Un corazón solitario no es un corazón

Calle Rioja

Novedad. Salvador Compán presentó en el Colegio Notarial 'Corazón sin sueño', primer libro de poesía de este profesor que fue finalista del Planeta el año que lo ganó Maruja Torres

Salvador Compán delante de las conocidas columnas de la Alameda de Hércules, donde vive desde hace 30 años.
Salvador Compán delante de las conocidas columnas de la Alameda de Hércules, donde vive desde hace 30 años. / Juan Carlos Vázquez
Francisco Correal

25 de abril 2022 - 06:00

Salvador Compán (Úbeda, Jaén, 1949) escribió su biografía sobre un mapa. Ese mapa no es el de su itinerario como profesor de Lengua y Literatura: Laredo, Ibiza, Bruselas, Sevilla, donde en 1983 se incorporó al claustro de profesores del Instituto San Isidoro, el más antiguo de Andalucía, que este año celebra sus 150 años de historia desde que lo fundara su primer director, Alberto Lista. El profesor nacido en el cogollo arquitectónico del Renacimiento (Úbeda, Baeza) donde resonaba el eco de las clases de Francés del profesor Antonio Machado y su dolor por la ausencia de Leonor, se enamoró de la profesora de Inglés. Ella, María José, es la destinataria de su libro Corazón sin sueño, el primero que escribe de poesía, aunque la poesía haya impregnado sus novelas, sus libros de cuentos, hasta sus clases de Lengua y Literatura.

Biografía escrita sobre un mapa es el último poema de Corazón sin sueño. Ese mapa no recorre sus estancias docentes, incluido ese paso por la capital belga, donde su alumnado eran hijos de emigrantes con los que en febrero de 1980 celebró el 28-F. El mapa de ese poema es el que va de Sevilla a Soria de la mano del poeta que dijo que "un corazón solitario no es un corazón". Un tributo a Antonio Machado de quien durante casi cuatro décadas fue profesor del instituto del que fue alumno Manuel Machado, su hermano, embajador del Parnaso de los modernistas.

La historia de este libro es curiosa. Desde que descubrí su primer poema, titulado Noticias desde el transmundo, publicado en uno de los libros artesanales de Cuadernos de Roldán que estaba dedicado al viaje que hicieron a Almadén (la población manchega de las minas de mercurio) hasta su reciente presentación el mundo ha dado muchas vueltas.

Por medio hubo un confinamiento mundial, un estado de alarma, dos años sin primavera en España, partidos de fútbol sin público, cines cerrados, varios millones de fallecidos. El autor de Corazón sin sueño y su compañera estuvieron ingresados por Covid casi al alimón.

Salieron más fuertes. Rodeado de amigos y de lectores, Salvador presentó en el Colegio Notarial Corazón sin sueño, acogido por la hospitalidad literaria del notario Pachi Aranguren.

Mercedes de Pablos y un servidor hicimos de gozosos padrinos de la criatura. Hablé de Claridad sin Fecha, el libro de poemas de Juan Sierra, porque nunca se me olvidará el primer día que Salvador me habló de este libro. Nos cruzamos en la Alameda, donde él vive desde hace treinta años, el 12 de febrero de 2020. Todavía no había llegado la hidra que desde China primero tomó asiento y guadaña en Italia. Era el cumpleaños de Joaquín Sabina, que en febrero de 2019 fue pregonero del Carnaval de Cádiz y ese día de 2020, que además era su cumpleaños, se cayó desplomado mientras compartía escenario en un concierto con Joan Manuel Serrat.

Joaquín Sabina y Salvador Compán nacieron en Úbeda. Fueron compañeros de curso en el colegio de los Salesianos; compartieron pensiones en la Granada universitaria y sus destinos han vuelto a cruzarse. El libro Corazón sin sueño lo edita la Fundación Huerta de San Antonio dentro de la colección Juancaballos de poesía y los beneficios de su venta van destinados a rehabilitar una iglesia de Úbeda con más de ochocientos años de historia. Además de Compán, se han editado libros de Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Álvaro Salvador, Juan Vida o Joaquín Sabina, autor del poemario En Román paladino.

En el libro hay un poema titulado Epidemia. No es la del coronavirus, sino otra igualmente mortífera.

"Definían hoy los periódicos / la soledad como una epidemia / que tiene diagnosis y tratamiento". El libro se presentó el mismo día que el Gobierno anunció mediante ambiguo decreto el final de la obligatoriedad de las mascarillas. Su poema Cimas de la primavera es mucho más explícito que los vericuetos del legislador, "…y va llenando las calles / con ese deambular cívico, / de personas que se miran, / se rozan y a veces se detienen / como si quisieran / agitar los brazos / para saludar al flujo de cuerpos, / aunque parecen perdidos / y cada vez más solos…".

Hay poemas para amigos que ya no están: Abelardo Rodríguez, profesor de Filosofía del San Isidoro; Juan de Aizpuru, poeta e ingeniero agrónomo; su paisano Manuel Urbano. Recuerdos de la adolescencia, de la mili (entre Campo Soto y el cuartel que estaba donde levantaron el Teatro de la Maestranza) o de la militancia comunista, tiempos de interventor en las elecciones de junio de 1977, el año de la legalización del Pecé, en Santoña, la patria chica de Carrero Blanco.

En 2000 fue finalista del Planeta con Cuaderno de viaje. Ese año lo ganó Maruja Torres. El Jaén sólo estuvo tres años en Primera División, pero sus escritores triplican a Sevilla en ganadores del Planeta: Juan José Mira, Juan Eslava Galán, Antonio Muñoz Molina. Por el solitario galardón que Manuel Ferrand trajo a Sevilla en 1968.

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