Las 'setas' despiertan más interés que la Catedral para visitar Sevilla
Informe sobre turismo
El patrimonio es el aspecto más valorado por los turistas, muy por encima de la visión “festiva” que se tenía de la ciudad antes de conocerla
Los turistas que vienen a Sevilla tienen más interés por ver las setas que la Catedral. Así se desprende del informe elaborado por el Consorcio de Turismo relativo al segundo trimestre de 2018, en el que se pregunta por los lugares de la ciudad que tienen pensado visitar y de los que se han informado con antelación. En este listado el Alcázar ocupa la principal posición. Un monumento seguido de dos barrios: Triana y Santa Cruz. El estudio desvela también el cambio de opinión de los turistas una vez que han estado en la capital andaluza. La visión de la ciudad se altera bastante, ya que, aunque la riqueza monumental sigue siendo el aspecto más valorado, cuestiones como la amplia variedad de tapas y el disfrute del río se anteponen a otros atractivos como el flamenco y las fiestas populares.
Se trata de la primera encuesta del Centro de Gestión de Datos Turísticos, en la que se formulan preguntas distintas a las que se hacían en otros estudios sobre satisfacción. Uno de los datos que más llama la atención concierne a los lugares o monumentos que desean ver los visitantes cuando acuden a Sevilla. La palma se la lleva el Alcázar. El antiguo palacio mudéjar es el que más interés despierta. El 83% de los participantes lo eligen como primera opción. Esta preferencia se constata en el número de visitas registradas entre enero y junio, cuando a sus dependencias accedieron 938.985 personas, es decir, se rozó el millón, lo que rompió su techo histórico. El aumento interanual fue del 6,86%. La tendencia alcista también se constató en el segundo trimestre al que se refiere la encuesta.
El incremento obedece, en parte, a las mejoras introducidas por el Patronato que gestiona este monumento, entre las que destaca la venta anticipada de entradas por internet y por teléfono móvil (lo que evita que se tengan que esperar largas colas). El auge turístico del Alcázar no se ha visto afectado, de momento, por el trágico suceso acaecido el pasado 16 de mayo, cuando la caída de una gran rama en el Patio del León acabó, meses después, con la vida de un visitante sevillano. Las últimas semanas se han seguido registrando incidentes similares, aunque sin tener que lamentar víctimas ni heridos.
Tras el palacio mudéjar, Triana y Santa Cruz son los otros dos lugares que más interés despiertan a la hora de visitar la capital andaluza. Les siguen la zona comercial del centro, la Plaza de España y en sexto lugar aparecen las setas de la Encarnación. El complejo diseñado por Jürgen Mayer para la zona –abandonada durante décadas– en las que estuvo el primitivo mercado de abastos adelanta a la Catedral en intención de visita. Por tanto, uno de los principales legados del alcalde Monteseirín se ha convertido ya en icono de Sevilla para quienes quieren venir a conocerla.
Antonio Jiménez, gerente del Consorcio de Turismo, considera que el motivo de este interés se debe, en buena medida, a la polémica que generó en su día y a las múltiples referencias que de esta obra se han hecho en diversos medios especializados, en concreto, los de arquitectura, lo que lleva a que sean muchos los turistas los que quieran verla cuando llegan a la ciudad hispalense y romper, así, el binomio clásico del Alcázar y la Catedral. Las setas se convierten en un polo de atracción que beneficia a toda la zona norte del Casco Antiguo, de hecho, la Alameda y el entorno de la calle Feria y San Luis (que poseen un gran valor monumental también) aparecen como el octavo lugar de interés para los turistas. Esta situación era difícilmente creíble hace dos décadas, cuando este enclave era uno de los más degradados de la ciudad. Hoy día la imagen que presenta es completamente distinta, hasta el punto de que sus calles registran una alta concentración de pisos turísticos, lo que también ha provocado la alarma y las críticas por la saturación de este tipo de alojamiento para visitantes.
