El derribo de Los Pajaritos se inicia con año y medio de retraso
Urbanismo
La demolición de los cuatro primeros bloques de pisos estaba prevista para marzo de 2013. No se ha contratado a ningún vecino de la zona para estos trabajos, que durarán un mes.
El ruido de las máquinas despertó ayer a los vecinos de Los Pajaritos. Tras décadas de espera se hacía realidad la promesa: comenzaba la demolición de los cuatro bloques de pisos que serán sustituidos por unos nuevos. El derribo llega con casi año y medio de retraso, pues el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, prometió en una visita que realizó al barrio con la ministra Ana Mato en 2012 que las obras se acometerían en marzo de 2013. En estos trabajos -valorados en 237.282 euros- no se ha contratado a ningún vecino de la zona, debido a la especialización requerida. Los inquilinos de estas viviendas se encuentran ya realojados, la mayoría en el edificio puente de la Avenida de Andalucía. La construcción de los nuevos pisos costará cerca de seis millones.
La calle Flamenco era ayer el epicentro del barrio de Los Pajaritos. La alta tasa de desempleo y las vacaciones -son muy pocos vecinos los que pueden disfrutarlas fuera- convirtieron esta vía en centro de reunión de amas de casa y parados que comprobaban cómo una máquina de grandes dimensiones (conocida como "la tijera") empezaba a derribar los 96 pisos de propiedad municipal situados entre las calles Tordo y Estornino. Se trata del lote de 96 viviendas -de un total de 524- que constituyen la primera fase de rehabilitación de Los Pajaritos, una barriada que data de mediados del siglo pasado y en la que una buena parte de los inmuebles se encuentran en un estado de infravivienda.
La sustitución se acometerá en los pisos que son propiedad del Ayuntamiento (los amarillos), pues los que pertenecen al Patronato de Casas Baratas (los rojos) no se derribarán por ahora. Las obras estaban previstas para marzo de 2013. Así lo prometió Zoido cuando acudió al barrio en 2012 junto a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. No ha sido hasta 17 meses después de la fecha prometida cuando los trabajos han comenzado, un retraso que ha estado motivado, en buena medida, por la situación concursal de la empresa que empezó a construir el edificio puente en la Avenida de Andalucía. Esta demora obligó al gobierno local a reducir en un 94% el presupuesto destinado en 2013 a la rehabilitación de Los Pajaritos.
Este bloque acogerá a 66 de las 92 familias cuyas casas están siendo demolidas. El resto residirán en pisos del parque municipal de vivienda: dos en Aeropuerto Viejo, nueve en Torreblanca y 15 en Nuevo Amate. El Ayuntamiento ha esperado a que el proceso de realojo esté terminado para comenzar con la demolición, que, en este sentido, se ha adelantado a los planes municipales, pues se pensaba que la maquinaria no destruiría los bloques hasta la próxima semana, cuando el alcalde regresa de sus vacaciones y puede presentar a los medios estos trabajos a menos de nueve meses para la cita con las urnas.
Elogios no será precisamente lo que se encuentre Zoido cuando visite el barrio la próxima semana, a juzgar por las quejas de muchos vecinos que se encontraban ayer en las inmediaciones de la obra. Critican la demora, que se haya empezado la rehabilitación por los pisos menos necesitados y que se haya contratado a personal de fuera.
"Los pisos de uralita están en peores condiciones, las ratas campan a sus anchas y cada dos por tres se nos inundan los patios. Tendrían que haber empezado por éstos y han comenzado por lo que estaban en mejor estado. No sé qué criterio han empleado". Así se expresa Soledad Ruiz, vecina de 56 años de Los Pajaritos, que asegura llevar escuchando hablar a los "políticos" de la rehabilitación del barrio "hace más de 20 años". Estos bloques se conocen como los "picudos" por el tejado a dos aguas que poseen las cubiertas de uralita. Fueron los primeros que se levantaron en el barrio. Hay vecinas, como María del Valle Pérez, que aseguran que se han derribado antes los otros "porque el Ayuntamiento no dispone de un local para meter la uralita".
No sólo el orden de preferencia ha molestado a los residentes de Los Pajaritos, también el hecho de que se no se haya contratado a nadie para la demolición, como prometió Zoido cuando visitó el barrio en la campaña electoral de 2011. Esto ha provocado una gran decepción, como le ha ocurrido a David Cruz, padre de dos hijas y en paro, que ha solicitado tres veces trabajar en la reconstrucción. Este sevillano reside ahora en el edificio puente de la Avenida de Andalucía, pues el piso en el que ha estado viviendo fue uno de los derribados ayer.
Otro vecino, Joaquín Bata, también se ha quedado a la espera de que la empresa adjudicataria para estos trabajos lo llamara. Confía, no obstante, en que cuando comience la construcción de los nuevos pisos lo contraten. Personal que se encarga de la demolición explicó a este periódico que ahora están trabajando ocho operarios. "Se trata de gente especializada, pues se requiere un gran manejo en una maquinaria muy compleja", aseguran responsables del derribo, que apuntan que estará concluido en la segunda quincena de septiembre.
Empezará entonces a levantarse la nueva barriada de Los Pajaritos, en la que sus vecinos disfrutarán de unos pisos que tendrán 65 metros cuadrados de superficie, el doble de la actual.
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