El desconcierto reina en las gasolineras de Sevilla el primer día que bonifican el combustible
Ninguna estación de servicio ha cerrado en la provincia, pero se han vivido momentos de tensión por el nuevo procedimiento
Los problemas informáticos para gestionar el descuento han protagonizado la jornada
Colapso en el sistema de cobro de las gasolineras de Repsol de Sevilla
"El único servicio que me queda por prestar es el de psicóloga". La frase la pronuncia Alicia Lara, encargada de la gasolinera que la compañía Repsol posee a la entrada de Torneo Parque Empresarial, al norte de Sevilla, muy próxima a la ronda Supernorte. Desde que llegó bien temprano este viernes, además de su responsabilidad cotidiana, ha tenido que salir constantemente del despacho para informar a los clientes de cómo se gestiona la bonificación de 20 céntimos que el Gobierno proporciona por cada litro de combustible. Es el primer día de dicha rebaja y el "desconcierto, la desinformación y la indignación" reinan entre los responsables de las gasolineras por la forma en la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha tramitado la medida social.
"Muchos clientes están perdidos con esta cuestión. Pero lo peor es que nosotros, encargados y trabajadores, tampoco lo tenemos claro del todo", afirma Lara, que acaba de ser entrevistada por una cadena de televisión. Hay cola para pagar. No demasiado larga. A primera hora fue mayor. La llegada de clientes resulta más importante que otros días, aunque no se ha producido la avalancha que se temía. Una situación que se repite en la mayoría de las estaciones.
Las gasolineras de Repsol han pasado este viernes de cuaresma su particular vía crucis. Como informó la compañía y la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio de Sevilla (APES), a primera hora de la jornada se ha producido un colapso en el sistema de cobro al intentar aplicar la bonificación en la factura. Un incidente que ha generado largas colas de conductores, que han llegado a esperar hasta 20 minutos para pagar.
En algunas de ellas el problema ha sido de tal magnitud que los encargados se han visto obligados a dejar de prestar servicio por algún corto periodo de tiempo, según señala la APES. En otras, no se ha podido aplicar el descuento de 20 céntimos. Así le ha ocurrido a un cliente de una estación cercana a Santiponce, que al repostar su moto le avisaron de que en ese momento, por el fallo informático, resultaba imposible la rebaja. La propia compañía, mediante el sistema de mensajería que posee con los clientes fidelizados, les ha informado de la incidencia y del proceso para reclamar la bonificación.
El problema ha ido a mayores y, según la patronal de gasolineras sevillanas, el sistema Solred de Repsol (canal informático de la empresa) también "se ha caído", por lo que ha resultado imposible cobrar ni hacer descuentos. Un auténtico caos que ha obligado a suspender temporalmente el servicio.
Ésta ha sido la principal incidencia en una jornada en la que ninguna gasolinera sevillana -según siempre la APES- ha cerrado. No obstante, se han vivido horas de mucha tensión, como refiere Alicia Lara, que ha no dejado de informar a los clientes que preguntaban asombrados por los precios de los combustibles que indicaban los paneles de entrada. Una confusión que se aclara cuando al pasar por caja. El decreto que regula tal medida establece que la rebaja debe aparecer en el ticket, no en los paneles. Aunque aquí tampoco está del todo claro, puesto que algunas gasolineras también muestran el descuento en los dígitos del surtidor.
"Esto está siendo un poco caótico", lamenta Lara. En la gasolinera de la que es encargada el litro de diésel está a 1,859 euros. Al aplicársele la bonificación, se queda en 1,659. Un cliente que acaba de repostar ha pagado 30 euros, pero el ticket de la caja refleja 33,61, el equivalente a la cantidad de combustible del que ha resultado beneficiado tras aplicarse el descuento. Un cálculo de matemáticas que algunos conductores comprenden, otros no y otros tantos llevan demasiada prisa para entrar en detalles.
En Torneo Parque Empresarial existen varias gasolineras. Además de la de Repsol, se encuentran Q8 y Senda 5, donde el litro de diésel está a 1,88 euros y el de gasolina, mucho más barato, 0,919. Una alteración que lleva tiempo produciéndose y que se evidencia en otras estaciones de servicio. Un empleado de Senda 5 afirma que por la mañana ha venido un importante número de clientes y que la afluencia es mayor que la de otros días, sin llegar a registrarse grandes colas. Muchos de los conductores, sin embargo, admiten que no tenían constancia de que este viernes entraba en vigor la bonificación del combustible.
En toda la zona, la gasolinera que más cliente acumula es la low cost del gigante norteamericano Costco. Hay una larga cola para repostar. Una vigilante de seguridad se encarga de indicar a los conductores y ocupantes de vehículos dónde se han de colocar. El tiempo de espera para llegar a los dos núcleos de surtidores oscila entre los 40 minutos y la hora. Algunos desisten. No les sale rentable. "El dinero que iba a ahorrarme me lo iba a gastar mientras esperaba, con el motor en marcha, en la cola", refiere un sevillano, que hace un cambio de sentido (no permitido) para evitar quedarse "atascado" en la hilera de coches.
"Financieras" del Estado
La mayoría de los encargados de gasolineras con los que se ha puesto en contacto este periódico han expresado su malestar con una medida que "ha recaído sobre nuestros hombros y bolsillos", como refiere el empleado de una estación de servicios cerca de La Algaba. En este este punto, Alicia Lara, responsable de la gasolinera de Repsol en Torneo Parque Empresarial, se muestra muy contraria a la fórmula planteada por el Gobierno, mediante la cual estos empresarios han de adelantar la bonificación. En dicha estación cada semana acuden a llenar los depósitos dos camiones con 68.000 litros cada uno. El coste roza los 50.000 euros por surtido, unos 100.000 euros semanales.
Según la APES, por cada día que pase a partir del 1 de abril, una estación de servicio media tendrá que adelantar más de 1.000 euros al día, lo que supone 33.000 euros al mes. “Esto es materialmente imposible para muchas estaciones de servicio. Somos gasolineros, no banqueros”, refiere la patronal. Una queja que repiten los profesionales del sector con los que ha hablado Diario de Sevilla.
Especialmente gravoso resulta el adelanto de la bonificación para las gasolineras que no están respaldadas por compañías de combustible. "Nos están estrangulando", refiere el empleado de una estación de servicio cercana al barrio de San Jerónimo. En ella acaba de repostar un cliente. Ha llenado el depósito con 26,63 litros. Hasta el jueves le hubiera costado 50,57 euros. Con la rebaja ahora le sale 45. No obstante, este conductor considera que la medida beneficia especialmente a los transportistas que conducen camiones, no tanto a los turismos.
El encargado de esta estación también admite que algunas gasolineras han inflado los precios los últimos días para "ahorrarse" la bonificación. Un encarecimiento que la APES ha negado, pero que los trabajadores demuestran con fotos de paneles de jornadas anteriores. "El tener que ejercer de financiera del gobierno provoca estas pillerías", afirma un empleado que acaba llenar el depósito de un cliente. El lunes habrá balance de la patronal, que representa a un centenar de asociados (algunos con dos o tres gasolineras a su cargo). En toda la provincia de Sevilla existen 400 estaciones de servicio, que dan trabajo a 2.000 personas.
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