Los daños irreparables de Santa Catalina

Patrimonio

El estudio integral encargado por la Junta en 2004 tras el cierre de la iglesia ya ponía de manifiesto el "evidente estado de ruina" y el desplome de los muros y los pilares que harían imposible su restauración.

El Ayuntamiento citará a la Junta y al Arzobispado para salvar Santa Catalina
El Ayuntamiento citará a la Junta y al Arzobispado para salvar Santa Catalina
Juan Parejo

08 de octubre 2012 - 05:03

"La parroquia de Santa Catalina, construida en el siglo XIV, es de un gran interés investigador, dadas las anomalías y daños que se han producido en las últimas décadas; si no se interviene de forma adecuada y rápida, puede degenerar en un estado en el que sea prácticamente imposible su restauración". Un informe elaborado entre los años 2004 y 2005 por encargo de la Consejería de Cultura de cara a la rehabilitación integral de la iglesia de Santa Catalina ya advertía de su estado ruinoso y de la necesidad de acometer una restauración urgente para evitar pérdidas irreparables.

El documento elaborado hace ocho años por una empresa de primer nivel internacional dedicada a ingeniería, consultoría y asistencia en la construcción, al que ha tenido acceso este periódico, es un estudio completo sobre el estado de conservación del templo, cerrado ese mismo año por su más que alarmante estado de conservación. En el informe encargado por la Junta de Andalucía de cara a la realización del proyecto integral de restauración, la empresa ya advertía de daños muy graves, como los desplomes de los muros hacía el exterior, desplomes en los pilares, fisuras en arcos y paramentos, o que la cimentación de la iglesia se apoyaba en un estrato constituido por material de relleno, de baja capacidad portante, que unido a las filtraciones de agua lo reducía a valores mínimos: "La consecuencia son los asientos y movimientos de los muros y pilares, así como de la solería, la pila bautismal y otros elementos". Todas las patologías, que se habrían visto agravadas con el paso del tiempo, requerían ya entonces de una intervención "urgente".

El desplome mayor se encontraba en la antigua portada, "llegando a un 4,75% en la parte central, con dirección al exterior". Esta patología también afectaba a los muros laterales y fijaba la desviación en el 2,33% en el lateral izquierdo, y el 0,49 en el derecho. "Los pilares presentan un desplome, en dirección a la calle Santa Catalina, con valores que oscilan entre el 0,61% y el 1,92%; y en dirección a la calle Alhóndiga, entre el 0,7% y el 1,40%. La desviación en centímetros, en el año que se realizó la investigación, equivalía a 16,6 en una altura de 3,5 metros. También se identifica en el informe un levantamiento en la solería, con desniveles muy importantes de hasta 8 y 9 centímetros en sentido multidireccional: "Puede entenderse como normal al comprobar que la solería, según se muestra en las calicatas realizadas, apoya sobre un relleno antrópico areno-arcilloso de consistencia muy suelta, con la única interposición de un ladrillo macizo".

El estudio también apuntaba fisuras en diversas zonas, especialmente en la parte superior de los arcos, en sentido perpendicular y en su contorno, el mayor era el que daba paso a la sacristía, de entre 5 y 3,5 milímetros. Otras grietas se localizaban en paramentos del presbiterio y en el cerramiento de las naves. "Se encuentran fisuras en el encuentro entre el muro de la fachada originario y el muro lateral que acomete a éste. En el muro de fachada original hay fuertes desplomes, lo que es coherente con la aparición de una fisura de unión de la fachada original y la superpuesta". Otras afecciones identificadas eran la "destrucción de la madera en las vigas de la cubierta", las "humedades en paramentos que generan daños en estructura y en la durabilidad de los elementos" y los "desplomes y alteraciones en los elementos portantes".

La propuesta de intervención era también clara y contundente: "Puede concluirse que es necesario proceder de forma integral y urgente a la restauración de este conjunto monumental, ya que el estado de ruina en que se encuentra así lo aconseja". Entre las actuaciones que se recomendaban estaban la de "disponer de un sistema adecuado de evacuación de aguas pluviales para evitar humedades en pilares y muros", "la construcción de una solera-losa de hormigón armado que haga la función de solería, impermeabilización y atado de la estructura", "el establecimiento de un sistema de aireación perimetral de muros y pilares", "el sellado de las fisuras con materiales elásticos y sin retracción" o "el picado de los revestimientos".

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