Coronavirus Sevilla. El confinamiento, un mal aliado para dejar las adicciones
Los servicios asistenciales en la pandemia
Proyecto Hombre ha desarrollado un programa especial para atender a sus 350 usuarios durante el estado de alarma
Se han mantenido encuentros de grupos por Skype con drogodependientes y familiares
La entidad alerta de que la crisis económica repuntará el mercado de la droga
"Al principio temí que con el estado de alarma volviera a caer en las drogas, que todo lo logrado hasta ahora no hubiera servido para nada. Pero no ha sido así. Han tenido una atención constante que me ha permitido avanzar". Así relata uno de los usuarios de Proyecto Hombre su lucha contra la adicción a la cocaína estos dos meses de confinamiento. Las reuniones por Skype, las videoconferencias y las llamadas telefónicas se han convertido en una constante para evitar cualquier paso atrás de este sevillano al que, como muchos en su situación, las circunstancias provocadas por la pandemia del Covid-19 jugaron, en un principio, en contra de su recuperación.
Su relato es similar al de los 350 usuarios de Proyecto Hombre, entidad creada hace 30 años para atender a las personas que sufren algún tipo de adicción. El decreto del estado de alarma se produjo un fin de semana, lo que trajo bastantes complicaciones a este servicio. Su presidente, Francisco Herrera, recuerda que esta situación provocó el cierre de todos los servicios y dificultó el regreso de las personas que recibían atención en las comunidades terapéuticas de lunes a viernes. No así con los que se encuentran en residencias y pisos de acogida, que han permanecido confinados este tiempo.
La primera decisión que se tomó fue la de mantener el contacto permanente con los usuarios y sus familias. Por Skype, videoconferencias y llamadas telefónicas. "Pese a la dificultades de adaptación, esta pandemia ha evidenciado los logros del trabajo realizado tiempo atrás, pues muchas personas que por culpa de la droga habían alterado su relación con la familia la han vuelto a recuperar en el estado de alarma, gracias en parte a la comunicación que hemos mantenido con ambas partes", apunta Herrera.
Adicción y salud mental
El presidente de Proyecto Hombre en Sevilla incide en que "en el mundo de las adicciones hay multitud de perfiles", entre los que se encuentran los que tienen doble problema: la dependencia de una droga y la salud mental. A todos se les ha hecho un seguimiento telemático, aunque en algunos casos ha sido necesaria la atención presencial, extremando siempre las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias.
Uno de estos usuarios llevaba muchos años "enganchado" a la cocaína. Desde hace tiempo acude a Proyecto Hombre, donde se encuentra en el nivel 1 de tratamiento. Aunque este servicio no lo recibe de forma presencial, lo sigue manteniendo de manera telemática, en conversaciones en grupo por videoconferencia los lunes y miércoles, de 19:15 a 20:30. "La comunicación es un arma muy fuerte para superar este problema y nos ha servido mucho estos meses para no dar ningún paso atrás", confiesa este joven, que desarrolla su trabajo en el sector de la hostelería. Su madre también era atendida por esta entidad los martes, pues para superar la adicción se requiere la implicación de toda la familia.
Así lo afirma también otro usuario, quien recuerda que tras establecerse el estado de alarma se creó un grupo de whatsapp para realizar el seguimiento. "Luego pasamos al 'Skype', que lo facilita todo y permite una mejor comunicación", detalla ese sevillano, quien se ha sentido en todo momento apoyado por sus padres, hermanos y pareja para superar su doble adicción: al alcohol y la cocaína. "Proyecto Hombre no sólo es un servicio para salir de la droga, sino que nos enseña a valernos como personas", abunda.
Pero también se les ha seguido prestando atención a las personas que no encuentran en su entorno más inmediato esta implicación, sino todo lo contrario, el motivo de la adicción. Estos usuarios son los que han permanecido en los pisos de acogida (24 en total). También hay 50 personas que acuden a las denominadas comunidades terapéuticas, donde no residen pero reciben tratamiento durante seis o siete meses. Con el decreto del estado de alarma se prohibió la entrada de nuevos inquilinos en los pisos de acogida y en estas comunidades, por lo que en este último servicio hubo que realizar test para comprobar algún contagio y así retomar la actividad. Herrera también subraya aquí "la ayuda hospitalaria" del SAS para quienes, además de la adicción, sufren problemas de salud mental.
La inserción laboral, más complicada aún
Solventada la atención durante el estado de alarma, ahora queda enfrentarse a las nefastas consecuencias que ya provoca la crisis del Covid-19 en el ámbito social y económico. En este punto, el presidente de Proyecto Hombre recuerda que, además del servicio que se presta para superar la adicción, en esta entidad también se ayuda a la inserción laboral de quienes acuden a ella. "En la crisis financiera de 2008 conseguimos un programa europeo de empleo que nos facilitó bastante esta labor", recuerda Herrera, quien alerta de que el panorama laboral -que ya se presenta bastante complicado para la sociedad general- se volverá más difícil para este colectivo, por lo que ésa será una de las líneas principales de trabajo a partir de ahora.
También refiere que una situación como la que ha vivido el país desde mediados del pasado marzo resulta perjudicial para frenar las adicciones. Por un lado, las personas, ante los momentos de angustia y confinamiento, pueden empezar a consumir drogas o recaer en ellas si no se les atiende rápidamente. De ahí la importancia de la prevención y de hacer ver que no es la solución para estos momentos. Por otro lado, la crisis económica provocará, como ha ocurrido muchas veces, que el mercado de la droga vuelva a experimentar cierto repunte como vía ilegal de financiación ante la falta de otros medios, por lo que Herrera hace una llamada de atención ante este más que probable aumento.
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