'¿Dónde está Marta?': Así es la esperada docuserie de Netflix sobre el caso Marta del Castillo
Serie de tres capítulos firmada por Paula Cons y que la plataforma estrena el 5 de noviembre
Los dos juicios del caso Marta del Castillo
Las mentiras de los acusados por el crimen de Marta del Castillo
Vídeo de la serie '¿Dónde está Marta?'
Doce, casi trece años ya, pueden parecer una vida, pero el caso Marta del Castillo ocurrió ayer mismo. Incluso los ajenos a la información de sucesos o a las noticias en general recordarán que una joven desapareció en Sevilla, que los sospechosos cambiaron mil y una veces su relato de los hechos, que se buscó su cuerpo sin descanso y que nunca se la encontró ni se aclaró en realidad qué pasó con ella.
En estos años el ciclo de noticias se ha acelerado aún más y cada desgracia queda ahogada por la siguiente (en un mismo día hemos tenido en España una mujer descuartizada y un niño asesinado) y es difícil saber si, de haber ocurrido hoy, habría alcanzado tanta repercusión nacional. Pero sin duda el tesón de su familia y amigos logró que las palabras "Todos somos Marta" se escuchasen entonces bien alto y que su eco no se haya desvanecido del todo.
El caso Marta del Castillo protagoniza el último trabajo de la directora gallega Paula Cons, un documental de tres episodios que estrenará Netflix el viernes 5 de noviembre y que toma su título de la principal incógnita que queda por desvelar: ¿Dónde está Marta?
La serie
Producida por Cuarzo, esta docuserie recorre, a través del sumario del caso, las pruebas y testimonios de familia, amigos, abogados y periodistas, entre otros, lo que ocurrió desde que, la tarde del sábado 24 de enero de 2009, se vio por última vez a Marta del Castillo.
La serie es una pieza de investigación que se enmarca en el popular género del true crime y entronca directamente con otras dos obras que recientemente han abordado dos casos de similar relevancia en la historia criminal reciente de España: El caso Alcásser y El caso Wanninkhof-Carabantes (ambos, por cierto, también en Netflix).
El trabajo de Cons plantea, salvo un par de excepciones, una narración casi invisible que deja que sean los testimonios y las pruebas los que guíen al espectador, sin que intervengan el equipo de producción ni delante ni detrás de la cámara.
Sí se escuchan algunas de las preguntas con las que los periodistas tratan de acorralar al único procesado que habla a cámara (de espaldas), Francisco Javier Delgado, el hermano de Miguel Carcaño (decimos "tratan" porque, a pesar de las numerosas contradicciones de su relato, Delgado sigue negando participación alguna o conocimiento de lo que ocurrió aquella noche).
La segunda excepción se sitúa ya en el tramo final de la serie, cuando se escucha la voz de la directora y de algunos de los investigadores del documental sobre dos pruebas que podrían ser clave: las cámaras que desmontarían la coartada de Delgado y los posicionamientos de los móviles de los investigados.
La estructura de la serie
Paula Cons apuesta por un enfoque cronológico del caso, desde la tarde que se ve a Marta por última vez hasta casi hoy mismo, con las últimas acciones judiciales y policiales aún en marcha.
Quizás la parte más interesante (más cinematográfica, por así decirlo) sea el arranque, con Eva Casanueva, la madre de la joven, leyendo su relato de ese 24 de enero ("un día decidí escribir lo que pasó durante todo ese día", dice, aunque admite que no lo necesita para recordar cada minuto), que desde que la menor no vuelve a casa comienza a intercalarse con declaraciones del resto de la familia y amigos que narran cómo fueron aquellas primeras horas de llamadas, denuncias policiales, visitas al piso de Carcaño y angustiosa búsqueda a voz en grito por las calles de Sevilla ("esa noche no había ningún policía con nosotros buscando a Marta", recuerdan sus amigos).
Ya en este inicio la directora, por voz de los protagonistas, plantea las primeras dudas: ¿por qué fueron necesarias tres denuncias y 17 horas hasta que el primer policía apareció por el piso de León XIII? ("Ya hasta el lunes", llegaron a decirle a Antonio del Castillo, padre de Marta, a quien la primera vez que fue a comisaría le soltaron un "se habrá ido de fiesta") ¿Fue un error que asumiera la investigación el grupo de menores en lugar del de homicidios?
Esa estructura cronológica hace que los interrogantes y los temas colaterales se vayan entrelazando con la investigación propiamente dicha, por lo que en cierto modo quedan demasiado al margen cuestiones que sí se mencionan pero en las que se podría haber ahondado un poco más:
- La protección de la imagen de los menores (fotos de redes sociales, Tuenti en concreto, publicadas en los medios).
