La crisis de natalidad en Sevilla causa ya estragos en los colegios privados
Educación
El Colegio La Luna, que ha anunciado su cierre, ha perdido más de 140 alumnos desde 2019
Varios centros educativos se encuentran en situación similar, con falta de demanda de plaza
"El colegio me ha provocado angustia porque mi hija se quedaba sin escolarizar"
Lo ocurrido en el colegio privado La Luna, en Sevilla Este, constituye un claro síntoma de los estragos que provoca la crisis de natalidad en la enseñanza privada. Desde hace una década se constata el nacimiento de menos niños y, por tanto, de menos demandantes de plaza en los centros educativos. Mientras en el sistema público se suprimen aulas (con la consiguiente polémica por parte de los padres), en la privada tal situación está llevando ya a sus titulares a optar por el cierre completo de los centros al no resultar "rentables". Las cuentas no cuadran.
Cierto es que esta medida extrema se está tomando en escuelas que pertenecen a empresas familiares, con escaso pulmón financiero, pero puede ser la punta de un iceberg mayor en pocos años, especialmente si se tiene en cuenta que, según los sociólogos, la bajada de la natalidad no parece que vaya a detenerse a medio plazo. Ni a nivel nacional ni provincial.
El Colegio La Luna ha saltado a los titulares esta semana después de que los padres con hijos en este centro privado conocieran por un correo electrónico que el próximo curso no podrán continuar sus estudios allí. La razón dada por la dirección despeja cualquier duda: la falta de demanda de escolarización, que ha dejado algunas aulas con diez alumnos. Tales cifras -aunque los pedagogos la consideran idónea para una educación individualizada- resultan insostenibles para la educación privada. Aclaración: también para la pública, de ahí que la Junta de Andalucía (administración con competencias en la enseñanza) haya decidido suprimir unidades, pese a la insistencia de las AMPA por reducir la ratio (número de alumnos por clase).
Una merma del 33% en un año
Fuentes del departamento de administración de La Luna han detallado a este periódico el descenso del alumnado en los últimos cursos. En 2019, antes de la pandemia, había matriculados en el colegio 240 niños desde Infantil a sexto de Primaria. En el presente ejercicio académico, tal cantidad se queda en 155. Pues bien, tras el proceso de escolarización en el centro entre febrero y mayo, la cifra se ha reducido a 96, una merma en un solo año del 33% que hace insostenible económicamente la continuidad del centro.
No se trata de una situación aislada, sino que ya padecen otros colegios cercanos. Y ello pese a que se trata de Sevilla Este, una zona residencial densamente poblada, pero en la que la crisis de natalidad también se evidencia. "Los colegios del barrio han recibido como agua de mayo el traslado de nuestros alumnos", refieren desde La Luna, que inciden en que estos días se está facilitando la escolarización de sus estudiantes en varios centros del entorno, en los que se han celebrado jornadas de puertas abiertas para estas familias.
La decisión del cierre del colegio se comunicó el jueves de la semana pasada, una tardanza que los padres han criticado, pero que desde el centro se justifica ante el intento, hasta el último momento, de aumentar las cifras de alumnos escolarizados. También se detalla que La Luna pasó a principios de febrero a manos de un fondo de inversión ante la imposibilidad de los anteriores propietarios -una empresa familiar- de hacer frente a los problemas económicos que ha provocado el descenso de la demanda de plazas. "Los nuevos dueños estudiaron la viabilidad, hablaron con el inspector de Educación de la zona y al no poder atraer más público, pese a las campañas de promoción y publicidad puestas en marcha, han optado por cerrarlo", explican.
El alza de los precios
Evidentemente, en esta falta de alumnos no sólo incide el desplome de la natalidad, también otros factores, como los efectos de la pandemia del Covid y el alza de los precios, que afectan de lleno a la economía de muchos hogares, donde se opta por la educación pública y concertada ante la imposibilidad de hacer frente al pago de una matrícula y cuota de un colegio privado.
Las familias de La Luna conocieron que el colegio echaría el cierre en julio una vez que habían pagado las matrículas para el próximo curso, un precio que ronda los 300 euros por alumno. La dirección ya les ha comunicado que les devolverán el dinero en junio. A este gasto hay que sumar el de la cuota mensual, que oscila entre los 300 y 700 euros, dependiendo de la etapa educativa. En algunos colegios privados dicho precio ronda los mil euros mensuales.
La dirección de La Luna ha mantenido reuniones este miércoles con los padres para facilitarles la búsqueda de plaza en colegios cercanos, en aras de facilitar la conciliación laboral y familiar. Algunos colegios privados, como narran varios padres, tenían vacantes, aunque no las suficientes para dar cabida a todo el alumnado de este centro. En los públicos y concertados la escolarización ya ha acabado y sólo se puede optar a la que se tramita de forma extemporánea (por circunstancias sobrevenidas).
Los alumnos de Educación Especial
Algunos de estos menores son alumnos de Educación Especial, lo que ha aumentado la preocupación por parte de las familias para encontrar un colegio que cuente con el servicio requerido. Tal es el caso de María Sutherland, que reconoce haber vivido "un episodio de angustia" que ha requerido de atención psicológica al temer que su hija se quedara sin escolarizar el próximo curso.
El colegio ya comunicó a sus 19 trabajadores, en una reunión celebrada el pasado martes, que no podrá pagar los finiquitos por despido. La plantilla ya ha puesto el asunto en manos de un sindicato para que inicie la reclamación pertinente.
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