Antonio Álvarez-Dardet: "Sé que estoy ayudando a otras personas a cambiar la forma de afrontar el cáncer"
Día Mundial contra el Cáncer
Antonio Álvarez-Dardet es un abogado y cofrade sevillano, impulsor del '#saberquesepuede', con el que desde marzo de 2021 visibiliza su lucha contra la enfermedad en redes sociales
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"Tengo metástasis, pero eso no significa en ningún caso muerte". Antonio Álvarez-Dardet, más conocido como @ADardet, derrocha optimismo por los cuatro costados. El impulsor del #saberquesepuede, y continuador del #yomecuro que ya pusiera en circulación el periodista Valentín García, es un abogado y cofrade sevillano con cerca de 7.000 seguidores en Twitter, que desde marzo del 2021, cuando fue diagnosticado de un cáncer de colon, utiliza la red social para visibilizar la enfermedad que padece. Cada comentario obtiene miles de respuestas y reacciones. Para él, se han convertido en parte de su terapia.
"Las publicaciones y, sobre todo, las respuestas que recibo me dan una fuerza increíble para seguir, pero mucho más el saber que lo que hago es bueno, no sólo para mí, sino también para los demás. No se hace una idea la cantidad de personas con cáncer o que son familiares de pacientes que me escriben pidiéndome que les mande fuerzas, que me transmiten lo importante que es en la lucha contra el cáncer lo que estoy haciendo en las redes sociales. Me costó entenderlo, porque no veía que yo estuviera haciendo nada para provocar tantas reacciones, pero ahora sé que he ayudado y estoy ayudando a muchas personas a cambiar la forma de enfrentarse a la enfermedad y eso es impresionante", afirma Antonio.
Cuenta que empezar a contar el proceso de su enfermedad en redes surgió por un acto "egoísta". "Sé que soy un tipo muy conocido en la ciudad en el mundo de la abogacía, doy clases en la Universidad y también me muevo mucho en el mundo de las hermandades. Me abrí a contar mi enfermedad para evitar que la gente me preguntara y, sobre todo, porque, el no contarlo yo mismo podría dar lugar a que la gente hablara y me negada a que llegaran a los oídos de mi madre y, sobre todo, de mis hijos los típicos comentarios de pobrecito o que pena que se va a morir", afirma. A partir de ahí, aprovechó el tirón que ya tenía en Twitter (ahora X), donde contaba con bastantes seguidores, sobre 600 por aquellos entonces. "Mi idea siempre fue contar abiertamente lo que tenía y que no me iba a morir", añade rotundo.
Aunque rehúye en cierto modo del término influencer -tiene claro que publicar en redes "no es una obligación" para él, sino "algo que le sale del corazón"-, cómo ya hicieron Elena Huelva, Pablo Ráez o el ya mencionado Valentín García, que también aprovecharon el tirón de las redes sociales para dar a conocer sus patologías para contribuir así a la investigación, las donaciones o a humanizar la enfermedad, Dardet también tiene su lema. El #saberquesepuede ha dado la vuelta al mundo. "Empecé a publicar usando el #yomecuro en un homenaje a Valentín García, tuve muy claro que lo tenía que continuar, pero quería tener algo mío, más personal, y así nació el #saberquesepuede. Para mi mujer y para mí la canción Color Esperanza ha sido siempre nuestro lema para afrontar distintas dificultades que hemos tenido que vivir y de las que sabíamos que se podía salir. Ésta es una más y por eso decidimos usar éste", sostiene.
Recuerda fuerte y sin derrumbarse los primeros compases de la enfermedad en su vida. "Me quedé K.O. Totalmente ido. Cuando recibes una noticias así sientes lo mismo que debe sentir el boxeador que recibe un puñetazo en toda la cara. Todo el mundo sabe lo que es el cáncer, pero en ese momento te quedas que no sabes de lo que te están hablando. Luego empiezas a reaccionar y recuerdo que lo único que quería era buscar soluciones", afirma. Todo fue muy rápido, pero cuenta que echó de menos esa palmadita en la espalda de tranquilidad. "Recibir un no te preocupes o te vamos a hacer tal o vas a recibir no se qué tratamiento. Básicamente, un tranquilo que no pasa nada, que hay solución y que te puedes curar".
Hoy, casi tres años después de aquel primer mensaje en Twitter, del día 22 de marzo de 2021, Dardet continúa con su actividad en redes sociales. También su lucha contra el cáncer. "Me extirparon el tumor principal y luego me hicieron una segunda operación por otras lesiones metastásicas. Después me ha vuelto a hacer metástasis en el hígado y en los pulmones y en esas estoy. Metástasis no significa en ningún caso muerte, significa que el cáncer ha saltado a otros sitios. Gracias a Dios, no me afecta para nada a la función hepática ni a la función respiratoria. Tampoco me duele nada", explica Dardet, que pronto se someterá a un nuevo tratamiento de última generación sin efectos secundarios que el acaba de ser aprobado.
