La crisis reduce más de un 22% el consumo de gasolina en Sevilla
El mercado de la gasolina 98, un combustible más ecológico, se ha derrumbado, con una bajada del 53,3%. Los empresarios de las gasolineras son los más perjudicados por las subidas de precio.
La crisis también está golpeando con fuerza al sector de las gasolineras en Sevilla. En concreto, y según las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), un organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, entre julio de 2008 y julio de 2012 se pasó de las 17.200 toneladas de consumo de gasolina 95 (la más usada por los conductores) a las 13.358; es decir, la demanda se contrajo en la provincia un 22,18%. En Andalucía, el dato es aún peor, alcanzando una bajada del 24,4%.
Las causas de este descenso, que también se da en otros carburantes como la gasolina 98 o el gasóleo, se pueden explicar tanto por la disminución de la actividad económica como por el efecto inhibidor que en el consumo tiene toda subida de precio. En los últimos tiempos se detecta un aumento en las fórmulas de ahorro de combustible, como son el uso compartido de vehículos para los traslados laborales o el mayor uso del transporte público. "El consumo privado en general, el de familias y profesionales autónomos, ha bajado un 25%. Por ejemplo, poco a poco va desapareciendo el segundo coche familiar y en las gasolineras se detecta que ahora se usan más las motos que los turismos, ya que su consumo es menor", indica Álvaro Fontes, presidente de la Agrupación de Venta al por Menor de Carburantes y Combustibles.
Si importante es el descenso del consumo en la gasolina 95, en el caso de la lujosa gasolina 98 (combustible mejor tratado químicamente y más beneficioso para los motores y el medio ambiente) se puede hablar sin exagerar de descalabro. En julio de 2008 se vendieron en la provincia de Sevilla un total de 743 toneladas y en julio de 2012 apenas se alcanzaron las 342. El descenso fue de un 53%. "La gasolina 98 está en caída libre. Hay gasolineras que ya ni siquiera la venden", asegura el presidente de Federación Andaluza de Estaciones de Servicio, Roberto Sáenz, una persona con más de 50 años de experiencia en la venta de combustible. La subida del gasóleo A en Sevilla, por su parte, fue del 20,71%.
La subida de los precios de los combustibles es una realidad que a nadie se le escapa. Cuestiones tan caseras como la subida del IVA (del 18% al 21&), el céntimo sanitario u otras más complicadas como la Primavera Árabe, el encarecimiento del dólar (moneda con la que se paga el crudo) o la irrupción en el panorama internacional de las potencias emergentes han hecho que, en los últimos tiempos, los precios no dejen de crecer (como se observa en el cuadro que se reproduce a la derecha). Algunos, como Roberto Sáenz, son especialmente pesimistas: "No me cabe duda de que el litro de gasolina 95 va a alcanzar los dos euros próximamente".
Una cuestión que le preocupa especialmente a la patronal de las gasolineras es la "falsa creencia" de que las estaciones de servicio se suelen beneficiar de la subida de precio de los combustibles. "Nada más alejado de la realidad. La gran mayoría de las gasolineras tienen un contrato de suministro en exclusiva con alguna gran petrolera (Repsol, BP, Cepsa...) por el que cobran una cantidad fija por cada litro que se vende, independientemente del precio", afirma Sáenz. Esta cantidad suele oscilar entre los 0,04 y los 0,06 euros por litro. Evidentemente, si el aumento de precio tiene un efecto inhibidor de la demanda, los gasolineros salen perdiendo. "Cada vez que se sube el precio de la gasolina es una auténtica ruina para nosotros", recalca Roberto Sáenz, una idea que comparte sin dudarlo Álvaro Fontes.
Aquí no acaban los problemas de la patronal de la venta al pormenor de combustibles. Tienen que pagar el combustible a las petroleras en ocho días "lo hayamos vendido o no, mientras que a nosotros nos pagan los abonos realizados con tarjetas de crédito una media de 15 días después. Evidentemente, estamos financiando a las petroleras".
La situación está tan ajustada que ya hay gasolineras que "apenas le ganan dinero a la venta de combustible o, incluso, lo pierden", dice Sáenz. Ahora, el negocio está en las tiendas que hay instalada en la mayoría de las estaciones de servicio, "aunque con la prohibición de que vendamos tabaco y alcohol también estamos perdiendo muchos de nuestros ingresos".
Sáenz advierte de la pérdida de empleo que supone el descalabro del mercado, un proceso que ya comenzó con el self service. "Antiguamente una gasolinera pequeña, que no vendía más de dos millones al año, contrataba a cuatro personas, una por turno más un correturno. Ahora basta con la mitad".
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