Los diez años del Acuario en Sevilla: Un homenaje al mar desde el río
Las instalaciones celebran su décimo aniversario en el Muelle de la Delicias como lugar de entretenimiento, pero también contribuyendo a la educación y la conservación del medio marino y sus especies con claras alusiones al Guadalquivir
Las imágenes del 10º aniversario del Acuario de Sevilla
El Acuario de Sevilla está de celebración. Cumple diez años. Una década de esplendor, en la que ha logrado convertirse en un referente turístico más en una ciudad monumental por la que cada año pasan millones de turistas, pero también de recuerdos, tantos como los que guardan los más de dos millones de visitantes que han paseado por sus instalaciones en este tiempo, una gran parte, escolares, en torno a unos 40.000 cada año, que encuentran allí una inspiración para orientar su aprendizaje.
Aunque por fuera parezca el mismo, estos años han servido para modernizar y mejorar sus instalaciones. Y no debería sorprender, pues en este tiempo el Acuario ha pasado de manos de sus inversores fundacionales a las de la compañía Global Omnium, con gran experiencia en la materia como gestora del Oceanogràfic de Valencia, uno de los acuarios más grande de toda Europa. Eso fue en 2017 cuando las instalaciones interiores se remodelaron y ampliaron.
Lo importante es que cuenta con un gran equipo que sigue trabajando por incrementar el servicio que ofrece a turistas y sevillanos. Posee una mejor captación de agua marina para el mantenimiento en condiciones óptimas de su Oceanario, con el tanque más profundo de la Península Ibérica, con dos millones de litros de agua y nueve metros de profundidad, y mayor superficie para la conservación y crias de especies.
Durante estos años, son muchos los animales que han pasado por sus tanques y piscinas. Algunos lo hicieron para quedarse, convertidos hoy en inquilinos ilustres muy queridos por todos. Por eso tienen nombre propio y se vigila al detalle su alimentación y salud. Se trata del tiburón toro Margarida, que llegó días antes de la inauguración de las instalaciones hace diez años de un acuario portugués. Y de las tortugas caretta caretta, Chelo y Nando, que llegaron con el primer proyecto de conservación del Acuario, y que también forman parte del equipo marino fundacional del Oceanario, y Frankie, que está en acogida en las instalaciones. Otros llegaron por reclamo popular, como las medusas; o por proyectos de divulgación, como el pez guitarra. Y también están los que se acaban de incorporar como Kawasaki, una tortuga verde de enigmática mirada, los tiburones cebra, las pirañas, diversas especies de rayas, los curiosos labios dulces, los intrigantes pulmonados y las arowanas. Así, hasta más de 400 especies.
Rocío Alcázar, su gerente, es el reflejo de la ilusión que supone cumplir diez años para una instalación "única" en España. Y es que, el Acuario de Sevilla es el único de agua salada en una ciudad de interior. En la euforia de la efemérides recuerda los comienzos de un proyecto que arrancó varios años antes de su inauguración con la construcción de su estructura, que quedó abandonada hasta su posterior recuperación. Y destaca la "unión de un equipo" que ha logrado dejar atrás los momentos no tan buenos. "Fueron problemas económicos que, aunque logramos mantener las instalaciones, lo hicieron todo muy difícil", afirma su actual gerente.
Pero eso ahora es pasado. Para Alcázar, el Acuario es hoy un equipamiento "imprescindible". "Nos sentimos acogidos y en la ciudad faltaría algo si no estuviera. El sevillano también puede sentirse orgulloso de tener un recurso como éste", afirma. Resalta el trabajo de todos los profesionales de la instalación. Una "familia" de más de 40 miembros que hacen posible que el Acuario de Sevilla no es sólo sea ocio. "Es experiencia, es cultura del mar, es conservación, investigación y sensibilización, en general, tanto en cuestiones ambientales como de protección del medio marino", remarca.
Tanto es así, que el Acuario de Sevilla abría sus puertas tal día como hoy de hace diez años con un claro "valor simbólico", precisamente por su emplazamiento, en una ciudad de interior que lo hace único, pero marcado por el paso de un singular río, conectado directamente con el mar y el único navegable en España y que se mueve por las mareas.
Y así es cómo se navega por este Acuario, desde el río hasta llegar al mar. Y es que, una de las partes importantes son sus especies, poniendo especial énfasis en las especies sevillanas. Por ello que los primeros tanques que encuentra el visitante sean de agua dulce no es casualidad. Sirven para visibilizar especies autóctonas, como el esturión, ya extinto, el barbo gitano o la anguila; e invasoras, como las carpas, que viven o han vivido en el Guadalquivir como emblema de la historia animal acuática de Sevilla. "Son dos tanques muy importantes porque desde que abrimos estamos intentando poner en valor el río Guadalquivir y concienciar de la importancia de la conservación de los río, océanos y sus especies", indica Alcázar.
Pero no sólo hay especies animales, también se reproducen ecosistemas, que hacen único este espacio. "Es otro de nuestro atractivo. Especies como las anemonas, que se abren y se cierran en función del momento del día, pueden hacer cambiar el aspecto que presentan los tanques. Eso hace que, según la hora, se pueda contemplar un acuario diferente", explica.
También en materia educativa, el Acuario está trabajando en el nuevo rincón Sea Sensorial, una experiencia que va más allá de la vista, activando todos los sentidos, que se une a una nueva proyección interactiva que simula el movimiento del océano, ofreciendo una experiencia lúdica en la que grandes y pequeños pueden disfrutar de la sensación de andar por la orilla del mar al amanecer.
De su futuro habla claro Rocío Alcázar. "Seguiremos creciendo y enseñando porque la divulgación es uno de nuestros principales objetivos entre escolares y visitantes en general para concienciar sobre la problemática que tienen nuestros ríos y océanos", concluye.
Una celebración por todo lo alto
Para conmemorar su décimo aniversario, el acuario ha preparado un programa especial de actividades dirigidas a todo tipo de público que empezaron a celebrarse la semana pasada. Desde visitas guiadas hasta talleres educativos, pasando por concursos y sorteos, el acuario quiere que todos se sientan parte de esta celebración.
El punto culminante de estas festividades será este lunes 30 de septiembre, coincidiendo con el día de apertura de las instalaciones, cuando se celebrará un evento muy especial a las 12:30 horas en la vista principal del Oceanario. Durante esta actividad, que será gratuita con la entrada al acuario (hasta completar aforo), se soplarán las velas de un gran pastel en honor a estos diez años dedicados a la protección de los océanos. Los visitantes que asistan ese día recibirán un regalo exclusivo como agradecimiento por ser parte de la historia del acuario.
Además, la celebración no se limitará al acuario. A las 19:00 horas del mismo día, el acuario tiene preparada una sorpresa en el Paseo de Cristóbal Colón, junto a la Torre del Oro. En esta actividad, titulada El ritmo del océano, se contará con la presencia de un conocido músico sevillano y cinco de los animales más queridos del acuario, en un evento que promete ser inolvidable.
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