¿De dónde vienen las cotorras que están siendo una auténtica plaga en Sevilla?

Hay dos especies de cotorras en Sevilla, ambas invasoras, que causan problemas en la ciudad

Las cotorras empiezan a dar miedo en Sevilla

Inquilinos incómodos
Una cotorra argentina

Se estima que hay unas 5.500 cotorras en la ciudad de Sevilla y el número de estas aves invasoras está en continuo aumento, con las consecuencias negativas que esto supone para las aves autóctonas y los vecinos de la ciudad. 

Su presencia en Sevilla no es una novedad, ya que se pueden ver en los parques y jardines desde hace unas pocas décadas y son un problema desde hace ya unos cuantos años, aunque su presencia solo parece agravarse. En la ciudad hay además dos especies que destacan, como indica el Ayuntamiento: las cotorras de Kramer y las cotorras argentinasSin embargo, para entender cómo han llegado estas aves, hay que echar la vista unas décadas atrás.

La llegada de las cotorras argentinas y de Kramer a Sevilla

Cotorra de Kramer
Cotorra de Kramer

Como explican desde el Ayuntamiento, la cotorra de Kramer es una especie que llegó a la ciudad como mascota exótica hace ya unas cuantas décadas. Estiman que las primeras sueltas o los primeros escapes exitosos de estas aves de sus hogares se produjeron hace ya más de 30 años, en torno a 1990. Se trata de una especie que procede de África y del sur de Asia, aunque a día de hoy por su popularidad como mascota ya se ha asentado en muchos otros lugares de la misma forma como ha hecho en Sevilla.

Esta ave se distingue por su color verde con tonos amarillos, un pico color rojo y negro y una larga cola. Tiene además un tamaño superior al de la cotorra argentina. Y al tener alimento y agua y no existir sus depredadores en la ciudad, la cotorra de Kramer se ha adaptado a vivir en Sevilla, siendo la más numerosa con unos 4.900 ejemplares censados por el Ayuntamiento en 2024.

Por otra parte, la cotorra argentina procede de Sudamérica, concretamente siendo endémica de los siguientes países: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, donde es una especie “muy común y abundante”, según la ONG SEOBirdLife. Se trata de otra especie de aves que ha sido especialmente apreciada como mascota en jaulas, aunque desde hace algunos años se ha convertido en otro problema para la ciudad tanto por aquellas aves que se han escapado de sus hogares como aquellas que han sido liberadas de forma deliberada. Este 2024 el censo sevillano de cotorras argentinas ascendía su número a los 660 ejemplares, un número inferior al millar que se estimaba que había en 2020.

Esta cotorra americana tiene un menor tamaño que la cotorra de Kramer y se distinguen también por sus colores. Las aves de esta especie cuentan con plumaje color verde y las puntas de las alas color azul cielo, además de tener el pecho de color gris y el pico claro.

Desde su llegada a los parques y jardines de la ciudad y con el constante aumento de su número han llegado también los problemas. Desde el Ayuntamiento explican que su presencia amenaza la conservación de la biodiversidad en Sevilla ya que compiten por el espacio y "llegan incluso a expulsar a especies autóctonas insectívoras" siendo algunas de las más afectadas el cernícalo Primilla y el murciélago Nóctulo Mayor. Además de causar problemas para los vecinos animales, también lo hacen para los humanos y para el entorno de la ciudad, ya que su presencia es "un agente de riesgo para la ciudadanía por caída de nidos y ramas, la contaminación acústica que generan las colonias, el deterioro que pueden causar en algunos edificios antiguos y por ser un posible vector de zoonosis (propagación de agentes patógenos)". 

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