La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
SEVILLA
Miguel Belló (Puertollano, 1961) se licenció con matrícula de honor en ingeniería aeronáutica en la promoción de 1983 de la Universidad Politécnica de Madrid. 40 años después, el ingeniero capitantea el arranque de la Agencia Espacial Española en Sevilla, cuya puesta en marcha se ha realizado en tiempo récord. Una velocidad que ha sido alabada por la propia NASA y que ha permitido que España haya sido invitada, por primera vez, al G20 del espacio. Belló, en su papel como coordinador del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Aeroespacial, se muestra agradecido con la capital hispalense, que ha sabido acoger a la institución como esa puerta a la creación de empresas y de empleo que tanto necesita.
En el horizonte hay iniciativas revolucionarias para España, que el director provisional de la Agencia desgranó durante la cumbre Space & Defense Sevilla Summit 2023, celebrada la semana pasada. Acaban de lanzar el primer proyecto nacional de misión geoestacionaria de distribución de claves cuánticas para garantizar el intercambio seguro de información. También han suscrito un acuerdo con Portugal para desarrollar una constelación de satélites de observación de la Tierra.
-¿Cuál es el balance de este primer semestre de vida de la Agencia Espacial Española?
-Siempre somos críticos. Podríamos haberlo hecho mejor y más rápido, pero crear una Agencia estatal de cero lleva su tiempo. Lo que más nos ha impresionado ha sido la respuesta internacional, porque ha levantado muchísimo interés en todo el mundo. La Agencia India de Investigación Espacial, que con sus misiones a la Luna es una de las que está más de moda, ha venido a pedirnos acuerdos bilaterales de colaboración. Lo mismo ha ocurrido con Malasia, con República Checa o con Argentina. Hemos tenido interlocución con todos los actores que han querido hablar con España y que antes no podían. Por otro lado, vamos formando el equipo. Las primeras personas llevan ya meses trabajando aquí y, poco a poco, se incorporarán nuevos profesionales a cada uno de los departamentos. Lo cierto es que desde el 20 de abril estamos trabajando y estamos alcanzando mayor grado de operación con nuestra representación en la Agencia Espacial Europea o en Naciones Unidas. Poco a poco vamos cogiendo más músculo y esperamos tener las 80 personas que conforman el equipo inicial lo antes posible.
-Precisamente una de las grandes incógnitas es el número de personas que hay en este momento en la Agencia y en qué estado está el grado de incorporación de personal.
-Toda la dirección está desde el mes de junio. Tenemos también la parte de Relaciones Institucionales, que lleva seis meses trabajando en Sevilla. Hay 10 o 12 personas que llevan todos los temas administrativos, de recursos humanos y financieros. El pasado agosto sacamos ocho vacantes para plazas de funcionarios y en los próximos días sacaremos 20 vacantes más. De los 12 profesionales iniciales que venían de Defensa, ya tenemos a los primeros y estamos esperando al resto. Del INTA viene una persona y del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación vendrá todo el equipo de Espacio a Sevilla este miércoles . Todo está siguiendo los pasos que preveíamos, pero no ha habido ningún parón.
-La creación de la Agencia es una de las líneas del PERTE aeroespacial, ¿en qué estado están el resto de líneas?
-Prácticamente el 90% está en concurso. Va muy avanzado. Todos los proyectos del PERTE han salido, se están desarrollando y estamos con unas cifras de inversión por encima de las inicialmente previstas. De hecho, algunas de las líneas ya están acabadas como las obras del proyecto CEUS en Huelva.
-De todos los proyectos en los que está implicada la Agencia, ¿cuál cree que es el más rompedor?
-Distinguiría tres. Vamos a ser capaces de gestionar claves cuánticas, que es fundamental en comunicaciones. Por otro lado, la constelación atlántica de observación de la Tierra, por su impacto en cuestiones como el cambio climático y desastres naturales. El tercero sería el lanzador de pequeño satélites, porque garantizará esa autonomía que necesitamos para no depender de terceros cuando queramos poner objetos en órbita.
-¿De estos proyectos cuál es el más beneficioso para la ciudadanía?
-Todos tienen impacto en la ciudadanía, pero muchas veces la sociedad no lo percibe. Por ejemplo, España va a liderar un programa que se llama LEO-PNT de posicionamiento por satélite. Todos los días utilizamos el GPS, que es el sistema americano, o Galileo, que es el europeo. Simultáneamente estamos en contacto con 15 o 16 satélites que van cambiando según te mueves con tu coche. Al final del día has usado 80 satélites de navegación y no eres consciente de que es el espacio el que te ayuda a hacer eso. Los negocios como Uber o deliveries funcionan, porque existe el espacio satelital. Esto ha permitido que se creen millones de trabajos. No hemos sabido transmitir a la sociedad lo importante que es el espacio para ellos. El día que se apaguen los satélites nuestra vida será más miserable.
-¿Hay un demanda real de estas tecnologías o atiende a un boom relacionado con la innovación?
-Lo que hay es un futuro. Tenemos que llegar a la Luna y a Marte. Los recursos en la Tierra alcanzarán el límite en algún momento. Ahora mismo somos 7.000 millones de personas y se cree que llegaremos pronto a los 10.000 millones, pero el terreno cultivable es el mismo. Estamos destinados a habitar otros planetas en algún momento a través de una tecnología que tenemos que desarrollar ya. El espacio no resuelve nada de por sí, pero ayuda a tener los datos para desarrollar ciertas políticas relacionadas con el cambio climático por ejemplo. En España tenemos excelentes empresas y hemos visto que, en todos los territorios, hay nuevas compañías que están irrumpiendo y dan una imagen distinta de nuestro país.
-¿Cómo se juega la partida en un campo sin reglas? Teniendo en cuenta además que el resto de jugadores son multimillonarios.
-Ese es un problema de Europa, porque las constelaciones norteamericanas son realizadas por millonarios que se pueden permitir el lujo de esas inversiones. En Europa no las tenemos y debemos desarrollar sistemas que sean capaces de competir para no depender tecnológicamente. Es un tema que preocupa mucho. El espacio es un activo fundamental y tenemos que ser capaces de desarrollarlo, despegarlo, poner objetos en órbita y protegerlos.
-¿Cómo será Cumbre Espacial que se celebrará en noviembre en Sevilla?
-Es una gran puesta de largo y escaparate para la Agencia Espacial Española y para Sevilla. Vendrán ministros de la Unión Europea y de la Agencia Espacial Europea. No son los mismos en ambas instituciones. También tendremos ministros de Iberoamérica y directores de agencias espaciales. Por otro lado, vendrá la NASA. Todo el ecosistema espacial de América y de Europa estará reunido en Sevilla durante una semana. Europa decidirá temas determinantes como el futuro de lanzadores o de la exploración. En clave con América queremos aumentar la colaboración.
-¿Cómo será la relación entre la Agencia y los sevillanos?
-Estamos encantados de estar en Sevilla y de su recepción a la Agencia. Que la institución esté aquí propiciará que muchas empresas que quieran instalarse en España, piensen hacerlo en Sevilla. Será un tractor para atraer inversión. Por otro lado, queremos tener una relación especial con las universidades. Necesitamos recursos humanos y queremos potenciar este vínculo para ello. También nos gustaría tener relaciones especiales con los colegios de la ciudad para que puedan visitar nuestra sede. De algún modo, queremos responder al cariño que sentimos desde Sevilla.
-¿Ha estado alguna vez en duda que la sede estaría en la ciudad después de su elección?
-No. Estamos tardando más de lo que nos gustaría, pero estamos al trabajo y seguimos en esa línea.
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