Aunque se mantiene firme durante toda la entrevista, el sevillano tiene sus debilidades, y sólo se emociona cuando habla de su familia, de su apoyo más cercano, su mujer Cristina. "Ella no tiene derecho a llorar, a venirse abajo, a hundirse, porque tiene que estar siempre fuerte y arriba para apoyarme a mí, esté como esté. El papel que hacen es muy importante en este duro, muy duro, camino, y creo que hablar, que la enfermedad no sea un tema tabú, ayuda mucho", afirma con voz quebrada.
Para esta y todas las voces del cáncer en primer persona y de manera pública, contar el día a día de las enfermedades a través de internet no sirve únicamente para fomentar la investigación, para concienciar sobre la necesidad de hacer diagnósticos precoces o para aumentar la empatía de la sociedad y con ella las donaciones de médula o de sangre. Las redes y sus pacientes influencers, además, pueden llegar a ser verdaderamente útiles para las personas que están pasando por una enfermedad.
"Yo me ofrezco desde aquí a ayudar a todo el que lo necesite, que me escriba o que me llame y si todo va bien celebrar juntos que hemos ganado. Tener cáncer no significa muerte. Es un cambio de vida, pero se puede ser feliz con una vida nueva", concluye Antonio Álvarez-Dardet.
Ella no dudó en hacerlo público y convertirse en ayuda para otras mujeres que estaban viviendo su mismo proceso, aunque reconoce que para sí misma buscó ayuda lejos de las redes. Hoy, seis años después, afirma que el cáncer de mama sí ha cambiado su vida y comparte su experiencia haciendo hincapié en lo importante que es la compasión cuando estamos cerca de alguien que acaba de ser diagnosticado.
¿Cómo vivió el diagnóstico del cáncer?
Era un día que no recuerdo bien de marzo de 2021 cuando me noté algo raro y fui al médico y me mandó una endoscopia urgente. Ahí me dijeron que se veía algo, pero que no tenía importancia. Aún así no se fiaba y me mandó una colonoscopia. Me la hicieron y al despertarme me extraño que estaba sentada al lado mía mi mujer. A continuación vino la doctora y, aunque en un principio lo suavizó y me dijo que había encontrado unas lesiones compatibles con cáncer de colon, la conversación terminó sin dudas, me dijo, Antonio, es cáncer.
Cuando recibes la noticias sientes lo mismo que debe sentir el boxeador que recibe un puñetazo en la cara. Me quedé caos. Totalmente ido. Todo el mundo sabe lo que es el cáncer, pero en ese momento te quedas que no sabes de lo que te están hablando. Luego empiezas a reaccionar y lo que haces es intentar a buscar soluciones. A partir de ahí, tu vida cambia. Radicalmente. Durante los primeros días estás asustadísimo. Buscas información por todas partes. La espera hasta que te ve el oncólogo y le pones nombre y apellidos a lo que tienes es un momento de incertidumbre que es horrible.
¿Qué le hubiera gustado saber en aquel momento para haberlo afrontado mejor?
Me hubiera encantado que alguien me hubiera tranquilizado. Recibir un 'no te preocupes', 'esto es sólo una operación', 'se te va a hacer tal y vas a tardar no sé cuánto tiempo en recuperarte', 'te vas a tener que dar quimio o no te la vas a tener que dar'... algún tipo de información para suavizar esa espera. Básicamente, un tranquilo que no pasa nada, que hay solución y que te puedes curar. Ya una vez que te ve el médico, en mi caso fue muy rápido, y es cuando empieza algo que para mí se ha vuelto muy habitual, el pasar todo el día en el hospital haciéndome pruebas.
¿Tuvo claro desde el principio que quería contar su enfermedad en redes sociales?
Todo surgió de la primera conversación que mantuve ese mismo días con mi mujer de camino a casa en el coche. Ella me preguntó qué pensaba hacer. Si lo decíamos ya o esperábamos. Me surgieron dudas, pero sé que soy una persona bastante conocida en la ciudad en el mundo de la abogacía, doy clases en la Universidad y también me muevo mucho en el mundo de las hermandades. Me planteé el hecho de que no decirlo podría dar lugar a que la gente hablara y me negada a que llegaran a los oídos de mis padres y, sobre todo, de mi madre comentarios hirientes. A partir de ahí decidí aprovechar el tirón que tenía en Twitter, donde ya tenía bastantes seguidores, sobre 600 por aquellos entonces, para contar abiertamente lo que tenía y que no me iba a morir. Inicialmente, reconozco, que fui un poco egoísta. Quería que la mayor cantidad de conocidos lo supiera, simplemente, para que no preguntara, pero después, esas publicaciones se han convertido en parte de mi terapia.
