Desfile del Orgullo 2024 en Sevilla: Una bandera que abraza a todos frente al odio
SEVILLA
Miles de personas se congregaron este sábado para celebrar el amor libre y reivindicar los derechos del colectivo LGTBI
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El mercurio ha dado una tregua a uno de los días más especiales del año. Si algo caracteriza la jornada en la que tradicionalmente se celebra el Orgullo es el excesivo calor que se combate con pistolas de agua desde las carrozas y con abanicos en la calle. Este sábado hubo menos armas –de plástico, entiéndase– y los abanicos con la estampa del arcoíris sirvieron como un complemento indispensable para portar mensajes de apoyo a la histórica lucha del colectivo LGTBI. Pero más allá del clima –que esto no es un parte meteorológico– lo de este sábado fue una fiesta con mayúsculas, de todos los colores y para todas las edades.
Muchas familias aguardaban al cortejo –como si de la Cabalgata de Reyes se tratara– en la avenida de Menéndez Pelayo, justo al lado del punto de partida a eso de las 19:00 horas. Entre la multitud, llamaban la atención esos pequeños –que apenas levantaban un palmo del suelo– portando banderas arcoíris, collares hawaianos e incluso muñequeras y calcetines altos multicolores. Orgullosa de mis mamás decía la camiseta de una pequeña a hombros de su madre, que llevaba una con el mismo estampado pero diferente lema: Orgullosa de mi familia. La alegría era palpable cuando sonaron los primeros toques de tambor de la batucada Rua Ruido, indicando que la manifestación –y la fiesta más universal que se conoce– acababa de arrancar.
La presencia del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, fue una verdadera sorpresa, puesto que su participación no estaba anunciada de forma oficial. El año pasado, recién investido como primer edil, no acudió a la manifestación y el jueves tampoco estuvo durante el pregón de Pastora Soler. Este sábado sí que participó y aseguró que “toda la ciudad está con el colectivo LGTBI celebrando los derechos conquistados y defendiendo las libertades individuales de cada uno”.
Y si la consigna elegida este año ha sido Juventud, diversa, libre y orgullosa, eso hubo. Dentro de las 18 carrozas –casi nada– y en las calles. Todo un espectáculo en movimiento. Avanzó sin parar por Recaredo para enfilar hacia el centro por Puñonrostro, Puerta Osario, Jáuregui, Juan de Mesa y Almirante Apodaca. Un serpeante recorrido en el que no faltaron las pancartas reivindicativas. ¿Para cuándo el día del orgullo hetero?, ironizaba una, mientras otra recordaba la lucha de grandes figuras andaluzas como Federico García Lorca o Cristina Ortiz La Veneno.
La denuncia marida en esta marcha con una fiesta para todos. No sólo para la treintena de entidades que participan, también para los que van a pie junto a las carrozas. Dentro, la celebración está servida. Suena el claxon sin parar en la de Airbus, mientras los altavoces proyectan un house comercial que pone a todos a bailar. La de detrás, lleva una disc-jockey pinchando Please don’t stop the music de Rihanna. En la siguiente, el estribillo de I will survive, de Gloria Gaynor, estalla junto a una lluvia de confeti y serpentina. En otra, se sirven de varias pistolas de pompas de jabón –mejor que las de agua– para acompañar Veneno pa tu piel de La Veneno.Y en una de las últimas, un joven dispara a la multitud con una pistola de humo mientras retumba Played a Live de Safari Duo. No falta el clásico A quién le importa, versionado por una charanga que se abre hueco entre tanto bafle. Una auténtica lluvia de estímulos.
Como esta ciudad se caracteriza por la paciente espera en puntos estratégicos, en Las Setas no cabía un alfiler. Como tampoco en la Alameda de Hércules, punto final del recorrido al que llegaron los participantes –ya a pie– para leer el manifiesto. En este enclave –el rincón de la libertad, que lo llamó Pastora el jueves– todas las banderas ondeaban a compás. O al menos eso parecía. La transexual, la bisexual, la intersexual, la pansexual... Y muchas más. Pero, sin duda, la del arcoíris era predominante. Esa que representa la libertad, la tolerancia, el respeto, la inclusión y el amor libre. Esa que defiende una lucha a la que aún le queda recorrido por andar. Esa, la única, que abraza a todos sin excepción frente al odio.
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