La 'guerra' entre los vecinos del Plantinar y los estudiantes universitarios
Sevilla
Se quejan de las botellonas, la suciedad derivada de las mismas y los destrozos en el mobiliario urbano
Algunos residentes del barrio se han visto obligados a dormir fuera de su casa para poder conciliar el sueño
Un conflicto entre los vecinos del Plantinar y los estudiantes universitarios que se prolonga ya desde hace varios meses. Los residentes han denunciado en el Ayuntamiento de Sevilla la suciedad de las calles, las botellonas hasta altas horas de la madrugada y, en general, la mala convivencia con muchos de los estudiantes universitarios que viven en pisos de alquiler de la zona.
"La mayoría de los estudiantes carecen de civismo, de nociones básicas de convivencia. Para ellos, tirar la basura a los contenedores es algo secundario. Nos tiran huevos a las ventanas, dejan lo parques llenos de botellas de cristal rotas... es insostenible", denuncia Inma Pérez, una de las vecinas afectadas. "Hay vecinos que han alquilado habitaciones fuera del barrio, de su barrio, sólo para poder dormir por las noches. Para los estudiantes no hay horarios. Cánticos de balcón a balcón y fiestas a todo volumen un día cualquiera", continúa Inmaculada."En la calle Moncayo hay una concentración de incívicos. Los vecinos llegaron a colgar pancartas donde se exigía derecho al descanso", confiesa.
Los residentes exigen al Ayuntamiento un refuerzo policial, sobre todo, los fines de semana. Admiten que, actualmente, se está cumpliendo pero que es algo temporal. "Vienen durante un corto periodo de tiempo y luego se olvidan de nosotros", asevera la vecina. "Las canchas de baloncesto y el gimnasio de mayores son los sitios preferidos para hacer botellón. Llenan de orina las aceras de esa zona, dejando un hedor insufrible. En el transformador eléctrico de la calle Tibidabo, en el túnel de la plaza de abastos, en la calle Urbión, cerca de Ramón y Cajal, donde hay unos soportales, también los sufrimos".
Poca limpieza y escaso mantenimiento
"La suciedad se acumula constantemente en las canchas de baloncesto, en la calle Ulía, Avión Cuatro Vientos y la calle Urbión. En esta última, Lipasam puede llegar a estar meses sin pasar. La calle Virgen del Sol, en la acera de los comercios, que es donde están ubicados los contenedores", asegura la residente.
De otro lado, los vecinos también reclaman que los árboles de las aceras se poden por motivos de seguridad. "Los naranjos dificultan tanto que la luz del día pase a través de las ramas como que las farolas alumbren de noche", confiesa Inmaculada. "El mantenimiento del acerado es nulo. Hay restos antiguos de mobiliarios urbanos (pivotes arrancados de hierro fundido) que son un peligro ya que propician caídas y traspiés", reconoce. "En el Plantinar es muy importante la limpieza y recogida de naranjas, dado que con las lluvias se atascan las alcantarillas no pudiendo evacuar con rapidez, lo que facilita las inundaciones de los bajos".
Otro problema con el que cuenta el barrio es la cantidad de tráfico a raíz de los desvíos a causa de la obra de San Francisco Javier. Demandan más plazas de aparcamiento la necesidad inmediata de más plazas de aparcamiento. También se denuncia el mal estado del pavimento de alguna de las calles.
"Es un barrio con una población muy envejecida, muchas personas caminan ya con andadores. Justamente este martes comenzaron a echar el alquitrán para aplanar los cruces", aclara.
"Los vecinos estamos muy cansados de que, como no sea a través de nuestras protestas, no se lleve el mantenimiento de barrio. A veces no nos echan cuenta y queremos dejar claro que no somos unos pesados, es que nuestro barrio carece de mantenimiento", afirma.
Por todo ello, los vecinos han creado una plataforma formada por cien personas donde se denuncian las irregularidades cometidas por los estudiantes y se organizan turnos patrulla para vigilar ciertas zonas durante las noches. Ningún estudiante ha mostrado interés por formar parte de la misma, según cuenta Inmaculada Pérez.
"La inseguridad va a más cada semana. Los robos en los coches, las peleas entre estudiantes... lo mismo te encuentras una señal de trafico que se han traído de una hotel, o dejan muebles en mitad de la calle a cualquier hora impidiendo el paso por el estrechísimo acerado de muchas calles del barrio."
Por parte de los estudiantes, existe una cuenta en redes sociales bajo el nombre @laleydelplantiii donde se concentran más de cinco mil personas que publican constantemente anuncios para encontrar habitación, averiguar bares económicos de la zona y compartir a todo perfil que le mencione.
Algunos estudiantes defienden que son muchos los residentes que no les tratan como es debido sólo por el hecho de ser joven. "Entiendo que las fiestas puedan molestar, pero el ambiente se tensa por lo más mínimo", afirma Clara. "Hubo una época en la que mi compañera y yo escuchábamos música durante la tarde a un volumen agradable y resultó ser motivo suficiente para que la vecina de arriba nos despertara a las seis de la mañana con taconazos en lugar de hablar con nosotras como personas cívicas", apunta la joven.
"Todos hemos sido jóvenes. No tenemos la culpa de cualquier problema que ocurra en el barrio. La mayoría de las veces, los conflictos se solucionan dialogando", concluye.
Las inundaciones, otro problema
Por último, los vecinos del Plantinar denuncian las inundaciones que sufren desde 1961. "El barrio se encuentra construido en una cota de nivel muy baja, lo que facilita las inundaciones constantemente", apunta Inma Pérez.
"Por parte del Ayuntamiento nos dicen que irán a menos una vez que terminen las obras de San Francisco Javier, la ampliación del tranvía, ya que las aguas procedentes de esa parte serán encauzadas por el conducto de recogida de aguas pluviales.
Recuerdan que hay un proyecto financiado al 80% por fondos europeos y al 20% restante pagado por Emasesa, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para construir un colector de unos seis metros, también de recogida de aguas fluviales, que pasará por la calle José Saramago, el Tiro de Línea hasta el Polígono Sur, donde se une con el emisario que va al río, pero las obras aún no se ha iniciado en la parte que afecta a esta barriada. Las calles adyacentes al colegio Aníbal Gonzalez -Peñalara, Tibidabo y Ulía- son siempre las más perjudicadas.
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