Los delitos sexuales crecieron en Sevilla un 19% en un año
Un informe del Ministerio del Interior detalla que la capital andaluza y su provincia registraron 822 hechos ilícitos de esta naturaleza, de los que 138 fueron violaciones
Crecen por encima de la media los casos de ciberdelincuencia sexual, sobre todo con víctimas menores de edad
Detenido el autor de varias agresiones sexuales en la Feria de Abril
Los delitos contra la libertad sexual crecieron en Sevilla un 19% en un año. Así consta en el informe anual sobre la materia correspondiente a 2023, elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad y publicado recientemente por el Ministerio del Interior. El año pasado, se registraron 822 delitos sexuales en Sevilla y provincia, un aumento considerable en relación al ejercicio anterior, en el que se contabilizaron 690 casos. De los 822 hechos conocidos, 440 fueron catalogados como agresiones sexuales. Otros 138 asuntos fueron con penetración, es decir, violaciones. Son 28 casos más que el año anterior, en el que se contabilizaron 110.
La estadística la completan 40 episodios de acoso sexual (más del doble que en 2022, en los que hubo 17); 89 contactos sexuales con menores de 16 años a través de redes sociales y tecnologías de la información (un delito que casi se cuadruplica, pues en 2022 se registraron en Sevilla 21 casos; 20 asuntos de corrupción de menores (hubo 13 el año anterior); 33 delitos de exhibicionismo (por 26 de 2022); 32 de pornografía de menores (por 27 de 2022); 16 de prostitución (13 en el año anterior); 13 de provocación sexual (mucho menos que en 2022, cuando hubo 75); y uno de promoción de la prostitución a través de las nuevas tecnologías.
La tasa de delitos sexuales de la provincia de Sevilla es de 4,2 casos por cada 10.000 habitantes, algo por debajo de la media nacional, que es de 4,5, y por encima de la andaluza, que es de 4,1. Dicha tasa ha subido casi un punto en un año, pues en 2022 era de 3,5. Este tipo de delitos suele tener un elevado índice de esclarecimiento. De los 822 asuntos contabilizados, la Policía Nacional y la Guardia Civil esclarecieron 669 de ellos. Es más del 80% del total. De los casos más preocupantes, los de violación, se resolvieron 110 de los 138 detectados. Hubo 416 detenidos y/o investigados, de los que 86 fueron por violación. El menor porcentaje de esclarecimiento se da en los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías.
Interior contabiliza 831 victimizaciones. Es un concepto distinto al de víctimas, pues éste está asociado a cada persona. Es decir, una víctima equivale a una persona, cuando en realidad una misma persona puede sufrir varios delitos. De ahí que se opte por el término victimizaciones. En Sevilla hay nueve victimizaciones más de los casos registrados, por lo que son varias las mujeres que se encuentran en esa situación. El desarrollo evolutivo histórico de las victimizaciones ofrece varios aspectos a tener en cuenta. El primero de ellos es el relacionado con el incremento experimentado en las agresiones sexuales. El segundo es la gran proporción de menores como víctimas de delitos sexuales, seguido del grupo de edad de 18 a 30 años.
Este incremento de los delitos sexuales es una tendencia constante en Sevilla, y en toda España, en los últimos años. El propio Ministerio explica en sus balances trimestrales de criminalidad que estos datos son fruto de una mayor conciencia social a la hora de denunciar estas agresiones. Es lo que algunos especialistas han denominado el efecto Manada, pues fue el caso de la violación grupal de Pamplona el que supuso un punto de inflexión en esta materia. A partir de entonces, se dispararon las denuncias por delitos de este tipo. Sólo el parón del covid en el año 2020 disminuyó esta tendencia al alza.
En cuanto a 2023, el informe observa "estacionalidad" en la serie de datos de hechos conocidos, correspondiendo el mayor volumen a los meses de mayo a octubre. El análisis por lugar de comisión plantea las viviendas y anexos como principales escenarios donde ocurren más de la mitad de los casos. Le siguen a distancia las vías de comunicación, instalaciones y recintos y establecimientos. Destaca Interior el "carácter prácticamente residual" de los hechos ocurridos en medios de transporte.
Sevilla es la séptima provincia española con más delitos sexuales. La primera es Barcelona, con 3.210; seguida de Madrid, con 3.066. Muy de lejos está Valencia, en la tercera posición con 1.245. Baleares es la cuarta con 1.050 y Alicante la sigue de cerca con 1.043. La sexta plaza es para Málaga, que tiene los mismos casos que Sevilla, 822, pero tiene más violaciones (153) que Sevilla (138). Murcia, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife ocupan los siguientes puestos en la lista. Cádiz es la undécima provincia, seguida de Navarra y Vizcaya.