El resto del listado lo componen otros lugares, cuyo interés por visitarlo resulta mucho menor. Se trata de zonas y monumentos como la plaza de toros, el Parque de María Luisa, la Macarena o la Casa de Pilatos. Llama la atención que en esta clasificación no aparezcan templos como el Salvador o el Caixafórum, y ello pese a que el balance turístico del primer trimestre confirmaba unos incrementos espectaculares en número de visitas. Este hecho obedece a que el ranking del Consorcio analiza la intención de los turistas. Cosa bien distinta es lo que finalmente hagan cuando se encuentran en suelo sevillano.
Igual ocurre en cuanto a la imagen que tienen de la ciudad antes de acudir a ella. Se trata del segundo aspecto que más llama la atención de la encuesta. En este sentido, hay un hecho inalterable: el peso patrimonial de la capital de Andalucía sigue siendo lo más valorado antes y después de recorrerla. Un factor que, en todo caso, se revaloriza una vez que se ha visto. De este apartado se desprende que muchos de los turistas tienen una visión bastante tópica de Sevilla, percepción que cambia cuando se ha conocido.
Para constatar la alteración conviene analizar las distintas facetas de la ciudad por las que se pregunta. Antes de venir, los visitantes destacan como segunda característica más importante el flamenco, como tercera los rodajes cinematográficos (por su aparición en series y películas) y como cuarta las tapas que se degustan en sus establecimientos hosteleros. Pues bien, una vez aquí, la ciudad de los tablaos flamencos pierde peso y su lugar lo ocupan las tapas, un modelo gastronómico que triunfa entre quienes acuden a conocer Sevilla y que se antepone a la oferta de mesa y mantel.
Si hay un aspecto que los turistas valoran y que resulta llamativo es la importancia que otorgan a la integración del río con la ciudad. En este punto, Antonio Jiménez incide en que todavía se critica que Sevilla “viva de espaldas al Guadalquivir”, una carencia negada por los turistas, que opinan lo contrario, debido a las múltiples alternativas que ofrece la dársena para ellos, como el Muelle de Nueva York, las nuevas dependencias de Marqués del Contadero, los deportes acuáticos o las excursiones fluviales. “Ellos disfrutan más del río que nosotros”, apostilla Jiménez.
También aumenta por quienes ya han visitado la ciudad la concepción de Sevilla como urbe cosmopolita y baja la importancia otorgada a las fiestas populares. “Esta primera encuesta demuestra que quienes vienen se llevan una imagen distinta de la capital hispalense, pues no se trata de una ciudad en la que predominen los estereotipos que nos han marcado durante décadas, sino que se trata de una urbe más cosmopolita y que aporta muchos aspectos interesantes a los visitantes, más allá de su patrimonio, como puede ser la gastronomía y la oferta cultural”, explica el gerente del Consorcio.
El Año Murillo contribuye también a forjar la imagen de la ciudad. La conmemoración de los cuatro siglos del nacimiento del pintor barroco ha logrado que se identifique a Sevilla con su obra y, aunque aparece al final del referido listado, es una muestra de la importancia que logra este tipo de celebraciones culturales para seguir atrayendo a turistas dispuestos a acudir a museos y exposiciones temporales.
Las señales y el tráfico deben mejorarse
La Encuesta de Coyuntura Turística también pregunta a los visitantes por el grado de satisfacción de diversos aspectos urbanos. El más valorado es la oferta cultural, al que responden con la nota más alta casi el 70% de los entrevistados. Le siguen los espacios verdes y la movilidad peatonal. En este último aspecto, el gerente del Consorcio de Turismo, Antonio Jiménez, incide en la necesidad de crear “tránsitos peatonales” entre los diversos enclaves monumentales, lo que facilitaría la dispersión de los visitantes y que éstos no se quedarán sólo en la zona más recorrida, la que une el Alcázar con la Catedral. También se pregunta por los comercios, las señales turísticas, la limpieza y el tráfico. Todos ellos logran la satisfacción generalizada de los encuestados, aunque, eso sí, la señalización e información turística y el tráfico son los aspectos en los que mayor es el porcentaje de descontento, aunque en ningún caso alcanza el 15% de los entrevistados.
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