La cultura se cuela en las unidades de Oncología de Quirónsalud en Sevilla

El compromiso del personal sanitario con los pacientes oncológicos es superior a sus propias competencias profesionales. Se lleva en la piel. Como también se marca en ellos la atención de aquellas necesidades más allá de lo puramente asistencial ante procesos con tantos altibajos emocionales.

Son dos de los preceptos detrás de una pionera iniciativa en Sevilla que este martes ha sido presentada en el Hospital de Día Quirónsalud Ave María, el Proyecto Quásares, que busca acompañar desde la cultura a personas en tratamiento oncológico médico y de radioterapia y nace de la colaboración de los profesionales de los hospitales Quirónsalud en Sevilla, la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) y Concomitentes, una asociación sin ánimo de lucro de participación ciudadana que busca acercar el arte a diferentes grupos de personas, coordinados todos por el equipo de mediación cultural Zemos98.

"Uno de los pilares estratégicos de Quirónsalud como compañía es la experiencia del paciente y, con especial atención, a la experiencia del paciente oncológico y a su bienestar. En esta línea, este proyecto que presentamos hoy viene a sumar al excelente trabajo que realizan nuestros profesionales desde el punto de vista técnico, científico, pero también humano", comenzó diciendo el gerente del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, Antonio Feria Aliaga. "La parte cultural alivia muchísimo el viaje del paciente en su proceso oncológico y es por ello que contribuimos con esta colaboración a tres bandas", apostillaba Alexia Sánchez Limón, su homóloga en el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa.

Más allá de la humanización de espacios

Quásares propone un espacio donde la cultura se entrelaza con la sanidad para contribuir, de manera holística, al bienestar de los pacientes, explorando el potencial de una "cultura que cura". Se trata de un proyecto que va más allá de la humanización de espacios hospitalarios y busca desarrollar una obra de arte colaborativa a través de un proceso de mediación cultural, con la implicación de profesionales vinculados al cuidado de pacientes oncológicos y la intervención de un artista. El objetivo es desarrollar una obra que encarne un mapa de emociones que atraviesan las personas en tratamiento contra el cáncer. 

De dar los detalles sobre esta iniciativa se ha encargado la responsable de Programas de Concomitentes, Alicia Ruiz. Desde la asociación tienen claro que este tipo de sinergias entre profesionales sanitarios y la cultura son imprescindibles para demostrar, una vez más, que el arte está al servicio de los ciudadanos. Para ello, el proyecto, en el que llevan varios meses trabajando, parte de la creación de grupos a los que están invitados a unirse tanto personal sanitario, en este caso, oncólogos médicos y radioterápicos, personal de Enfermería, técnicos, auxiliares y voluntarios, como pacientes y familiares para, a partir de una ardua labor de investigación de sus necesidades no asistenciales, focalizar el objetivo del trabajo artístico. Ruiz ha explicado que éste puede ser de cualquier formato. "Desde una obra literaria a un podcast", ha dicho.

Una vez esté estructurado y diseñado en base a unas necesidades consensuadas se haría el encargo artístico para ponerlo en marcha, invitando a participar a algún artista para que se una al proyecto y forme parte del mismo. "El arte se presenta no sólo como una forma de paliar el malestar emocional, sino como una herramienta para reforzar las relaciones de las personas que quieran participar", ha indicado Alicia Ruiz.

Además, el proyecto incluye la elaboración de un tapiz cultural en torno a la experiencia oncológica que va desde catálogo cultural con contenidos artísticos y culturales y una publicación, en formato de ensayo, con distintas firmas, que recogerá las principales reflexiones sobre las investigaciones del proyecto, hasta un evento en el que documentar y divulgar los resultados de este proceso.

En esta línea, desde la asociación se ha recalcado que es importante que se entienda que el arte "no es sólo aquello que podemos contemplar en los museos, sino que puede ser una herramienta más para ayudar en muchos ámbitos de la vida". "Además, haciendo este tipo de alianzas con personal sanitario, o disciplinas que a priori no tendrían mucho que ver, podemos retroalimentarnos los unos a los otros y crear elementos que sirvan socialmente, en este caso concreto, a ayudar a mejorar la salud emocional de los pacientes oncológicos", ha expresado Ruiz.

El proyecto toma su nombre de una carta escrita en 2015 por una paciente oncológica que agradecía al equipo de técnicos de radioterapia su apoyo durante su tratamiento en el Hospital QuirónSalud Infanta Luisa, a los que calificaba como "sus quásares". Esto es, unos cuerpos celestes que parecen simples estrellas, pero emiten una luz muy fuerte que repercute en toda galaxia. "Es una forma de decir que esas personas que trabajan en el hospital tienen algo que trasciende más allá de la labor sanitaria y repercute en toda su vida con el trato humano y la cercanía y eso es algo que transmiten con su trabajo. Es fundamental", ha comentado Ruiz sobre el personal que acompaña a los enfermos durante su terapia.

El golpe de realidad, tan necesario para remover los rincones más solidarios del interior de cada ser, lo dio Enrique Esquivias, miembro del Consejo de la Asociación Española Contra el Cáncer. "Dicen las estadísticas que uno de cada dos hombres o una de cada tres mujeres vivirá un proceso de cáncer a lo largo de su vida. Eso significa que, continuando con la estadística, que nadie se va a librar del cáncer, o bien en primera persona o bien en alguien muy cercano", comenzaba para a continuación subrayar que para la AECC esas estadísticas, "lejos de desanimarla, la incentivan".

"Estamos convencidos de que el cáncer tiene cura y que se combate y se vence", remachaba y hacía entonces alusión a "la vacuna" de la prevención. También ha hecho hincapié en que por encima de todas las terapias médicas, está la persona, razón por la que es "tan importante" este proyecto de "cultura que cura". "La cultura que cura va más allá de lo terapéutico; ojalá que los quásares nos haga llegar su energía", concluyó.

Cerraba las intervenciones el rector de la UNIA, José Ignacio García Pérez, quien ha defendido a la institución académica que representa como "una universidad pública y de postgrado concomitantes con otras instituciones". "Todo lo que se hace es de forma colaborativa", ha dicho, calificando este proyecto, que relaciona cultura y salud, de "interesante" y "estratégico" para la UNIA. Además, ha querido adelantar tres aspectos con los que se irá materializando el proyecto como son el catálogo cultural, el evento de divulgación científica y la publicación de las investigaciones.