El informe hace también un estudio de las víctimas, de las que casi nueve de cada diez son mujeres. No obstante, tanto en los delitos de distribución/difusión pública por nuevas tecnologías, promoción de la prostitución, provocación sexual y corrupción de menores o incapacitados, las diferencias entre sexos tienden a reducirse. Se concentra el mayor número de victimizaciones masculinas en la franja de los 0 a 13 años, mientras que en el sexo femenino se concentran en el grupo de 18 a 30 años. Los menores de edad y los jóvenes de 18 a 30 años representan las tres cuartas partes del total de damnificados. El 73,8% de las victimas son españolas y el 26,2% restantes extranjeras. De estas últimas, destacan las de Marruecos y Colombia, seguidas de las de Rumanía.
En cuanto a la relación entre el autor y las víctimas, destacan las desconocidas. En el caso de victimizaciones de mujeres, las que poseen una relación familiar, incluidas las de pareja o ex pareja, llegan a representar el 11,7% de los casos conocidos. Por edades y tipo de relación se observan situaciones dispares, ya que en la violencia familiar los menores de edad son los más preponderantes, mientras que en los casos de otras relaciones predominan los jóvenes de 18 a 30 años. Dentro del grupo de los menores, el total de víctimas de sexo femenino es cuatro veces superior a las del masculino. Por nacionalidades, la desproporción entre españoles y extranjeros se extiende hasta el 84,6% que representan los primeros.
Sobre el perfil de los responsables, la Secretaría de Estado de Seguridad explica que, a diferencia de lo que ocurre con las víctimas, se muestra una proporción extremadamente alta de hombres en comparación con las mujeres, con la excepción de los delitos relativos a la prostitución, en los que no hay una diferencia tan acusada como en el resto. La mayoría de los agresores varones se encuentran en la franja de edad de 41 a 64 años, mientras que la mayoría de las agresoras tienen de 18 a 30. El 62,7% de los autores de estos delitos son españoles. Respecto a los extranjeros, que representan el 37,3%, destacan los de Marruecos, Colombia y Rumarnía, que presentan las cifras más altas. Ahora bien, por zona de procedencia, los que presentan un mayor volumen entre los extranjeros, son los del continente americano.
Las tipologías penales donde se concentran el mayor número de responsables son las agresiones sexuales (60% del total), seguida por las agresiones sexuales con penetración (23%). Entre ambas se concentran el 83% de los detenidos y/o investigados. Dentro del grupo de autores menores de edad se extraen dos conclusiones: son mayoritariamente del sexo masculino y, de entre las nacionalidades extranjeras, destacan los marroquíes y colombianos.
Los hechos relacionados con la ciberdelincuencia sexual muestran claramente que dentro de los principales asuntos que se ejecutan son los relacionados con víctimas menores de edad. Concretamente, las tres mayores tipologías penales asociadas a hechos contra menores suman el 78,5% del total de los casos conocidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Destacan los delitos de contacto con menores de 16 años mediante tecnología con fines sexuales, pornografía de menores, corrupción de menores o de personas con discapacidad y acoso sexual. Ocho de cada diez víctimas de ciberdelincuencia sexual son menores. Por edades, los que más lo sufren son los que tienen menos de 13 años. Por nacionalidades, nueve de cada diez son españoles. El grupo de edad de 18 a 30 años presenta las cifras más altas de detenciones e investigaciones por ciberdelitos contra la libertad sexual, seguido por el de 41 a 64 años. Casi todos son hombres y españoles.
Durante el año 2023 descendieron el global de delitos sexuales cometidos por dos o más personas. Por el contrario, las violaciones grupales sí experimentaron un ascenso con respecto a 2022. Suben las cometidas por dos personas y baja el número de agresiones en las que participan tres o más autores. Andalucía, Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña son los territorios que tienen las cifras más altas asociadas a los ataques múltiples, si bien en el informe no constan los datos por provincias. Andalucía es la que más hechos de esta naturaleza registra (algo lógico al ser la comunidad más grande y más poblada), con 651 casos, seguida de la Comunidad de Madrid con 549. Sin embargo, en términos de tasa por 10.000 habitantes, el mayor volumen se encuentran en Baleares (0,38), Melilla (0,23) y La Rioja (0,19). Valencia, Canarias y Aragón las siguen con 0,17; por delante de Madrid y Andalucía, cuyas tasas son de 0,16.
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