Quejas de los médicos de familia por los impagos de las tardes extras: "No es que no haya médicos, es que no nos pagan"

Atención Primaria

Denuncian que el SAS no les abona este complemento, al menos, desde febrero

El SAS reconoce los atrasos y se compromete a resolverlo en este mes

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Sanitarios y usuarios en el interior de un centro de salud de la capital.
Sanitarios y usuarios en el interior de un centro de salud de la capital. / Antonio Pizarro

"No es que no haya médicos, es que no nos quieren pagar". Así de contundente se muestra una médica de familia de un centro de salud del Aljarafe y una de las decenas de perjudicados por los impagos durante los últimos meses del complemento por hacer horas extras por la tarde que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ofreció de manera voluntaria a los profesionales de Atención Primaria con el objetivo de descongestionar el colapso que arrastra el sistema de salud publica en los últimos tiempos. En su caso, suma tres meses sin percibir dicho suplemento salarial. No es el peor de los casos. Otros profesionales consultados por este medio aseguran que estos atrasos se arrastran desde el pasado mes de octubre. Según ha podido saber este periódico, la situación afecta, al menos, a profesionales del distrito Aljarafe, Sevilla y Sur.

"Las tardes que hicimos en noviembre nos las pagaron a final de febrero y desde ese mes no nos han vuelto a pagar ninguna", afirma en anónimo esta facultativa de Atención Primaria que apunta, además, el "agravio comparativo" con sus compañeros de hospital, los cuales, asegura, "hacen jornadas extras y las cobran sobre la marcha". "Somos especialistas igual que ellos. Hemos hecho una especialidad vía MIR como ellos y no entendemos por qué ellos sí cobran y nosotros no", afirma.

El SAS impulsó el programa de cobertura excepcional para médicos de familia en enero de 2022 como un recurso voluntario para cubrir las ausencias de profesionales no cubiertos por reducciones de jornada, incapacidad temporal, vacaciones y días de libre disposición o huecos vacantes estructurales, autorizándose tres tardes al mes por facultativo y una para pediatras en horario de 15:00 horas a 20:00 cada día, con un máximos de 30 pacientes por tarde y una retribución de 45,96 euros la hora, con un máximo de 2.000 mensuales por profesional. Hasta ahí la teoría. En la práctica, decenas de profesionales que se acogieron a este recurso llevan meses ejerciendo sin recibir nada a cambio.

Tras la denuncia pública de los afectados, desde el SAS han reconocido "ciertos retrasos en la tramitación" de dichos pagos, lamentando lo ocurrido y comprometiéndose a resolverlo entre los meses de abril y mayo. Es más, en un mensaje que los profesionales afectados han recibido por parte de la Administración sanitaria, en el que se les pide disculpas por lo ocurrido, se apunta al pago "de parte de esos atrasos" ya en la nómina de abril. Sin embargo, según aseguran los profesionales consultados, y ha podido comprobar este periódico en las nóminas aportadas por los mismos, esos pagos no se habrían producido, al menos, de manera generalizada.

"No nos han pagado nada. Y, al final, tememos que lo vamos a tener que reclamar por vía judicial. No es cosa de unos cuantos, es algo generalizado que estamos sufriendo todos los médicos que hacemos estas continuidades. Al parecer es una partida que sale de Servicios Centrales, es decir, que no afecta directamente a los distritos sanitarios, porque no sale de ellos, y su interés es que se sigan haciendo esas tardes porque así quitamos la lista de espera, pero no lo vamos a a hacer gratis. A mí me deben ya 1.300 euros. No es ninguna tontería", recalca la facultativa, que indica que, muchos compañeros ya han dejado de hacer esas jornadas de tarde y que, en su caso, las ha reducido de tres a dos. "Al fin y al cabo es tiempo que le estamos restando a nuestras familias y lo estamos haciendo sin cobrar", sentencia.

Además de esos impagos, los médicos de familia apuntan que hay otro problema añadido. En este caso, en la jornada ordinaria. "Al no haber suficientes profesionales y al no cubrirse las bajas ni las incapacidades laborales, el día que un compañero se pone enfermo, su ausencia no se cubre, y nos toca a los que estamos atender nuestra agenda y todo lo que llegue por urgencia. Eso se traduce en unos 50 pacientes de media, pudiendo llegar a los 60", asegura.

Con todo, hay miedo también a las vacaciones de verano. "Si ya hemos estado con tres compañeros de baja por neumonía y no se ha sustituido nada, intuimos que esa será la tónica general que se siga también en verano", concluye.

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