La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Los datos de criminalidad en Sevilla vuelven a ser positivos. No estaba previsto que lo fueran porque venían de una tendencia al alza, con una fuerte subida durante el año pasado. Pero la activación del estado de alarma y el confinamiento obligado que se mantiene desde el 13 de marzo ha provocado una vuelta a la estadística: los delitos caen en la capital andaluza más de cinco puntos.
Así lo acreditan los datos del primer trimestre del año, que hizo públicos este jueves el Ministerio del Interior. El balance apunta a que entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2020 se registraron en Sevilla 11.447 infracciones penales. Durante el mismo periodo del año anterior hubo 12.104, es decir, un 5,4% más que ahora.
Hay que tener en cuenta que el balance sólo comprende los primeros 19 días de confinamiento y que no se incluyen los meses de abril y mayo. Por ello, se espera que para el próximo balance, que comprenderá ya los seis primeros meses del año, la tendencia se mantenga e incluso recoja datos todavía más positivos que los actuales.
El propio Ministerio del Interior ha incluido una nota aclaratoria de las estadísticas en la que vincula directamente la cuarentena con la caída de la delincuencia. "Buena parte de dicho descenso está íntimamente correlacionado con las circunstancias derivadas de la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de la
crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19", apunta el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska.
En el caso de Sevilla, bajan la mayoría de los delitos, con algunas excepciones muy particulares. Una es la de los robos con fuerza en domicilios, que suben un 1,1%, pasando de 266 a 269 casos entre el primer trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020. La explicación a esta subida pasa porque el repunte verdaderamente importante se produjo en los dos primeros meses del año y la cuarentena amortiguó lo que debería haber sido una subida mayor, ya que con el confinamiento la mayoría de los ciudadanos están en sus casas y este tipo de robos suelen producirse cuando las viviendas están vacías.
Otro delito que crece es de las peleas o riñas tumultuarias, que pasaron de 53 a 62, lo que supone una subida del 17%. Aquí ocurre algo parecido a lo de los robos en domicilios, aunque durante el confinamiento se han dado varios episodios de este tipo. Uno de ellos sucedió en los primeros días de la cuarentena en el barrio de Los Pajaritos, después de que la Policía intentara enviar a casa a unos menores que estaban en la calle.
También suben los homicidios, aunque lo hacen pasando de 0 a 1 casos. El único crimen registrado en Sevilla capital en lo que va de año ha sido el asesinato del escritor y minero Antonio Perejil Delay, muerto a manos de su hijo en el domicilio familiar de la Carrasca, en la Macarena, la tarde del 23 de enero de 2020. Este tipo de delitos sigue estando en Sevilla en unos niveles muy bajos.
Crecen, aunque muy levemente, los delitos relacionados con el tráfico de drogas, si bien esto puede achacarse a la intensa presión policial que hay contra el narcotráfico en los últimos años en el Sur de España. Influye además la proliferación de los cultivos de marihuana, que están cada día más extendidos en determinados barrios de la ciudad.
El confinamiento ha invertido la tendencia al alza de los delitos de carácter sexual, que llevaban tres años subiendo de manera notable debido al efecto Manada. El caso de los cinco sevillanos que violaron a una joven en Pamplona despertó una enorme conciencia social que impulsó a las víctimas de agresiones, y sobre todo de abusos, a denunciar más estos hechos.
Los delitos contra la libertad e indemnidad sexual bajaron un 7,8% en total. Los casos más graves, las violaciones, se redujeron de 7 a 2 casos. El asunto que más trascendió fue el ocurrido el 29 de enero en Triana, donde un violador reincidente que había salido poco antes de prisión agredió sexualmente a una mujer en su domicilio.
Destaca la caída de los robos en comercios, propia del estado de alarma. El cierre de la mayoría de las tiendas ha provocado una reducción de los robos en ellas. Si no hay actividad, no hay dinero y poco que robar en el interior de los negocios. Esto ha hecho que este tipo de delitos se reduzcan en un 25% en el primer trimestre del año.
El delito más común sigue siendo el hurto. Más de una cuarta parte de las denuncias que se presentan en las comisarías de Sevilla son por hurtos. Pese a ello, han caído en torno al 13% en el primer trimestre del año. Esta bajada se explica por la falta de turistas en las zonas monumentales de la ciudad, donde más se daban los hurtos.
La provincia experimenta una caída de la delincuencia algo más leve, inferior al 3%. En este caso son mejores los datos de la capital que los del conjunto de la provincia, a diferencia de lo que ocurre generalmente. El balance de Interior hace un análisis de los municipios con una población superior a 30.000 habitantes. En Los Palacios suben los delitos un 44%, en Utrera un 16%, en Mairena un 10% y en Dos Hermanas un 7%. En el resto (Alcalá de Guadaíra, Écija, Coria del Río y La Rinconada) baja la delincuencia.
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