una gestión integral del estuario acordada por todas las administraciones, algo que está aún sin cumplir.