El dragado del río se enfrenta a más trabas con el nuevo límite de Doñana

Con el gobierno aún en funciones y en plena Feria de Abril, la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía abrió la semana pasada el plazo de información pública para proponer a la Unesco que amplíe los límites de la reserva de la Biosfera de Doñana, al este, hasta más allá del estuario Guadalquivir y, al norte, hasta la autovía de Huelva A-49.

El mapa de los nuevos límites de Doñana que la Unesco tendrá sobre la mesa para aprobar a finales de 2012 (calcula la Consejería) incluye el tramo de la desembocadura del río que pasa por los municipios de Sanlúcar de Barrameda a Trebujena, así como el que atraviesa a la altura de Isla Mayor y su entorno, dos zonas que adquieren ahora una protección que antes no tenían.

El espacio actual protegido se triplica de las 77.260 hectáreas actuales hasta más de 268.000, afectando de lleno a zonas del río incluidas en el dragado que proyecta el Puerto de Sevilla para ganar anchura y profundidad al canal de navegación y permitir así la entrada de barcos más grandes. Los datos y documentación de la información pública pueden consultarse en la web de la Consejería de Medio Ambiente (www.juntadeandalucia.es/medioambiente, en la pestaña "participa" ir a "documentos sometidos a información pública"). Hay 21 días de plazo para alegar.

La propuesta cuenta con el aval de todas las entidades gestoras del parque y de los 11 municipios integrados en el nuevo límite. Seis sevillanos: Aznalcázar, Isla Mayor, Pilas, La Puebla del Río, Sanlúcar de Barrameda y Villamanrique de la Condesa. Y cinco onubenses: Almonte, Bollullos del Condado, Bonares, Hinojos y Rociana.

La Junta de Andalucía asegura que no hay intención contraria al dragado en su propuesta de ampliación porque lleva cuatro años trabajando en este proyecto y porque no ha hecho más que cumplir el mandato de la Unesco para las reservas de la biosfera: que tengan una extensión suficiente para incluir la zona de actividades humanas. Pero la realidad es que el Puerto va a tener más difícil llevar a cabo el dragado, o al menos tendrá que justificarlo muy bien económica y ambientalmente. "La ampliación de la Reserva de la Biosfera de Doñana no es un freno al dragado; lo es el espacio protegido de Doñana y la legislación que protege Doñana ya existe y está en vigor. Esto no añade ninguna restricción nueva. La Unesco y Ramsar ya hicieron recomendaciones expresas al dragado", sostienen fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.

"Es fortuito que salga a la vez que el proyecto de dragado. Nada tiene que ver ni nada afecta al dragado", recalcan las fuentes, para las que esta medida no añade ni quita nada al dragado que persigue el Puerto porque las recomendaciones sobre esa obra ya están marcadas por el informe de 2010 de la comisión científica y los del verano de 2011 de la Unesco y de Ramsar (convención sobre los humedales de importancia internacional).

Los ecologistas de WWF Felipe Fuentelsaz y Juanjo Carmona, integrantes de los organismos de gestión de Doñana, también creen que el dragado de profundización del río "ya tiene bastantes trabas" con el informe de la comisión científica, aunque por otro lado admiten que cualquier proyecto que tenga un impacto directo en la zona declarada como reserva de la biosfera tendrá que tener el pronunciamiento de la Unesco.

Es más que seguro, según los ecologistas, que la Unesco apruebe esta propuesta de la Junta a finales de 2012 porque está avalada también por los órganos de gestión del parque y los consejos españoles del programa sobre el hombre y la biosfera de la Unesco. Han dado su visto bueno el Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, el Comité Andaluz de Reservas de la Biosfera (3 de junio de 2011), el Consejo Científico del Comité Español del Programa MaB (sobre el hombre y la biosfera) de la Unesco y el Comité Español de Programa MaB. Tras la información pública se elevará a la Secretaría del Comité MaB (Unesco).