Una deuda de 30.000 euros por drogas desencadenó el triple crimen

tribunales

Ricardo 'el Pollino', autor confeso de los tres crímenes, reconoció en sus declaraciones que el ciudadano turco asesinado, Mehmet Demir, le amenazó exigiendo el pago de esa cantidad.

Ricardo 'el Pollino' es conducido la semana pasada por la Policía Nacional a los juzgados de Sevilla.
Ricardo 'el Pollino' es conducido la semana pasada por la Policía Nacional a los juzgados de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz
Jorge Muñoz

11 de octubre 2017 - 07:00

Ricardo el Pollino, el asesino confeso del triple crimen de Cerro Blanco, había adquirido una deuda de 30.000 euros por drogas con el ciudadano turco Mehmet Demir. El impago de esa cantidad fue el detonante que acabó con el secuestro y asesinato del propio turco, de 55 años, de su compañera sentimental, Sandra Capitán Capitán, de 26, y de la hija de ésta, Lucía Begines Capitán, de sólo 6 años.

Fuentes de la investigación confirmaron este martes a este periódico que en sus declaraciones ante el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, primero, y ante la titular del juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla, después, el Pollino confesó que el móvil del triple crimen se debía a un ajuste de cuentas. El detenido reconoció que debía 30.000 euros a Mehmet Demir y además afirmó que éste le habría amenazado supuestamente exigiendo el pago de dicha cantidad. En el marco de esa disputa se habrían producido los asesinatos.

Ricardo el Pollino confesó la autoría del triple crimen, así como que disparó a las víctimas antes de enterrarlas en sosa cáustica -una sustancia que acelera la descomposición de los cuerpos- y bajo una losa de cemento en un pozo de la vivienda ubicada en el número 168 de la calle Cerro Blanco. El asesino confeso aseguró, no obstante, que el disparo que acabó con la vida de la pequeña Lucía no fue intencionado, sino que se habría debido, siempre según su versión de los hechos, al efecto de un rebote o una bala perdida, explicaron otras fuentes.

El Pollino confesó los crímenes, pero los otros dos detenidos, su mujer y su padre, negaron cualquier participación en los hechos. Los tres están en prisión provisional desde el pasado 3 de octubre por decisión de la juez, después de que la Fiscalía solicitara esta medida.

Los cuerpos de las tres víctimas fueron recuperados en la madrugada del 2 de octubre. Se hallaban en un estado muy deteriorado, lo que hace pensar a los investigadores que fueron ocultados poco tiempo después de la desaparición.

El turco asesinado fue detenido en 1991 con el narcotraficante Urfi Cetinkaya, 'el Paralítico'

Desde un primer momento, los investigadores de la Policía Nacional siempre vincularon a la actividad del narcotráfico la desaparición de las tres personas, que tuvo lugar el sábado 16 de septiembre. De hecho, Mehmet Demir estaba relacionado con una peligrosa organización dedicada a la distribución y venta de estupefacientes en el Polígono Sur, el barrio de procedencia de Sandra Capitán, que estaba embarazada de tres meses, y de su hija.

Los vínculos del turco Mehmet Demir con el tráfico de drogas se remontan al menos al año 1991, cuando fue detenido en Madrid en relación con la organización de su compatriota Urfi Cetinkaya, el Paralítico, considerado uno de los cabecillas de la mafia turca y que se había desplazado a España para supervisar un negocio de 45 kilos de heroína con el que iba a ganar unos 2.000 millones de pesetas, según informó en su día la Dirección General de la Policía. Urfi Certinkaya, que está inmovilizado de cintura para abajo, había llegado al aeropuerto de Barajas escoltado por un lazarillo que empujaba la silla de ruedas y acompañado de su esposa. Certinkaya tenía en su país importantes inversiones inmobiliarias y agencias de viajes.

Cerro Blanco siempre ha sido un punto caliente del tráfico de heroína a nivel nacional

Su llegada alertó a la Policía española, dado que poco tiempo antes, en 1989, había sido arrestado en su país con 308 kilos de heroína, aunque finalmente fue puesto en libertad. En la operación desarrollada en Madrid, la Policía detuvo a 12 personas, entre ellas dos españoles, cuatro yugoslavos y seis turcos, uno de ellos Mehmet Demir. La actividad declarada de los detenidos era la venta de ropa deportiva y se les intervino 46 millones de pesetas.

Al turco Mehmet Demir se le relacionó posteriormente con la hermana de uno de los jefes de un clan gitano afincado en Madrid y que también se dedicaba presuntamente al almacenaje y distribución de heroína. De esta forma, Mehmet se habría convertido en la vía de conexión de una poderosa familia turca dedicada al narcotráfico.

Desde hace años, la barriada de Cerro Blanco de Dos Hermanas ha ocupado un lugar importante en el tráfico de heroína. De hecho, Cerro Blanco siempre ha sido un punto caliente del tráfico de heroína, con una importancia a nivel nacional.

La explicación de esta relevancia está en que, al menos hace años, había una matriarca gitana especializada en la cocción y preparación de la heroína. Esto hacía que vinieran traficantes de heroína a traerle la droga pura, que procede de Turquía y suele tener su origen en los campos de amapolas de Afganistán.

La causa sigue secreta y no se descartan nuevas detenciones

La juez de Instrucción número 19 de Sevilla, Ana Escribano, mantiene la investigación por el triple asesinato perpetrado en la barriada de Cerro Blanco bajo secreto de sumario y el grupo de Homicidios de la Policía Nacional continúa realizando intensas gestiones para tratar de esclarecer totalmente lo ocurrido con el asesinato de estas tres personas. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, aseguró recientemente que la Policía Nacional sigue trabajando en este caso y no se descartan nuevas detenciones. De la misma forma, el juzgado está a la espera del resultado que puedan aportar las autopsias practicadas a los cadáveres, después de que la instructora solicitara que se hicieran pruebas complementarias de ADN a las tres víctimas, que fueron enterradas en sosa cáustica y bajo una losa de cemento en un pozo de una vivienda ubicada en el número 168 de la calle Cerro Blanco, en la barriada nazarena del mismo nombre. El delegado del Gobierno precisó además que, una vez identificados los cadáveres, se podrá esclarecer "en qué condiciones se pudieron producir las muertes o asesinatos de estas personas", así como proseguir con la investigación en torno a la autoría o participación de los hechos. Sanz no descartó que pudieran producirse nuevas detenciones en relación a este macabro crimen. La Policía detuvo poco después a dos mujeres por un delito de desorden público, por haber creado bulos que generaron el pánico en un colegio de la localidad nazarena.

stats