“No daremos un paso atrás con el pin parental, Ciudadanos tiene que cumplir”
María José Piñero
Preside Vox en Sevilla, una formación que ha crecido hasta los 2.300 afiliados. Es diputada autonómica por Sevilla. Quizás sea el rostro más moderado y sereno de un partido tildado de extrema derecha, calificativo que ella rechaza de plano.
Sevilla/–Médico de profesión, cumple un año en el Parlamento. ¿Qué impresión se ha llevado de su aterrizaje en el mundo de la política?
–La política es un mundo completamente distinto al que estamos acostumbrados las personas corrientes que nos dedicamos a nuestro trabajo. Hay que hacerse al mundo de la política y al funcionamiento del Parlamento. Hay que hacer un proceso de aprendizaje rápido que se tiene que ir consolidando con el tiempo.
–Tras la irrupción de Vox en el Parlamento Andaluz, en España no ha hecho más que subir. Esto también genera problemas...
–Se trata de problemas inherentes a cualquier estructura y a cualquier empresa. Diría que incluso dentro de la familia Vox ha sido un partido formado por un grupo de personas. En el caso de Sevilla me considero una de las pioneras. Fuimos personas con la voluntad de sacar unas ideas adelante El partido ha crecido mucho. El impulso se cogió en Andalucía el 2 de diciembre de 2018 con doce diputados. El último sondeo nos otorga ya entre 22 y 27 diputados. Hemos tenido que pasar de una estructura familiar a un proceso mucho más organizativo. En el tránsito para conseguir una buena estructura puede haber dificultades porque hay un dinamismo.
–¿Dónde está el juez Serrano? Es un icono de Vox que está orillado.
–Está en el Parlamento trabajando en sus comisiones. Estamos en ese proceso de aprendizaje viendo cuáles son las funciones de cada uno. Francisco Serrano es el alma de Vox en Andalucía, fue quien sacó el partido adelante en su momento.
–¿Cómo ha vivido el caso de su compañera de Almería, que ha abandonado el partido con acusaciones muy graves? Ella ha acudido a la Policía Nacional. El portavoz. Alejandro Hernández, la ha despedido con comentarios, cuando menos, inelegantes.
–En una estructura interna pueden surgir problemas. Esta persona no se ha hecho al grupo. Ha faltado al cumplimiento de algunas disciplinas y convocatorias del partido. Habrá tenido sus motivos... Cada uno vive sus cosas de cada manera. Ha sido un proceso continuado, por lo que el partido ha considerado que era mejor no contar con ella para que la estructura no resultara dañada.
–Un año después de la toma de posesión del Gobierno, ¿en qué se nota la influencia de Vox?
–Nosotros hemos apoyado un cambio de gobierno para dar por terminada la era socialista. Hemos terminado con una forma de gobernar que era insoportable en asuntos como la sanidad, con una gestión pésima, o en educación, con colegios que llevaban años sin ser remodelados. Y ya últimamente se apreciaba un proceso de adoctrinamiento con una ideología intolerante. Hemos hecho posible el cambio, pero el PP y Vox son partidos diferentes aunque podamos coincidir en algunos puntos. Apoyamos las políticas que coinciden con nuestro ideario, pero estamos vigilantes y reaccionamos en contra de las políticas contrarias a nuestra posición.
–El vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), se ha posicionado claramente en contra de la implantación del pin parental.
–El pin parental aparece en el punto 19 de los firmados en el acuerdo para la investidura. Por un lado está el procedimiento curricular y por otro que se están metiendo una serie de disciplinas que no son curriculares dentro del proceso curricular. Nadie está pidiendo el pin para los contenidos de Matemáticas, Lengua o Geografía. Si se organizan clases o talleres sobre temas no curriculares, los padres tienen que estar informados y deben ofrecer su consentimiento, tanto en colegios públicos como en concertados. Y lo que no se puede permitir es que esos contenidos se impartan camuflados dentro de un asignatura curricular. Nosotros hemos firmado ese compromiso y no nos vamos a echar para atrás. Los acuerdos hay que cumplirlos y en Ciudadanos son conscientes. Vamos a estar encima.
