"Hacer mil test de forma aleatoria en una ciudad como Sevilla es insuficiente, pero todo suma"
Coronavirus | Cribado masivo
Los asistentes a la prueba consideran que se tendría que hacer "masivamente" o entre "personas de riesgo o con síntomas"
Las fotos del cribado masivo en Sevilla capital
Caída drástica de los nuevos contagios detectados en Sevilla
Las tres de la tarde en la calle Cortijo de las Casillas en Pino Montano. Nada que ver el ambiente con el de apenas unas horas antes, en la medianoche del martes, cuando varias personas convertían una protesta vecinal pacífica contra el toque de queda en unos violentos disturbios protagonista hoy en buena parte de los informativos nacionales. En la tarde de este miércoles, el escenario es el mismo, pero el fin es bien distinto. La soledad inunda esta calle donde se ubica uno de los pabellones deportivos de la ciudad en los que la Consejería de Salud y Familias ha previsto la realización de test masivos aleatorios para determinar el alcance real de la pandemia de Covid-19 en la capital. La situación se repite en otros polideportivos municipales: Polígono Sur (Calle Reina de la Paz), Alcosa (Avda. Séneca) y Paraguas (Plaza del Monte Pirolo).
En Pino Montano, apenas una decena de personas rompe el vacío del mediodía en una de las avenidas principales del barrio sevillano. Hacen cola en plena calle y forman parte de los 1.100 sevillanos que han sido seleccionados aleatoriamente para ser sometidos a las pruebas de antígenos dentro del plan de cribados masivos dictados por la Junta de Andalucía en aquellos municipios con mayor impacto del virus.
En la cola hay gente de todas las edades, aunque parecen mayoría los que están entre los 40 y los 50 años, la horquilla en la que, precisamente, el Covid-19 está más presente. La mayoría de los que han accedido a hacerse esta prueba, que es voluntaria, están convencidos de que es de gran utilidad, tanto a nivel personal como colectivo, para intentar bajar la incidencia, sin embargo, coinciden en que los 1.100 test previstos son "insuficientes", teniendo en cuenta una población de 688.592 habitantes.
Someterse a la prueba tiene carácter voluntario, aunque el resultado será mucho más representativo y certero para la ciudad cuanto más gente acuda al llamamiento. Los test que se realizan son los de antígenos y los resultados se conocen en apenas 15 minutos.
Gloria María Escudero es la primera en la cola. Lleva en la fila desde poco antes de las tres y espera con nervios el inicio de las pruebas. "Nos han citado a casi todos los que estamos aquí a las tres y, ya son y cuarto, y no han empezado", destaca. Es una de las personas más jóvenes que guarda su turno en el exterior del polideportivo y considera que estas pruebas "tendrían más sentido entre personas de riesgo o que presenten síntomas". Aunque, destaca, su apoyo a la iniciativa, considera que "seleccionar a unas mil personas a voleo mientras hay mucha gente esperando una prueba es poco lógico". Varios tramos más atrás se encuentra Francisco Jiménez, es uno de los mayores en la cola. Para él es "positivo" que se hagan estos test, pero reconoce que "son pocos para una ciudad como Sevilla". "No creo que con el resultados de estas pruebas se pueda hacer una valoración sobre el impacto del virus ni mucho menos", afirma.
Los seleccionados recibieron la cita por un SMS el martes a mediodía, apenas 24 horas antes del inicio de las primeras pruebas. Pilar Rina, es otra vecina de la capital que ha acudido a la convocatoria en este laboratorio improvisado en Pino Montano. "Me llegó ayer (por el martes) a mediodía un SMS en el que ponía Cribado SAS. Porque ya lo había escuchado por los medios de comunicación porque si no me hubiera parecido algo de publicidad y ni lo hubiera abierto", señala. Para Pilar, estas pruebas deberían ser "obligatorias" y tendrían que realizarse "masivamente". "Es la única forma de conocer la extensión real del virus, pero todo suma", agrega.
Con veinte minutos de retraso sobre el inicio previsto empiezan a entrar en el pabellón los primeros citados. Las cinco enfermeras encargadas de llevar a cabo las pruebas los reciben perfectamente protegidos con los equipos de protección individual (EPI) y les van indicando dónde tienen que colocarse y qué tienen que hacer. Todo rápido, controlado y sin bullas. El procedimiento, según explica tras pasar por el mismo otra de las voluntarias que han participado en el cribado que prefiere mantener el anonimato, es básico. "Te identificas y se aseguran de que eres una de las personas citadas y comprueban que perteneces a un centro de salud de la zona". Tras ello la realización de la prueba y a esperar fuera en la calle el resultado. Sobre ésta, coinciden varios de los citados en que "es rápida, pero muy desagradable".
Pasados los primeros quince minutos desde la realización de las primeras pruebas, empiezan a llegar los resultados. A las afueras del pabellón empiezan a agolparse los citados, aunque respetando las distancias de seguridad en todo momento, y como si de pasar lista en la clase de un colegio se tratara, una de las enfermeras empieza a dar nombres y resultados a voz viva, eso sí, todos negativos en los realizados en la primera hora de testeo. En los casos positivos, explica la enfermera gestora de casos encargada de coordinar el cribado en este pabellón, Inmaculada Alcántara, "apartaríamos en privado a esa persona y le cogeríamos sus datos para que a lo largo del día o en las próximas horas se pongan en contacto con ellos los rastreadores para localizar a sus posibles contactos y demás".
El cribado se alargó hasta las 19:30 horas y, aunque en un primer momento estaba previsto que se realizara entre miércoles y jueves, finalmente pudo concluirse en un único día. En cada una de las cuatro localizaciones previstas estaban citadas 300 personas y, aunque someterse a la prueba tiene carácter voluntario, el resultado será mucho más representativo y certero para la ciudad cuanto más gente acuda al llamamiento.
La ciudad ha sumado 913 en los últimos siete días y 2.729 en las pasadas dos semanas, según los datos oficiales del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). El índice es de 396,3 casos por 100.000 habitantes y se acerca a la barrera de los 500 que las autoridades sanitarias marcan como límite para adoptar medidas restrictivas, aunque aquí ya se han tomado.
"Desde el Ayuntamiento apelamos a la responsabilidad individual, para mejorar de manera colectiva ante la pandemia. Además, ha avisado al Gobierno andaluz de que en el objetivo común de reducir los contagios, intentar hacerlo equilibrándolo con la actividad económica a veces se puede conseguir y otras veces no", ha dicho este miércoles el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Espadas ha defendido la "colaboración activa" del Ayuntamiento en este "cribado colectivo aleatorio". "Hemos facilitado espacios públicos, pabellones deportivos, para llevar a cabo los cribados de la forma más cómoda para la ciudadanía y conforme a los criterios de la autoridad sanitaria", ha dicho, señalando el "objetivo común" de reducir el número de contagios.
Respecto a las posibles nuevas medidas para frenar la pandemia, entre las que se baraja el cierre perimetral de la comunidad autónoma, Espadas ha señalado que con los términos del nuevo estado de alarma decretado por el Gobierno central, el Ejecutivo de Pedro Sánchez "ha dado a las comunidades autónomas el papel que constitucionalmente tienen de gestionar sus competencias en este modelo de cogobernanza".
"Como administración local vamos cumplir estrictamente las medidas de la autoridad sanitaria y colaborar activamente con la misma", ha dicho el alcalde.
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