La disputa entre Junta y Ayuntamiento encharca la ‘no Feria’
El Gobierno andaluz y Espadas andan a la gresca por los actos municipales para “recordar” la fiesta, con el auge del alcalde dentro del PSOE-A de fondo
La Feria virtual, o la no Feria, va a dar más dolores de cabeza en más de un despacho que los que ha dado años atrás la organización de la auténtica, la verdadera Feria de Abril. La ausencia de la fiesta, su suspensión por segundo año consecutivo debido a la pandemia del coronavirus, se ha convertido desde hace días en la excusa casi perfecta para el choque político y el enfrentamiento entre las instituciones. Si hasta ahora ha trascendido que el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía han llevado unas relaciones casi modélicas en la coordinación y la aplicación de las medidas de seguridad, los planes municipales para “recordar” en la ciudad la semana de la Feria ya han provocado el encontronazo entre la Plaza Nueva y San Telmo.
¿Pero son realmente la Feria y esas actividades sucedáneas las causantes de esta polémica? Si hubo hace semanas un entendimiento total entre Ayuntamiento y Gobierno autonómico en autorizar el parque de atracciones Vive Park en los terrenos donde se levantaba la Calle del Infierno, ¿por qué ahora la Consejería de Salud y Familias extrema su celo y expresa su preocupación por los eventos recogidos bajo el epígrafe Sevilla en Abril 2021 previstos en el casco urbano?
Las interferencias que distorsionan en estos momentos esa sintonía institucional que impregnaba las relaciones anteriores han ido apareciendo a medida que el nombre de Juan Espadas ha ido emergiendo como el del líder del PSOE andaluz que, en el futuro, puede disputar al PP en las próximas elecciones autonómicas el Gobierno de la Junta.
En la no Feria no se pisará albero, pero ya empieza a mostrar señales del lodazal político en el que pueden terminar de embarrarse las relaciones entre el gobierno municipal y el Ejecutivo autonómico. Los primeros charcos ya han aparecido tras ese refirrafe entre ambos, o lo que es lo mismo: entre el PSOE –concretamente el de Espadas, sea éste el que sea– y el PP con la pandemia –aquí también, no sólo en Madrid hay bulla– de fondo.
Fuentes del Ayuntamiento no dudan a la hora de hablar de una estrategia diseñada desde la Junta señalando a quien dirige el gobierno local como alguien que, con sus planes para la semana de esa feria virtual, será el responsable de reuniones y aglomeraciones que desencadenarán un aumento de los contagios por coronavirus. Éste tiene apellido: Espadas.
Esa supuesta permisividad –contra la que ya se ha apresurado la Consejería de Salud y Familias a dar la alerta– para que la gente, en el mismo centro de la ciudad, no eche de menos el encendido del alumbrado, la noche del pescaíto, el paseo de caballos, los trajes de flamenca, el baile por sevillanas y, si se tercian, hasta los fuegos artificiales del fin de fiesta, desacreditará al alcalde como gestor y, por añadidura, a un político que ya ha metido una marcha más en la promoción de sus aspiraciones, entre las que sobresale por encima de cualquier otra, desde hace días, la carrera por liderar a los socialistas andaluces y, como consecuencia, ser el candidato del partido a la Presidencia de la Junta.
Esta es al menos la interpretación que se hace desde círculos cercanos a la Alcaldía, donde no se termina de entender que el consejero Aguirre considere de antemano como una grave amenaza para la salud pública las actividades a las que el Ayuntamiento ofrece su colaboración para paliar los efectos negativos que la suspensión de la segunda Feria de Abril tiene para determinados sectores económicos. Fuentes municipales insisten en que no se hará nada que no cuente con el visto bueno de las autoridades sanitarias.
Pero las sospechas que éstas abrigan sobre el efecto llamada que tendrán los eventos incluidos en Sevilla en Abril 2021 motivaron que la delegada territorial de Salud y Familias, Regina Serrano, remitiese al alcalde un escrito subrayando la inconveniencia de la celebración de “actividades populares de índole festiva”. Esta circunstancia es la que “genera cierta preocupación” en el departamento de Aguirre, que recuerda a Espadas que Sevilla se encuentra en el nivel de alerta sanitaria 2; es decir, con los indicadores de riesgo bastantes altos.
El gobierno municipal esgrime, una y otra vez, que “no va a hacer nada a espaldas de la autoridad sanitaria”. No lo recalca cualquiera de sus miembros. Es el propio alcalde quien se afana en reiterarlo. Espadas proclama que “hay pocas instituciones que hayan trabajado con tanta seriedad, tanto rigor y tanta colaboración con la autoridad sanitaria como con el Ayuntamiento de Sevilla”. Y apostilla: “La salud pública es lo primero”.
Es desde esta posición desde la que no se entiende el recelo de Salud, de manera que la lectura que se hace de él en el entorno del alcalde es que no responde sino a una ofensiva en toda regla contra quien se postula como el futuro adversario socialista de Moreno. En la defensa de sus planteamientos para la no Feria el Ayuntamiento recuerda que ya hizo lo propio con las programaciones que se diseñaron para las fiestas navideñas y la reciente Semana Santa. “Decorar un bar con farolillos no es ilegal”, puntualizan desde el Ayuntamiento. El temor de Aguirre es precisamente ese gancho, y que el tirón de ese “ambiente de feria” en el centro de la ciudad engorde las aglomeraciones. Y por lo tanto, el virus.
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