Las cuentas de la US: un sobresfuerzo para no entrar en números rojos

Universidad

La gerente de la Hispalense advierte de las consecuencias que acarrea el déficit presupuestario de la Junta

El fantasma de un rescate, como el ocurrido en la UMA, no se vislumbra a corto plazo

La US apuesta por China: lengua, investigación e ingeniería

El Rectorado de la Universidad de Sevilla.
El Rectorado de la Universidad de Sevilla. / Redacción Sevilla

La Universidad de Sevilla (US) respira tranquila. Es año electoral y sus cuentas de 2024 se han cerrado con estabilidad financiera. Hay equilibrio entre gastos e ingresos, además de contarse con una "tesosería solvente". No han sido pocos los esfuerzos desde la gerencia de la institución académica para lograr esta situación, alcanzada especialmente gracias al control en los gastos y a la búsqueda de fondos en concurrencia competitiva. Desde la Hispalense, como ha expresado tantas veces su rector, Miguel Ángel Castro, y los de otras universidades públicas andaluzas, se recuerda el gran déficit de financiación que aún sufren estas instituciones, pese al aumento en las partidas de la Junta de Andalucía. El fantasma de un rescate, como ha ocurrido en la Universidad de Málaga (UMA), queda lejos, pero conviene adoptar una postura prudente, especialmente si las aportaciones de la administración competente siguen en idéntica línea.

"La Universidad de Sevilla ha realizado en 2024 un enorme esfuerzo de control presupuestario", señala en declaraciones a este periódico la gerente de la US, Melania Rivers Rodríguez, quien basa esta afirmación en que "ni las previsiones del modelo de financiación de la Junta ni el plan extraordinario de inversiones e infraestructuras, reflejado en el Presupuesto, se han cumplido".

Debe recordarse que el año pasado la Junta aumentó su aportación en 4,4 millones de euros respecto a la previsión inicial. Pese a esta subida, "sigue existiendo un déficit estructural en la financiación de la Universidad de Sevilla". De este modo, de los 420 millones asignados, 13 corresponden a partidas finalistas, esto es, programa Erasmus, cooperación internacional y competencias lingüisticas. Otros 1,8 millones van dirigidos al Programa María Goyri, destinado a fomentar la incorporación de talento docente e investigador en las universidades públicas. Lo sufraga el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, pero de su transferencia se encargan las comunidades autónomas. Al ser fondos finalistas, han de emplearse únicamente en la contratación de personal para la investigación y la docencia, por lo que no pueden reasignarse a otras necesidades de la US.

Cláusula de salvaguarda

El pasado 2024, la US reclamó al Gobierno andaluz el importe adeudado. Para ello, se tomó de referencia la cláusula de salvaguarda, concepto que, reconocido por la Junta dentro del modelo de financiación universitaria, asegura que todas estas instituciones reciban, al menos, la misma cantidad que el año anterior para cubrir los dos grandes gastos, el de personal (capítulo I de los presupuestos), con 7.000 trabajadores; y el de los gastos corrientes (capítulo II). El cálculo de esta cláusula para la Hispalense el pasado ejercicio económico se cifró en 426.833.487 euros. Se incluyen aquí los gastos inducidos, que son los complementos autonómicos del personal docente e investigador (PDI), carrera horizontal y evaluación del desempeño, así como el coste de aplicación de los trienios para funcionarios.

De esos 426,8 millones, finalmente los recibidos (al descontar los 1,8 millones del Programa María Goyri) fueron 418.967.676 euros, por lo que la US registró un déficit de financiación de 7.865.811 euros. Este negativo es lo que ha impedido el pago de los mencionados gastos inducidos, señala la gerente.

