El desafío de los colegios del Casco Antiguo de Sevilla: sólo cinco llenan las aulas de Infantil

Educación

La bajada de la natalidad y la presión turística dejan una cuarta parte de la oferta sin cubrir

La Salle La Purísima ya ha anunciado el cierre, del que por ahora se salva el Calderón de la Barca

La natalidad se desploma en Sevilla con 3.000 niños menos en una década

Padres y madres esperando la salida de alumnos del colegio concertado La Salle La Purísima. / Juan Carlos Vázquez

La crisis de natalidad y la presión turística juegan en contra de los colegios del Casco Antiguo de Sevilla. Si la falta de niños es ya algo habitual en casi todos los distritos de la capital andaluza, la ausencia paulatina de vecinos empeora esta situación en el centro de la ciudad, donde el ámbito educativo es uno de los principales perjudicados. Los datos de la pasada escolarización lo dejan claro: sólo cinco centros, de los 19 que pertenecen a esta demarcación, lograron llenar sus aulas de Infantil de tres años, edad con la que se garantiza una plaza para el resto de las etapas escolares. Dicha relación era impensable hace una década, cuando la demanda de puestos sobrepasaba con creces la oferta pública y concertada. De aumentar la ratio por encima de lo aconsejable a tener aulas semivacías, una situación que ha llevado a que la La Salle La Purísima tenga que cerrar en la calle San Luis y a que en el Calderón de la Barca, en Castellar, se lo hayan planteado.

"Ahora me tengo que poner a buscar colegio". Mariola Calvo no contaba con que de nuevo recurriera a este proceso. Su hija está escolarizada en La Salle La Purísima, donde el centro ha anunciado recientemente que el próximo curso no ofertará plazas de tres años, lo que supone el cierre paulatino del colegio, que pondrá fin a su actividad docente dentro de nueve cursos. Esta madre pensaba escolarizar a su segundo hijo también en dicho centro, pero la noticia rompe por completo los planes de conciliación. Habrá de sacar a su hija de allí y llevarla al colegio donde pueda entrar su hermano.

La situación de Mariola la sufren otras familias de La Salle, que lamentan la falta de información del centro, que ha avisado de tal decisión a menos de un mes del proceso de escolarización. Así lo explica Teresa, quien considera que el centro ha tomado esta decisión sin contar con la opinión de los padres, lo que provoca problemas de conciliación, puesto que se verán obligados a escolarizar a sus hijos en centros diferentes del Casco Antiguo. "No han querido que luchemos por mantener La Salle porque a ellos no les sale rentable, cuando la Junta de Andalucía no tiene problema alguno en continuar con la línea de Infantil", refiere esta madre.

Turistas por niños

Preguntada por tal medida, la Salle Andalucía indica a Diario de Sevilla que se trata de "un traslado, no de un cierre". "Es una decisión estratégica, destinada a fortalecer nuestra viabilidad y sostenibilidad a medio y largo plazo", explica la institución académica, que admite el "desafío" que supone actualmente mantener un colegio abierto en el Casco Antiguo, "debido a la disminución de la natalidad y la presión turística". Unos factores que han provocado que el centro de la calle San Luis se traslade al de Felipe Benito. "Este movimiento nos permitirá consolidar nuestros recursos para seguir ofreciendo la educación de calidad que nos caracteriza, al tiempo que nos adaptamos a los desafíos presentes en el Casco Antiguo", abunda La Salle.

Esta "solución", sin embargo, no responde a las expectativas de las familias. Al tratarse de centros concertados sus plazas forman parte de la oferta pública, por lo que se someten a los criterios fijados en el decreto de escolarización de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP. Por tanto, los condicionantes que más puntos otorgan para lograr un puesto en Felipe Benito son el de contar con un hermano en dicho centro y la domiciliación. Para esto último resulta fundamental residir en el distrito educativo al que pertenece el colegio, distinto al de La Purísima, por lo que las familias juegan en clara desventaja.

Así lo explica Rosa Corzo, antigua alumna de La Purísima, que viviendo en la Alameda decidió matricular a su hija en en el colegio donde ella estudió. Un propósito que ahora complica sus planes de conciliación, pues a su segundo hijo no podrá llevarlo ya a este centro educativo. Lamenta que la dirección de La Salle tuviera planteado el cierre meses atrás y no lo haya comunicado hasta ahora. También advierte de la dificultad para que sus hijos acudan al Felipe Benito. "Es prácticamente imposible si no vives en ese distrito", admite.

La última escolarización

La Salle La Purísima sólo registró en la pasada escolarización nueve solicitudes para 25 plazas de Infantil. Se quedaron 16 puestos vacantes. Una cifra muy abultada para un centro concertado en el que las cuotas que pagan las familias resultan esenciales para la sostenibilidad económica. No muy lejos de allí, el Calderón de la Barca también cerró este proceso con un elevado número de plazas sin cubrir, 20. Sobre este colegio ha circulado los últimos días el rumor de un posible cierre, "ante los problemas financieros por la falta de demanda", apuntan algunas familias. Este periódico ha querido constatar dicho extremo con la dirección del centro concertado, sin que haya obtenido respuesta. Ha sido la Delegación territorial de Educación la que ha confirmado que la única eliminación prevista en el Casco Antiguo es la unidad de tres años en La Salle, por lo que continuará la del Calderón de la Barca.

Los últimos años, los únicos colegios del centro en los que se ha aumentado la oferta en Infantil han sido las Esclavas (concertado) y Jardines del Valle (público), con una unidad más en cada uno. En 2023 presentaron excedente de demanda de escolarización. Esta situación se produjo sólo en cuatro centros del Casco Antiguo. A los ya mencionados se sumaron las Salesianas de San Vicente y San Cayetano. En las EEPP Sagrada Familia-Nuestra Señora de los Reyes se logró el ajuste, 25 solicitudes para 25 plazas.

En 14 colegios de este distrito hubo vacantes. Las cifras más altas, además de en La Salle y el Calderón de la Barca, se registraron en los dos centros de la calle Mateos Gago, el CEIP San Isidoro (15 plazas libres) y el concertado que lleva el mismo nombre (14 vacantes), el Ángela Guerrero (el único de educación diferenciada con 16 puestos sin cubrir), las Trinitarias (20 de una oferta de 50) y las Mercedarias (14). Cifras que podrían aumentar los próximos cursos, pues la natalidad sigue desplomándose y cada vez hay más pisos turísticos en el corazón de la ciudad.

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