La diferencia de coste con una escuela privada llega hasta los 400 euros
Los niños de las guarderías públicas están exentos de pagar la matriculación
Conseguir una plaza pública es crucial para muchas familias. Y más, en tiempos de crisis. La diferencia entre una guardería financiada por la Junta y otra cuyo mantenimiento corre a cargo de una empresa privada puede alcanzar los 400 euros, una diferencia que obliga a muchos padres a recurrir a familiares o canguros que cuiden de sus hijos si no han conseguido que entre en una guardería de la Administración autonómica.
El coste de una escuela o de un centro de educación infantil conveniado es de 278,80 euros al mes, precio que incluye el comedor. Sin embargo, la mayoría de las familias tienen que hacer frente a un desembolso menor, ya que son beneficiarias de las bonificaciones establecidas por la Junta, que incluyen hasta cuatro tipo de reducciones, que van desde la gratuidad total, para las familias de menor renta, hasta la disminución en un 25% del precio fijado.
El hecho de que esta etapa educativa sea de copago provocó las quejas de los sindicatos de enseñanza y de las asociaciones de padres que no entendían cómo Educación mantenía un sistema de financiación idéntico al que existía cuando la Consejería de Igualdad y Bienestar Social tenía las competencias sobre las guarderías.
Entre las razones argumentadas para exigir la gratuidad total está el hecho de que el segundo ciclo de Infantil, a partir de 3 años, no cueste ningún euro a las familias, pese a ser también una etapa voluntaria, motivo por el cual la Consejería de Educación defendía el sistema de copago.
Críticas aparte, lo cierto es que el dinero que tienen que pagar los padres mensualmente (que a veces supone el 30% de la renta anual de una familia) sólo sufraga parte del coste real de las guarderías si se compara con los precios establecidos por las entidades privadas. Aunque hay centros cuyas mensualidades son similares a las de la Junta, la mayoría superan dicho coste. En general, una guardería privada puede costarle a los padres una media de 360 euros, aunque el precio a pagar puede dispararse y superar los 670 euros. Este coste, claro está, incluye una gama de servicios que no ofrece la escuela pública, con horarios de apertura que superan ampliamente los establecidos en la red de la Junta. Y todo ello sin contar el precio de la matrículación, que supone, por lo general, un desembolso de 300 euros al comienzo de curso. Este gasto se lo ahorran los padres con hijos en guarderías públicas, ya que el decreto de 2009 que regula el primer ciclo de Infantil en Andalucía establece que "en ningún caso las personas interesadas en escolarizar a sus hijos en las escuelas infantiles abonarán cantidad alguna por preinscripción o matrícula en el centro".
Las actuales circunstancias económicas han provocado que este año se registrara un cierto descenso en la demanda de escolarización para las guarderías, según indicaron ciertas empresas con centros conveniados. El hecho de que se reclamara la renta familiar de 2008 hizo que muchos padres desistieran de matricular a sus hijos en las guarderías públicas a sabiendas de que tenían ciertas dificultades para lograr una bonificación, ya que su situación económica había cambiado bastante en los dos últimos años. Estos requisitos son distintos ahora tras la última orden de la Junta que exigirá la declaración de la renta más inmediata -la realizada en mayo y junio pasados- para acreditar el volumen de ingresos familiares y con estos datos constatar que un niño puede recibir dichas bonificaciones.
Por otro lado, la mayoría de las guarderías privadas se encuentran en la capital, en grandes poblaciones urbanas de la provincia o en el área metropolitana, siendo muy minoritaria su presencia en zonas rurales, al ser menor la renta de las familias.
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