El coronel Emilio Serrano, nuevo jefe de la Guardia Civil en Sevilla

El nuevo responsable de la Guardia Civil sigue la estela de su padre, que fue capitán en la Comandancia de Sevilla

Ha tomado posesión de su cargo en un emotivo acto celebrado en Montequinto y marcado por el fuerte calor

Operación contra los anguleros en el río Guadalquivir

Emilio Serrano es el nuevo jefe de la Guardia Civil en Sevilla / DGGC

El coronel Emilio Serrano tomó posesión este martes como nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Sevilla. Mandará así a más de 2.200 hombres y mujeres desplegados en una provincia eminentemente llana, con una orografía completamente contraria a las de sus destinos anteriores, casi siempre relacionados con la montaña. Serrano, fiel a su apellido, pasó casi dos décadas dirigiendo unidades especializadas en rescates en montaña, primero en Navacerrada y luego en Huesca, donde estuvo catorce años.

Sin embargo, conoce bien la Comandancia de Sevilla, pues lleva en ella desde 2017, primero como jefe de la sección de apoyo, después de la de operaciones y en los últimos meses como jefe interino de la demarcación. Pero además lleva Sevilla muy adentro, porque es el destino en el que su padre, que fue capitán de la Guardia Civil, estuvo más de trece años. Este martes tuvo palabras muy emotivas a su padre, ya fallecido, y al que considera el responsable de que ingresara en la Academia General de Zaragoza, de la que salió como teniente en 1995.

Natural de Arcos de la Frontera, Emilio Serrano es también profesor de educación física, especialista en montaña y en gestión de recursos humanos, entre otros títulos. Durante su carrera profesional, ha realizado misiones internacionales en Irak y en el Líbano y posee diversas condecoraciones militares y civiles. Ahora asume el mando, "abrumado y agradecido" ante tanta responsabilidad y muestras de cariño.

Lo hizo en un acto celebrado a las diez de la mañana en la sede de la comandancia, en Villanueva del Pítamo, bajo un intenso sol que hacía brillar los tricornios de los guardias de la formación de honores, a los que el calor machacaba con la guerrera puesta y el cetme en ristre. También fue implacable el sol con la zona reservada a las autoridades civiles y militares, en la que, entre el vaivén de los abanicos, destacaba la presencia del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Justo al lado, en una tribuna, presidían el acto el delegado del Gobierno de Andalucía, Pedro Fernández, y el general jefe de la IV Zona y anterior jefe de la comandancia, Luis Ortega Carmona.

En una esquina de la amplia explanada de entrada en la comandancia, en la sombra, unos niños jugaban ajenos a cualquier acto marcial y disfrutaban de su primer día sin colegios. Se antoja un largo verano en el que sus padres tendrán que seguir haciendo frente a desafíos importantes como la lucha contra el narcotráfico, la ciberdelincuencia o la violencia machista.

Mientras, Serrano, en un discurso muy emotivo, se mostró orgulloso y honrado al compartir su nuevo cargo con "una plantilla de guardias civiles que demuestran cada día su valía" y se comprometió a "establecer canales de comunicación interpersonal, que faciliten el conocimiento de las necesidades de los guardias civiles" a su mando y de sus familiares.

Por su parte, el general jefe de la IV Zona, Luis Ortega, destacó de Serrano la "preparación profesional en las especialidades de montaña además de sus diferentes comisiones en el extranjero", así como sus "capacidades, constancia, disciplina y perseverancia, espíritu de sacrificio y entrega en el trabajo".

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, resaltó la amplia trayectoria del coronel y su profesionalidad, centrándose en las misiones en Irak y el Líbano, "que le aportan una perspectiva global sobre los desafíos de seguridad internacional, fortaleciendo aún más su habilidad para enfrentar situaciones complejas con calma y determinación, así como su firme compromiso con los valores de la Guardia Civil, garantía para afrontar con solvencia los desafíos que conlleva ente importante puesto".

Fernández remarcó la "fundamental contribución de la Guardia Civil a la protección de la sociedad democrática, convirtiendo a España en uno de los países más seguros y a Andalucía en una comunidad segura, con una tasa de criminalidad más de tres puntos por debajo de la media nacional". El delegado insistió en en el compromiso de Gobierno en la mejora de las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con el refuerzo de 640 guardias civiles para Andalucía después del verano.

Tras esto se celebró el tradicional homenaje a los caídos en acto de servicio, este año muy marcado por las cinco muertes registradas en lo que va de 2024: los dos guardias asesinados en Barbate, otros dos atropellados en la AP-4 en Los Palacios y un agente sevillano que murió en Madrid tras caerse de un tejado durante una operación. La llama del pebetero colocado junto al monolito que recuerda a los agentes muertos parecía esta vez más viva que nunca mientras se entonaba La muerte no es el final y se disparaban salvas al aire. Tras cantar el himno de la Guardia Civil, el acto concluyó con un desfile de las diferentes unidades destinadas en la comandancia.

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