Un detenido en el Polígono Norte por la muerte del 'gorrilla' de El Cerezo

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El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional arresta al agresor del aparcacoches que murió tras recibir dos puñaladas en el pecho en el curso de una reyerta

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Entrada al bloque de la calle Los Romeros en el que se produjo otra reyerta.
Entrada al bloque de la calle Los Romeros en el que se produjo otra reyerta. / M. G.
C. V. G.

12 de mayo 2023 - 08:33

La Policía Nacional detuvo este jueves a un hombre en Sevilla como presunto autor de las puñaladas que acabaron con la vida de un joven marroquí de unos 30 años hace menos de una semana en la barriada de El Cerezo. La detención se produjo en una vivienda de la calle Hermano Pablo, en el Polígono Norte, donde el arrestado, un ciudadano de origen colombiano, tendría su domicilio. El caso ha sido resuelto por el Grupo de Homicidios, que se hizo cargo de la investigación tras los hechos, la madrugada del pasado miércoles 3 de mayo.

Como adelantó este periódico, la víctima es un indigente que se dedicaba a aparcar coches en una bolsa de aparcamiento en superficie que existe en la avenida de San Lázaro. Allí mismo residía, en un viejo Citroën Xsara abandonado, en el que horas después de la reyerta todavía podía apreciarse el desorden y la suciedad.

Esa era la improvisada vivienda del aparcacoches. Según cuentan algunos de sus compañeros, la noche del martes al miércoles fue a pedirle un porro a un grupo de personas de origen latino, que sabía que vendían estupefacientes. No se lo dieron y comenzaron a discutir. Esa pelea derivó en una reyerta y posterior apuñalamiento del marroquí.

Como consecuencia, la víctima resultó gravemente herida y, antes de que llegaran los servicios sanitarios, el aparcacoches entró en una situación de cardiorrespiratoria y falleció, sin que los médicos pudieran hacer nada después por salvarle la vida ni las maniobras de reanimación a las que fue sometido tuvieran éxito.

Según indicaron a este medio algunos jóvenes latinos que dialogaban horas después del incidente con los marroquíes que aparcan coches en la misma bolsa de aparcamiento en la que trabajaba el fallecido, éste no era una persona violenta y no "había pasado nada" para que se entablara una reyerta que terminó con una muerte sin sentido. Varios vecinos lamentaron la conflictividad que está sufriendo el barrio en los últimos tiempos, y la relacionaron con el cada vez mayor consumo de drogas.

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