La cotorra de Kramer desplaza a los murciélagos del Parque
El estudio científico ha sido desarrollado durante 14 años por la Estación Biológica de Doñana
La cotorra de Kramer, una de las especies invasoras más peligrosas de Europa, ha desplazado al nóctulo mayor, el murciélago más grande del continente, en el Parque María Luisa, según demostró un estudio científico que se ha desarrollado durante 14 años.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) informó ayer de que el número de nidos de cotorra de Kramer ha aumentado veinte veces en catorce años y de que el número de árboles utilizados como refugio por los nóctulos ha descendido en un 81%.
El estudio fue desarrollado entre 2003 y 2017 por un equipo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD) del CSIC, científicos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla y miembros del Centro de Investigación Biomédica (Ciberesp). En 2003 existía una amplia presencia de refugios de murciélago en todo el Parque y, por el contrario, en 2017 se comprobó que los refugios estaban en sectores muy específicos. En 2003 había 13 nidos activos de cotorras, mientras que entre 2013 y 2017 aumentaron hasta 311, mientras de los 75 árboles que servían de refugio a los nóctulos, el año pasado se registraron sólo 14.
El CSIC explicó que ambas especies utilizan los mismos tipos de cavidades de árboles para reproducirse, por lo que al pelearse por el espacio, las cotorras, de mayor tamaño, han desalojado a los murciélagos de forma agresiva y en algunos casos los han llegado a matar. La lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha clasificado el nóctulo mayor como vulnerable.
El estudio también apunta que a partir del Real Decreto 630/2013 se ha permitido actuar sobre las especies invasoras, pero en este caso concreto, la opinión pública se ha mostrado susceptible ante cualquier actuación contra las cotorras de Kramer, ya que es una especie más llamativa que los murciélagos.
El CSIC ha hecho énfasis en el estudio en la necesidad de llevar a cabo estudios a largo plazo para identificar los impactos poco evidentes de las especies exóticas invasoras y de desarrollar medidas que eliminen las cotorras en Sevilla en poco tiempo, ya que la velocidad con la que crece su población augura la extinción próxima de este tipo de murciélago.
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