El cronista y el cortesano
Calle Rioja
Balance. Presentan la crónica de Pigafetta, superviviente de la vuelta al mundo, y el informe que Carlos V encargó sobre el viaje y sus vicisitudes
VIVIR para contarla. La premisa de Gabriel García Márquez la cumplió a rajatabla Antonio Pigafetta (1480-1534), uno de los 18 supervivientes de la primera vuelta al mundo y cronista de la expedición. “De Sevilla partí para Valladolid donde presenté a la Sacra Majestad de don Carlos, no oro ni plata, sino cosas que eran a sus ojos mucho más preciosas. Entre otros objetos, le obsequié un libro escrito de mi mano, en el cual había apuntado día por día todo lo que nos había acontecido durante el viaje”.
Son las últimas palabras de Primer viaje alrededor del globo, un título de novela de Julio Verne donde Pigafetta escribe la crónica en vivo de la expedición Magallanes-Elcano. En ese viaje pasaron muchas cosas: ejecuciones, motines, deserciones, la propia muerte en Filipinas del capitán general, Fernando de Magallanes. El rey Carlos quería saber qué había pasado y encargó a uno de sus asesores, Maximiliano Transilvano (1490-1538) un informe. El resultado fue De Moluccis Insulis (Las Islas Molucas).
Dos géneros diferentes, dos piezas escritas por un cronista de los mares y un cortesano de secano, que juntas pueden ayudar a descifrar algunas de las incógnitas de la mayor osadía náutica de la historia. Ambos libros se presentaron ayer en la Zona Franca de Sevilla, cuyo comisario, Alfredo Sánchez Monteseirín, ex alcalde de Sevilla, es a la vez comisario-coordinador para los actos del quinto centenario de la primera vuelta al mundo. Una iniciativa que empezó a agitar en Sevilla hace más de una década la Fundación Civiliter, cuyo presidente, Benito Caetano, se encarga de la edición y adaptación del texto de Pigafetta.
Lo de quinto centenario suena a Expo 92. Dos acontecimientos relacionados con la mar océana pero muy diferentes. “La Expo 92 se hizo de arriba abajo y Sevilla sólo hizo de público”, dice Caetano. Monteseirín apunta otra diferencia. “La Expo 92 fue una celebración intensa que se hizo en varios meses y esta conmemoración va a ser extensa y a lo largo de tres años”. Lo que duró. “Otro dato fundamental es que ahora no hay presupuesto”, dice Caetano.
La crisis económica tuvo un efecto letal. “Con la crisis se frenó la costumbre de los patrocinios”, dice Monteseirín. “Las ayudas que tenemos ahora son más institucionales, de organismos como Loterías del Estado o la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que privadas, y eso que desgrava fiscalmente”.
Caetano destaca el carácter visionario de Magallanes de incluir a un cronista en la expedición. “Ni Colón ni Hernán Cortés lo llevaban”. A Pigafetta se le acusó de ponderar los méritos de Magallanes y ningunear a Elcano. “Cuando Elcano se hace cargo de la expedición, sólo se dedican a evitar a los portugueses. No vuelven a descubrir nada. Llegan a Cabo Verde porque están muertos de hambre y de sed”.
La falta de ayudas puede dar al traste con muchos proyectos. La ópera Magallanes podría irse a Portugal. “Portugal no tuvo nada que ver con la vuelta al mundo”, dice Caetano. “Magallanes es un marino español que nació en Portugal, como Juan Carlos I es un rey español que nació en Roma”. Monteseirín, algo más diplomático, no quiere que salten chispas entre España y Portugal, “eran los dueños del mundo”, ni entre Sevilla y Sanlúcar. Valora la mediación del ministro Borrell, que hace treinta años inauguró el puente sobre el Guadiana que une España con Portugal, para que el país vecino retirarse la propuesta de que la primera vuelta al mundo fuera reconocida por la Unesco.
De 1519 a 1522. ¿Orto y Ocaso? En 1526 muere Elcano y Carlos V se casa en Sevilla con su prima Isabel, hija del rey Manuel de Portugal. El mismo que rechazó el proyecto de Magallanes. Otro rey, Felipe VI, acompañado por la reina Letizia, inauguran el jueves 12 en el Archivo de Indias la exposición El viaje más largo.
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