- Si se trató o no de un caso de violencia machista (y qué habría cambiado si se hubiese considerado así).
- Las filtraciones de las pruebas, declaraciones y el sumario a los medios (y la repercusión en la investigación que pudieron tener).
- La por desgracia tan recurrente culpabilización de la víctima, de la que no se libró Marta del Castillo.
La investigación
"De ese mes y medio, lo único que recuerdo es que mi madre o mi suegra entraban en el dormitorio, me incorporaban para darme caldo o papilla y me levantaban para ir al servicio", explica Eva Casanueva, que sí recuerda perfectamente cómo supo que Marta había muerto: "Escuché a mi madre y a mi suegra gritando '¡Mátalo, mátalo!', y después entró mi marido en la habitación y me dijo que la había matado Miguel".
Ahí comienza, en la serie, la investigación propiamente dicha, la revisión que el equipo de Cons ha realizado durante año y medio sobre las pruebas, sumarios y declaraciones del caso.
Con la detención, tras encontrar sangre de Marta en su ropa, y la confesión de Miguel Carcaño, comienza la sucesión de versiones con las que tanto él como el resto de los implicados (su hermano Francisco Javier Delgado, Samuel Benítez, el entonces menor Cuco...) fueron mareando, dicho así de claro, a policías, jueces y medios de comunicación.
Probablemente esos que mencionábamos al principio que sólo conocieron de pasada el caso no recordarán los detalles de todas esas versiones y las consecuencias que tuvieron.
¿Dónde está Marta? recorre minuciosamente las diferentes declaraciones de los investigados durante la instrucción, con reconstrucciones de Carcaño (no una, sino dos, con relatos totalmente diferentes de lo que supuestamente ocurrió) y el Cuco ante la policía, interrogatorios policiales, pinchazos de llamadas entre ellos, de ellos con sus abogados o con familiares...
Mentiras
En el segundo episodio, titulado Red de mentiras, la serie sigue las distintas versiones de Carcaño y el resto de los investigados, con las sucesivas búsquedas del cuerpo de Marta en el Guadalquivir, el vertedero o la escombrera de Camas (vendrían más, ya con Carcaño condenado).
Mientras proseguía la instrucción, la familia de Marta del Castillo protagonizaba manifestaciones, recogidas de firmas y reuniones con el presidente del Gobierno en La Moncloa y con la oposición (Mariano Rajoy) para endurecer las penas e instaurar la cadena perpetua en el Código Penal español.
Los juicios
El último capítulo está centrado en los dos juicios que tuvo este caso, por un lado el del entonces menor Cuco y, por otro, el de los cuatro adultos investigados: Miguel Carcaño, Francisco Javier Delgado, María García Mendaro y Samuel Benítez.
Dos procesos que dejan sentencias contradictorias y dos condenados, el Cuco por encubrimiento y Carcaño por asesinato. El resto de los encausados quedan absueltos por falta de pruebas.
Podría pensarse que, con Carcaño cumpliendo condena, el caso se habría enfriado, pero lo cierto es que, desde la cárcel, ofrece una nueva versión en 2013 acusando a su hermano y otra más en 2017 en la que abre otra línea argumental más: la hipoteca del piso de León XIII. Entre una y otra, la prueba neurológica P300 que tampoco aclara qué pasó con el cuerpo de Marta y hasta una sesión de hipnosis que aporta exactamente lo mismo: nada.
Conclusiones
En un caso tan largo y tan complejo como éste uno, como espectador, desearía que un último giro de guion, en el último capítulo, resolviese no solo la trama principal sino también todos los cabos sueltos que pudieran quedar.
Por desgracia esto no es una obra de ficción o una serie procedimental que en 45 minutos es capaz de resolver cualquier misterio.
La docuserie de Paula Cons aporta una nueva mirada al caso, escudriñando todos y cada uno de los elementos al alcance del equipo de investigación, pero ese recorrido que no sólo no logra desenredar del todo la madeja sino que se topa con algún que otro nudo más, con nuevas preguntas que ojalá tengan un día respuesta, como las contradicciones del testimonio y la coartada (nunca comprobada del todo) de Francisco Javier Delgado o el análisis detallado de los movimientos de los investigados a través del posicionamiento de sus respectivos móviles.
Sobre este último punto (no sólo el clonado del móvil de Carcaño sino los datos en bruto del resto de teléfonos), como se explica en los últimos planos de la docuserie, hay aún una línea de investigación abierta pero no hay datos aún de cuándo y cómo se podría cerrar.
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