¿Cómo nace el #yo me curo y el #saberquesepuede?
El #yomecuro es un homenaje a Valentín García. Él sacó ese hashtag para visibilizar todo el proceso de su enfermedad y yo tuve muy claro que lo tenía que continuar. El #saberquesepuede es algo más personal. Para mi mujer y para mía la canción Color Esperanza siempre ha sido nuestro lema para afrontar distintas dificultades que hemos tenido que vivir y de las que sabíamos que se podía salir. Ésta es una más y por eso decidimos usar éste.
¿Puede decir que ha encontrado en las redes un apoyo para afrontar mejor la enfermedad?
Las publicaciones y, sobre todo, las respuestas que recibo me dan una fuerza increíble para seguir y saber que lo que hago es bueno, no sólo para mí, sino también para los demás. No se hace una idea la cantidad de personas con cáncer o que son familiares de pacientes que me escriben pidiéndome que les mande fuerzas, que me dicen lo importante que es lo que estoy haciendo con mis publicaciones. Me costó entenderlo porque para mí, yo no estaba haciendo nada. Pero la gente me insistía en la importante labor que hacía visibilizando cada paso de mi proceso contra el cáncer. He hablado por teléfono con algunos enfermos porque sus familiares me lo han pedido para darles ánimo. Y sé que he ayudado a cambiar la forma de enfrentarse a la enfermedad. Eso es impresionante.
Está cerca de superar los 7.000 seguidores en Twitter y cada comentario que publica tiene miles de reacciones. ¿Se considera un influencer?
Si ser influencer significa que yo le causo a la gente reacciones positivas, le diría que sí. Pero si influencer significa que yo me tengo que dedicara esto y vivir de esto, le aseguro que no. Yo no publico nada por obligación, todo lo hago porque me sale del corazón de verdad.
Han pasado casi tres años desde ese primer tuit que, además, has fijado en tu perfil en el que comunicabas tu enfermedad, ¿cómo se encuentra actualmente?
El tumor principal me lo extirparon, luego me hicieron una segunda operación por otras lesiones metastásicas y después me ha vuelto a hacer metástasis. Pero metástasis no significa en ningún caso muerte, significa que el cáncer ha saltado a otros sitios. Ahora mismo, tengo metástasis en el hígado y en los pulmones, pero gracias a Dios no me afecta para nada a la función hepática ni a la función respiratoria, sólo lo que me pueda afectar la quimioterapia y las medicinas que tomo, pero lo que es el cáncer en tal, no em afecta en nada. No me duele nada. Sí es verdad que me han quitado las vesícula, trozos de hígado, medio colon... mi mujer dice que cada vez estoy más delgado porque me están quitando todo de dentro. Acabo de entrar en un tratamiento nuevo de última generación que no tiene efectos secundarios, se lo aprueban a muy poca gente porque es muy caro, y aún está en pruebas en muchos pacientes, en mi caso está aprobado.
¿Qué mensaje mandaría a aquellas personas que han sido diagnosticadas o están cerca de alguien que padece la enfermedad?
Son dos mensajes distintos. Respecto a lo segundo, le diría que es muy importante esa figura de la persona que lo vive todo contigo, en mi caso, mi mujer. Ella no tiene derecho a llorar, a venirse abajo (se emociona), a hundirse, siempre fuerte, arriba porque me tiene que apoyar a mí fuerte esté como esté. A mí me manda gente mensajes de todas partes del mundo, pongo un mensaje en Twitter sobre mi estado y me llegan mil mensajes, pero a mi mujer no le llega ninguno, su apoyo son las familias y los amigos, y ella lo está sufriendo igual que yo. Les diría que les queda un camino duro, muy duro, pero que también tienen que tener ese momento de venirse abajo. Hablarlo mucho, que no sea un tema tabú.
A los diagnosticados, que tengan tranquilidad, paciencia, que confíen en la ciencia que actualmente hay mil formas de curarse, que cáncer no significa muerte. Significa un cambio en tu vida, pero se puede ser feliz con una vida nueva. Tienes tus momentos malos pero puedes ser feliz. Me ofrezco para ayudar a todo el que necesite algo a quien pueda ayudar. Para que si todo va bien poder celebrar juntos que hemos ganado.
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