Las cubiertas recuperan su aspecto original y esperan el 'Miguelete'
Patrimonio
Los trabajos han eliminado las filtraciones de agua
La restauración de la veleta costará 10.000 euros
Una luz recuperada. Las cubiertas de la Fábrica de Artillería lucen en todo su esplendor tras las obras de restauración llevadas a cabo. La primer intención era solucionar los graves problemas de filtraciones y acumulación de agua que ponían en peligro esta estructura y la catedral sobre la que se asientan, pero la intervención ha servido para recuperar las 27 linternas que se conservan, para devolverle los colores originales al conjunto y para restaurar la decoración aparecida durante los trabajos. El chapitel de Artillería ya espera la vuelta de su característica veleta, conocida como el Miguelete, que ya cuenta con su correspondiente proyecto de restauración elaborado por Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).
La espectacular cubierta de la Fábrica ha recuperado los tonos almagra y albero que tenía en el siglo XVIII y que se aprecian en la maqueta el edificio que se conserva en el museo de la Capitanía General de la Plaza de España y que han corroborado los estudios realizados. "Los hemos matizado un poco para que no sean tan llamativos", explica la arquitecto, Cristina Sánchez. Lo primero que se hizo antes de rehabilitar esta zona fue desmontar la veleta, el Miguelete, que se encontraba bloqueado, con el peligro que ello conllevaba. En un primer momento, se pensó hacer una copia y, tras restaurar el original, situarlo dentro del inmueble. Pero la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico informó de que se debía reponer el original, una vez restaurado. Está previsto que el proyecto de intervención esté concluido en breve para que se inicie su tramitación con su remisión a Patrimonio. El presupuesto del mismo se estima que no superará los 10.000 euros y tendrá un plazo de ejecución de dos meses.
Durante los trabajos en las cubiertas se han repuesto los puntos de evacuación de agua que habían perdido su funcionalidad de forma que se garantice la desaparición de filtraciones en estos sectores. Los técnicos han descubierto que los desagües son bocas de cañón realizadas en la propia fábrica. "Aquí se aprovechaba todo".
Las 27 linternas que se conservan, y que servían como entrada de luz y aire a las fundiciones, se han desmontado por su mal estado. Todos los elementos han sido restaurados, cosidos y repuestos. Los remates de hierro fundido también se han resanado. Los perdidos se han sustituido por piezas idénticas pero de aluminio. Las ventanas que no se han podido conservar se han repuesto igualmente en este material mucho más ligero.
Se ha intervenido también en las fachadas de los edificios. Durante los trabajos, se encontraron restos de unas decoraciones murales con motivos geométricos, que requirieron de un proyecto concreto para su restauración por parte de personal especializado.
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