–¿Hasta dónde están dispuestos a llegar en la defensa del pin?
Es fundamental para nosotros. Ciudadanos no se puede echar para atrás cuando lo ha firmado. No se puede confiar en un partido que no cumple un acuerdo firmado. ¿Qué lealtad es esa? Nosotros cumplimos lo que acordamos. Ciudadanos no daría garantías.
–¿No se estaría reforzando en exceso el papel de los padres en un sistema educativo en el que, quizás, habría que apostar más por la figura del profesor?
–También estamos en eso en los debates de educación. Por supuesto que la autoridad de profesor debe ser reconocida.
–¿Cómo es la relación con Ciudadanos? Al principio parecía que no les querían ni mirar a la cara...
–Nosotros hemos sido siempre más elegantes. Ellos no nos miraban a la cara, pero nosotros nunca se la volvimos. Al final ha habido entendimiento porque tiene que haberlo y porque estamos para construir.
–El gobierno ha cumplido un año marcado por la estabilidad institucional y la ausencia de problemas serios para sacar adelante los presupuestos. ¿Será duradera la convivencia dentro del Ejecutivo?
–Nosotros estamos siendo muy leales. Defendemos nuestras ideas, nuestras premisas, sin dejar de ser leales, sabiendo hasta dónde podemos llegar con los escaños que tenemos. Eso sí, no vamos a dar un paso atrás en una materia que vaya en contra de nuestro ideario. Sí queremos erradicar el adoctrinamiento de las aulas, promover una ley de violencia intrafamiliar... Nos entendemos bien porque vamos todos a lo mismo: intentar sacar Andalucía adelante.
–¿Vox está ofreciendo su cara más institucional y amable en Andalucía, pese a las formas que en ocasiones exhibe el portavoz parlamentario?
–Cada uno somos como somos y lo expresamos de una manera diferente, pero creo que estamos todos trabajando para el mismo objetivo. Estamos todos por construir.
–¿Le perjudican a los perfiles más moderados de Vox determinados mensajes que se lanzan por las redes, donde algunos parecen cargar con bayoneta contra el adversario político o incluso contra periodistas? Todas esas actitudes ofrecen una imagen vehemente de un partido al que se le tilda continuamente de extrema derecha.
–El calificativo de extrema derecha lo promueve la izquierda y la ultraizquierda. Lo de extrema derecha es un sambenito que cada vez tiene menos fuerza. ¿Que hay personas en tuiter dando su opinión? Pues cada cual es como es. Son personas ajenas a Vox.
–¿Vox es un partido que depende en exceso de Madrid?
–Ahora mismo hay una estructura de crecimiento. Queremos un mensaje común para toda España y tenemos que estar en conexión.
–¿Cómo ve desde su escaño a Susana Díaz?
–Pues no la suelo ver. Ella sólo va por el Parlamento para votar.
–¿A Vox le interesa, como al PP, que Susana aguante en el cargo?
–Yo no me meto en asuntos de los socialistas.
–¿Usted se siente cómoda en una política tan polarizada por efecto del PSOE y de su propio partido?
–Nosotros hemos llegado a la política andaluza para construir. Y en España también. El PSOE realiza políticas sesgadas. Si las cosas se hacen con respeto se puede promover siempre una armonía, pero nunca desde la intolerancia. En Vox no queremos imponer nuestra voluntad, queremos que todo el mundo sea libre. Tenemos que salvaguardar una serie de principios que ahora mismo están decaídos.
–¿Qué la parece el veto de Vox a determinados medios comunicación para acceder a sus actos y mítines?
–Yo no veto a nadie de los medios de comunicación, creo que todos tienen el derecho a informar y a la libertad de expresión. Lo que no se puede consentir es que haya quienes acudan con las finalidad de hacer un daño.
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