Otro frente con la Consejería de Universidades lo han protagonizado los remanentes de tesorería no afectados. Se trata de "un dinero de reserva" que todas las universidades están obligadas a dejar tras el cierre de un año. No se puede disponer de él libremente, lo debe autorizar la Junta. En caso de recibir el permiso, sólo se puede usar para infraestructuras y pagos de préstamos. El pasado noviembre, la US solicitó 6.853.895 euros de estos fondos, de los que sólo se aceptaron 3.254.773,60 euros. La Univesidad de Sevilla lamenta que tal cantidad no se corresponde con el peso del 25% que esta institución posee en el sistema andaluz de indicadores de número de alumnado, PDI y PTGAS (personal técnico, de gestión, administración y servicios), captación de fondos para investigación e innovación, y patrimonio e infraestructura.

"La reducción del remanente pone de manifiesto la necesidad urgente de un modelo de financiación sostenible, que garantice la estabilidad de una universidad de referencia como la US, comprometida con su comunidad y con el desarrollo de la región", defiende Melania Rivers.

La captación de fondos

En este análisis financiero, la gerente de la Hispalense hace hincapié en "la alta capacidad de captación de fondos en concurrencia competitiva" que tiene la Universidad de Sevilla, los cuales ya representan casi el 30% de sus ingresos. Pese a este logro, dichas subvenciones "no pueden sustituir la financiación estructural necesaria para el mantenimiento de la actividad universitaria, incluida la que permite desarrollar los proyectos a los que van dirigidos estos fondos". En este punto, Rivers aclara que "las subvenciones a costes marginales", que proceden del Estado y la Junta, sólo cubren una parte del gasto de un proyecto. A diferencia de los proyectos que reciben ayudas europeas, en este caso sólo financian los recursos adicionales necesarios para su ejecución, pero no los costes fijos de la universidad, entendiéndose como tal la infraestructura, el personal o los servicios administrativos para su ejecución.

"Algunas de estas ayudas incluyen un porcentaje de costes indirectos, que oscila entre el 7% y el 25%, destinados a la institución", detalla Rivers. Se corresponden a los gastos generales esenciales para llevar a cabo los proyectos, como el mantenimiento de los edificios, el consumo eléctrico o la gestión administrativa.

En el apartado de gastos, desde la gerencia también se advierte que el aumento en el capítulo I, el de la plantilla, se debe, en buena medida, al "impacto" de la LOSU (la nueva ley universitaria) en la estabilización del profesorado. Este capítulo supuso el 70% del gasto total de la US en 2024. "Estos factores han provocado un incremento estructural del gasto de personal, sobre el que la US tiene capacidad de gestión limitada, ya que responde a normativas nacionales y autonómicas que afectan a todas las universidades públicas", añade la gerente.

En cuanto al capítulo II, el de los gastos corrientes, "debido a la insuficiencia financiera", se han adoptado medidas de ahorro para "un absoluto ajuste".

La prórroga presupuestaria

Respecto a 2025, la US ha implementado medidas de "optimización del gasto y planificación financiera", de manera que se siga garantizando el equilibrio entre ingresos y gastos sin que se vea afectada la actividad docente ni la investigadora. Desde la gerencia se recuerda que tal premisa se tiene siempre en cuenta en año electoral, como es el presente ejercicio, para el que se aplica "una lógica prórroga presupuestaria", medida que ya se tomó en procesos electorales anteriores. "Es una práctica común en universidades públicas", insiste Rivers.

Aunque un hipotético caso de rescate, como el ocurrido en la UMA, no se vislumbra a corto plazo, desde la Hispalense se alerta del "contexto de infrafinanciación crónica" al que se enfrenta la institución, marcado por "una continua disminución del porcentaje de la envolvente (la cantidad total que la Junta destina a las universidades), que le ha sido imputado a la US los últimos años, insuficientes para cubrir las necesidades crecientes". En ellas cobran protagonismo la plantilla, el amplio patrimonio histórico, los múltiples Bienes de Interés Cultural (BIC), además de "un fuerte compromiso con la docencia, la investigación y la innovación". "No se hacen esfuerzos significativos en la educación superior pública de nuestra comunidad", apostilla la gerente de la Universidad de Sevilla.

stats