La descarga eléctrica le entró a Álvaro Prieto por el abdomen y le salió por las manos

Los primeros análisis forenses revelan marcas de entrada y salida de la descarga eléctrica en el cuerpo de Álvaro Prieto, el joven cordobés de 18 años cuyo cuerpo fue hallado este lunes en un tren cerca de la estación de Santa Justa. Todo apunta a que el chico murió electrocutado tras haberse subido al techo del tren y haber tocado el pantógrafo, el brazo articulado que toma la energía de la catenario, con su abdomen.

El cadáver presenta una marca de entrada de la descarga en esta zona del cuerpo, mientras que tiene las de salida en las manos, según informaron a este periódico fuentes de la investigación. Estos datos avalan la hipótesis más sólida con la que trabaja la Policía, la de una muerte accidental del joven, que tendrá que ser confirmada una vez que se tengan los resultados definitivos de la autopsia.

Álvaro Prieto, nacido en Ucrania hace 18 años, desapareció el 12 de octubre en la estación de Santa Justa. Los investigadores creen que murió esa misma mañana, dado el estado de descomposición que ya presentaba el cuerpo. El cadáver fue encontrado casualmente por dos periodistas que grababan unas imágenes y vieron unas piernas saliendo del acople entre dos vagones. Estaba en un tren en reparación que no circulaba desde el 24 de agosto, aunque sí estaba siendo sometido a movimientos técnicos.

Los Bomberos del Ayuntamiento de Sevilla rescataron el cuerpo del lugar en el que estaba atrapado. Tuvieron que hacer un trabajo extremadamente delicado y muy técnico, pues era fundamental preservar las manos y las huellas dactilares de cara a la posterior identificación del cadáver. Al tratarse de una persona adoptada, la dificultad para identificarlo mediante ADN era mucho mayor, ya que no había muestras para cotejar.