Dos tercios de los hoteles sevillanos tienen sus puertas abiertas este puente

Viernes de locos en los hoteles sevillanos, que amanecieron con la mirada puesta en Madrid y con el temor de que las reservas de última hora, que habían elevado el nivel de ocupación al 40%, truncaran las expectativas del puente festivo. Éste es un dato provisional que se ha visto afectado por el estado de alarma decretado en Madrid, pues una gran parte del turismo previsto para estas fechas procede de la capital del país, junto con Cataluña.

El sector hotelero ha dado un paso adelante este otoño y, a pesar de las negras previsiones, dos tercios de los establecimientos tienen este fin de semana sus puertas abiertas. El verano concluyó con la reapertura de sólo la mitad de los establecimientos y en el último mes y medio se han ido sumando negocios hasta alcanzar una cifra superior al 60%.

Todos los de máxima categoría, cinco estrellas, han abierto ya, a excepción del Gran Meliá Colón que, de momento, ha pospuesto en varias ocasiones su regreso y ahora baraja la fecha del 1 de diciembre. De cuatro estrellas, la categoría que oferta mayor número de plazas en la ciudad, hay 14 de 57 establecimientos cerrados, entre ellos, algunos hoteles emblemáticos de la ciudad como el Macarena, Las Casas de la Judería o, en el área metropolitana, el Alcora.

Una buena noticia es la apertura ya anunciada para finales de octubre del hotel Bécquer. Su director general, Alejandro Rodríguez, ha confirmado que el establecimiento se sumará a la oferta de la ciudad el 29 de octubre. “Sabemos que no será fácil, sabemos que tenemos un reto importante pero pensamos que es el momento de ir calentando motores de cara a los próximos meses. Ahora más que nunca, la diferenciación, innovación y talento interno, marcarán las diferencias”, ha apuntado adelantando que ya trabajan en nuevas promociones para residentes en la provincia de Sevilla. A falta de turistas, centrarse en el público local más cercano es una opción elegida por esta empresa, que también gestiona el hotel Kivir, que abrió sus puertas en verano y que cuenta con una ocupación del 80% para este puente.

En la nómina de la Asociación de Hoteles de Sevilla, que también incluye a algunos negocios de la provincia, hay ocho de los 34 de tres estrellas que aún no han recuperado su actividad. Mientras que en las categorías inferiores, dos y una estrellas, la mayor parte sigue fuera de la circulación. No ocurre así con los apartamentos turísticos y los hostales y pensiones que, prácticamente y a falta de actualizar los datos de la última semana, están abiertos prácticamente en su totalidad.

El sector ha depositado muchas esperanzas en este primer puente festivo del otoño. Y, sin pensar en aproximarse ni siquiera a los datos de 2019, cuando se superó una ocupación del 90% en Sevilla, la confianza era que los niveles aumentaran en estos días, pues en el verano no han superado el 30%.

Las expectativas son mejores para los establecimientos rurales, un segmento que siempre se ha beneficiado de este puente festivo. Según los datos facilitados por Prodetur, la ocupación supera el 60% en las casas rurales, cortijos y haciendas de la provincia; mientras que para los apartamentos turísticos ubicados en estas zonas de sierra y naturaleza ronda el 50%. Una media más alta que la de los hoteles urbanos. El turismo rural es una tendencia en esta era postCovid. De hecho, ya en verano la provincia de Sevilla se reveló como líder en la ocupación nacional en este tipo de turismo.

Otro de los alicientes para viajar en esta festividad es el bono turístico, una iniciativa de la Junta de Andalucía puesta en marcha junto a las agencias de viajes que, de momento, aún no se puede valorar, pues entró en vigor el 1 de octubre. No obstante, desde la patronal de los hoteleros ya se han advertido algunas dificultades para la tramitación de estas bonificaciones. El presidente de los hoteleros, Manuel Cornax, solicita una simplificación del trámite, puesto que en estos momentos el cliente debe acudir de nuevo a la agencia para obtener ese descuento en su factura del hotel, un factor que podría restar eficacia a la iniciativa implantada por la Junta para favorecer al sector turístico.