Cuadro de mando del Ayuntamiento de Sevilla: así se gestiona la ciudad en la crisis del Covid-19
El gasto directo en contratos para atender la emergencia se acerca ya a los tres millones de euros
El alcalde se adelanta, aporta medios propios y reivindica un mayor papel de los municipios
Espadas: "Sevilla tiene un colchón, no va a tener problemas de tesorería hoy"
Dicen en su equipo que Juan Espadas ya contaba con un máster en gestión de crisis antes del coronavirus. La experiencia referida es su puesto al frente de las políticas ambientales de la Junta de Andalucía y de la empresa Egmasa, donde se centralizaba la lucha contra los incendios que cada verano obligaba a afrontar un gabinete de emergencia. Salvando las distancias, la gestión de una y otra crisis comparte elementos comunes y quizás ello ha permitido que la reorganización del Ayuntamiento de Sevilla haya sido fluida desde el primer momento del estado de alarma. “Nos hemos adelantado en algunas cuestiones, como la desinfección de las residencias de mayores y no nos hemos equivocado mucho”, comenta el alcalde.
Es martes, primera hora. La agenda del alcalde se estrena con una visita a la residencia de La Caridad para respaldar la labor de desinfección que está desempeñando el servicio zoosanitario y agradecer a la plantilla su esfuerzo. Son “el mascarón de proa”, apunta el alcalde refiriéndose a la labor de un servicio que opera con eficacia y habitualmente a la sombra. El foco mediático se lo lleva la UME, la unidad militar que precisamente está siendo asesorada por estos profesionales. Pero el alcalde asegura que si los empleados municipales no hubieran asumido estas labores en la capital no se hubiera llegado a tiempo. Hay 40, muchas privadas, y 24 han aceptado los servicios muncipales, entre ellas La Caridad, donde un enfermero acaba de hacer los test a los 80 residentes y confirma que no hay ningún positivo. Tampoco ha habido casos entre las más de 600 personas sin techo acogidas en polideportivos e instalaciones municipales.
“Desde el inicio tuvimos claro que teníamos que actuar con medios propios”, comenta Espadas, que viene reivindicando desde el inicio de la crisis el papel de los ayuntamientos. “Nos dieron un tercer papel y ahora hemos vuelto a la primera línea, confío en que nos autoricen en breve para que podamos invertir nuestros recursos”.
Hasta la fecha el gobierno municipal ha tramitado cerca de tres millones de euros en contratos de emergencia para servicios e inversiones imprescindibles. Desde ayuda alimentaria a refuerzos en servicios de apoyo a domicilio o empresas públicas o atención a personas sin hogar. “Esta semana hemos conocido la orden de la Junta por la que se asigna a Sevilla 2,3 millones de euros, una cantidad claramente insuficiente”, añade Espadas mientras se dirige a la reunión con su equipo de Hacienda, que está ya reprogramando el presupuesto y realizando el seguimiento de la caída drástica de ingresos que obliga a adoptar todas las medidas para garantizar la estabilidad y las posibilidades de seguir gastando.
Tras decretarse la alarma, el Ayuntamiento constituyó un comité local de seguimiento de la crisis por el coronavirus presidido por el alcalde y coordinado por la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores, el área de Bienestar Social, Empleo y Coordinación de Planes Integrales y la Delegación de Recursos Humanos y Modernización. Este equipo ya venía funcionando como grupo de trabajo y de coordinación interna desde semanas antes, tomando decisiones diarias en base a unos indicadores que se actualizan a diario y se han ido perfeccionando en las últimas semanas. “Por primera vez cuento con un cuadro de mando de los servicios municipales. Parece mentira que tengan que pasar estas cosas para que espabilemos, ordenemos la información y la hagamos así de accesible”, lamenta Espadas.
Repasa cada mañana este cuadro de mando en su ipad antes de sus dos reuniones fijas, la del comité local y la del centro de coordinación regional, en el que participa como alcalde junto al Ayuntamiento de Málaga. Es una radiografía bastante detallada de lo que está sucediendo en la ciudad y que engloba desde datos sanitarios a servicios públicos como la limpieza, el transporte, la seguridad, la movilidad de la población y todo tipo de recursos desde el voluntariado a la plantilla municipal. “Lo que más difícil ha sido de conseguir son los datos sanitarios. Hasta la tercera semana de confinamiento la Junta no decidió darlos por distritos sanitarios. La suerte es que la capital es un distrito único, porque otros alcaldes siguen sin información”, apunta Espadas que echa de menos un mayor desglose de estos datos que le permitirían conocer si en algún barrio o zona de la ciudad hay un brote o repunte para reforzar allí la desinfección.
La lectura diaria de ese cuadro de mando apunta a que sólo ocho empleados municipales se han visto contagiados y sólo uno ha requerido hsopitalización; y que más de 1.700 empleados municipales están teletrabajando, prácticamente la mitad de la plantilla sin contar servicios esenciales. Que se han facilitado las bajas del personal vulnerable y que se han reforzado los sistemas de atención telefónica y servicios como el empadronamiento (pues los certificados son necesarios para algunos trámites y ayudas) o el 010, que tras un primer pico sanitario, se ha convertido en el recurso de información para la crisis social. A través de él se gestiona la ayuda alimentaria y otras asistencias. Algún día ha recibido más de 5.000 llamadas. “En estos momentos estamos dando alimentos a 24.000 personas, cuando la atención habitual era de 11.000 en Sevilla”, añade.
El Ayuntamiento de Sevilla ha comprado más 200.000 unidades de mascarillas y más de 450.000 guantes, según datos actualizados a 10 de abril. De las disponibles dos tercios han sido sufragadas con recursos municipales, el resto pagadas por la Junta de Andalucía. Conforme se han obtenido materiales de prevención, se ha aumentado la atención presencial de la ayuda a domicilio. “Ya se está en torno a las 1.500 personas dependientes con atención presencial y el número de trabajadores auxiliares se ha duplicado; y se mantienen los centros de atención a la mujer y se ha puesto en marcha un plan de ayudas sociales a inquilinos de Emvisesa”.
El plan de desinfección en los barrios ha usado ya más de 26 millones de litros de agua con hipoclorito como solución desinfectante. Se desinfectan las zonas de contacto de los contenedores, y los equipamientos públicos y servicios municipales, zonas con más tránsito, mercados de abastos o las paradas más concurridas de Tussam, incluida su flota a diario. Entre 100 y 115 unidades de Policía Local vigilan en tres turnos la ciudad a diario y registran entre 150 y 200 denuncias por distintos motivos tras 3.000 actuaciones diarias de media.
El análisis de estos indicadores se enfoca ahora a adelantar un plan de descalada en clave interna y ciudadana. El alcalde pide a su equiupoi que se diseñe ya quién va a seguir teletrabajando, que será un volumen alto hasta el verano, y quién se incorporará en las próximas semanas, cuando concluya el confinamiento. Y que se haga una previsión y provisión de materiales de protección extras necesarios, como pantallas o mamparas, para recuperar la atención ciudadana de forma presencial en distritos, por ejemplo. "También deberíamos ir viendo ya cómo se va a reorganizar la Policía Local en sus funciones, vamos a adelantarnos y a ensayar a partir del domingo, con la salida permitida de los menores, poco a poco habrá que disminuir los controles y pasar a labores informativas", explica. “Nos vamos a adelantar porque la información por parte del Gobierno llegará de nuevo a última hora y, por la experiencia, seguro que nos equivocaremos muy poco”.
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