Una ciudad más tempranera cada ola
Coronavirus bares
Las nuevas restricciones impuestas por la Junta adelantan los horarios de los sevillanos, que llenan parques y terrazas desde media mañana
Sevilla estrenó, como el resto de Andalucía, el domingo 17 de enero nuevas restricciones impuestas por la Junta, que busca frenar la tercera ola de la pandemia. En las próximas semanas se sabrá si las medidas son efectivas. De momento han conseguido que la capital andaluza adelante sus horarios. Haga vida más temprano de lo habitual. El sol radiante, en las antípodas de la realidad meteorológica de otros puntos del país, ayuda a ello. Beneficia a que los parques y terrazas ocupen rápidamente sus veladores, limitados a cuatro personas por mesa.
Los que el sábado comían en una mesa para seis, ahora lo hacen en dos de tres. Pero en casa parecen no quedarse los ciudadanos a tenor de la afluencia de público en, por ejemplo, la Avenida de Europa, arteria clave de la vida en el barrio de Los Bermejales. Clientes de pie estudiando desde una distancia prudencial que mesa quedará libre o paseando por el mercadillo a la espera de poder tomar el aperitivo bajo el sol, buscado por todos.
Una estampa repetida en el Parque de María Luisa, que parecía esperar a la Hermandad de la Paz en un soleado Domingo de Ramos. Así lo anticipó con inteligencia un vendedor de globos, que hizo su agosto en enero entre carritos de bebé y mascarillas. Pero en la Avenida de la Palmera, instalación deportiva al aire libre cada día más usada por ciclistas, patinadores y runners, lo que llamaba la atención era la entrada a la iglesia del Corpus Christi. Alrededor de un centenar de personas escuchaban la misa desde la calle, manteniendo la distancia de seguridad y respetando el aforo reducido del templo.
De allí algunos se irían a alguna terraza en busca del sol. La Avenida de la Buhaira fue la opción elegida por muchos, colgando el cartel de no hay billetes. Bueno, mejor dicho, sí hay billetes pero no sitio para comer. Los 15 grados vencieron la pereza dominical de muchos sevillanos, que aprovecharon la apertura de la hostelería hasta las seis de la tarde, hora a la que cierra la ciudad. Bajan las persianas de los bares, el sol se marcha por el Aljarafe y el termómetro se desploma. El toque de queda de las 22:00, que el Gobierno andaluz quiere adelantar a las 20:00, se efectuó a las 18:00, pues la frase de Cervantes es cada día más cierta en Sevilla: "Quien no madruga con el sol no disfruta de la jornada".
Antonio Luque: "Lo que nos ha dado la Junta es una limosna"
El presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, aseguró que el sector "acepta las medidas" y "va a colaborar porque la salud es lo primero", pero recuerda que siguen en "un momento muy crítico". Luque reiteró el rechazo de los hosteleros a que "siga habiendo cuatro horas de movilidad" tras el cierre de sus locales, pues ahí sitúan "la mayoría de los contagios". Incide que, según los datos oficiales, "sólo somos responsables de un 3,5% de los contagios", pero que son "los señalados" en cada nuevo anuncio de restricciones.
En el plano económico, recuerda la petición que han hecho a las administraciones de "un paquete de ayudas directa como el resto de países", ya que explica que "están en juego muchos puestos de trabajo". Una de esas ayudas, la de la Junta de Andalucía, ya fue anunciada y será de 1.000 euros. Algo que Luque califica de "limosna". Aparte, le preocupa que "la vacunación va muy lenta". Mientras, siguen cerrando bares: "Éramos 4.500 y ya sólo quedamos 3.000".
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