"He construido el sueño de tener una ciudad más humana"

A falta de pocos días para que comience 2011, el año en que dejará de ser alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín repasa algunas de las actuaciones que han caracterizado su gestión.

-¿Qué balance general haría de su gestión como alcalde?

-Estoy muy agradecido, en primer lugar a mi partido, por la experiencia de ser alcalde de Sevilla. Aquellas primarias me dieron la oportunidad. Agradecido también a la ciudadanía por haberme permitido el diseño de un modelo de ciudad. He tenido tiempo suficiente de construir un sueño, el de una ciudad más humana para las personas. Y hacerlo con realidades como la del Metro, la recuperación de la ribera del Guadalquivir, el nuevo mercado de la Encarnación… Sobre todo estoy orgulloso de frutos que no son tan conocidos como el carril bici, el carril bus, o la protección del centro histórico, y me refiero al esfuerzo de afianzar empresas en la vida de la ciudad.

-¿A qué empresas se refiere?

-A casos como Renault, que no se deslocalizó, sino que se afianzó, gracias al Ayuntamiento; o de Cruzcampo, que no sólo conseguimos que no saliera de Sevilla, sino que viniera Heineken aquí. También hay que mencionar la ampliación del Puerto, en la que colaboramos, y los centros biomédicos de investigación en la isla de la Cartuja. Y me queda Airbus, con el A400M, que nos permitió recuperar la mejor tradición aeronáutica de Sevilla. Hemos liderado esos proyectos, en tiempos de crisis .

-¿Está satisfecho de las obras públicas municipales?

-Muchos decían ¿por qué tantas obras a la vez en Sevilla? Es verdad que se hicieron y que crearon molestias, pero si no se hubieran realizado entonces, hoy no hubiera sido posible, por falta de recursos. En los barrios hicimos una inversión extraordinaria. Este Ayuntamiento hizo centros de salud, centros cívicos, servicios sociales, equipamientos y viviendas.

-Las empresas municipales de Sevilla son ruinosas...

-Es imposible que las cuentas de resultados de las empresas municipales sean positivas, si no podemos, y no debemos recortar los derechos sociales; y si no podemos, ni queremos cobrar tarifas más altas. En la limpieza, no se cobra el coste de limpieza viaria. En el autobús sólo se cobra la mitad del coste real. Hay líneas de transportes y servicios en función de programas sociales de diversos barrios. Es difícil cuadrar esos fines sociales con mejores resultados.

-¿Tussam tiene arreglo?

-Para que lo tenga, necesitamos la ayuda de la Junta de Andalucía. Igual que la Comunidad de Madrid colabora en el transporte urbano de la capital, aquí la única solución es que la Junta nos eche una mano con la política metropolitana de transporte. Ahora no se pueden reducir ni los costes ni los servicios. No es el mejor momento.

-¿Y el caso Mercasevilla?

-Quienes denunciamos las irregularidades fuimos precisamente nosotros. Dimos cuenta de las sospechas a la autoridad judicial. Hemos sido engañados todos, también los miembros del PP en el Consejo de Administración, y desde luego nosotros mismos. Todo está a disposición judicial.

-¿Es creíble tanta ingenuidad?

-Aquí no puede haber penas de periódico. Y, por supuesto, no se puede involucrar a nadie sin pruebas. Por eso, digo que cuanto antes se aclare todo será mejor.

-Las setas quizás es su proyecto más criticado…

-A esas críticas estoy acostumbrado. Las hubo cuando peatonalizamos la Plaza Nueva, en las obras del Metro, con el tranvía, en las plazas del centro y en los barrios, con el carril bici… Cuando hemos hecho algo, cualquier obra, siempre recibía las mayores críticas.

-Pero las setas son de dudoso gusto. ¿No le parece?

-Ese efecto estético está buscado. No han crecido allí por casualidad. La zona sur del casco antiguo tiene importancia monumental per se; allí están la Catedral, el Alcázar, el Archivo de Indias, la plaza de España… Con la peatonalización, y con las restauraciones que se han realizado, tienen instrumentos propios rentabilizados para el turismo. Sin embargo, en la zona norte del casco antiguo hacía falta un proyecto impactante.

-Impactante sí ha sido….

-Allí se proyectó un aparcamiento, un mercado… Nunca hubo nada. Aparecieron los restos arqueológicos, y convocamos un concurso de ideas. Queríamos algo con efecto similar al Centro Pompidou en París o al Guggenheim en Bilbao. Un proyecto para que los turistas sepan que también hay otra cosa, con el nuevo museo Antiquarium, el mercado con dignidad, y una obra de vanguardia. Además recuperamos la Alameda de Hércules, que al margen de criterios estéticos, era un espacio degradado.

-Torrijos dijo que las setas no estarían terminadas en diciembre. Ahí acertó….

-Bueno, ya hemos inaugurado el mercado, y el resto se abrirá por fases. Lo último será el Antiquarium, que estará en marzo.

-La pasarela que cruza la calle Imagen quedará cerrada al público. ¿Es una decepción?

-Se han dado recomendaciones generales. El acceso debe evitar la masificación del puente, que debe ser un espacio más controlado que el resto. Es una medida estandarizada de seguridad.

-El Plan de Tráfico del centro también ha sido muy criticado.

-Es un clásico. Cada vez que se peatonalizan calles del centro, los comerciantes se muestran inquietos. Después, cuando las obras dejan de molestar y se crean nuevos hábitos en el acceso a esas calles, los más beneficiados son los comerciantes y los vecinos.

-Se critica sobre todo las cámaras de vigilancia.

-A diferencia de actuaciones donde hemos sido pioneros, como el carril bici, o la movilidad sostenible, en esto somos los penúltimos. Las cámaras de vigilancia están en Madrid, en Londres, en Granada… La normativa del tráfico tiene 20 años. La diferencia es que antes se hacía con un policía local en las esquinas, y ahora no hay guardia, sino cámara.

-Pero el Metro aún no llega al centro, y no hay aparcamientos suficientes…

-No sólo existe el Metro, también una red de transportes que se ha mejorado. Ahora el transporte público se está utilizando más, pero sin restricciones al tráfico privado sería más difícil. Aparcamientos sí hay, en el Paseo de Colón, en Cristina, en Arjona… Lo que pasa es que aquí la costumbre es aparcar gratis, al aire libre y lo más cerca posible de donde vamos.

-¿Qué le hubiera gustado hacer en Sevilla y no pudo?

-La inmensa mayoría de mis proyectos se han realizado. Ahora queda desarrollar ese modelo. Se hizo la primera línea de Metro, la primera peatonalización, el primer carril bici… Ahora queda que, en vez de una línea de Metro, haya cuatro; que en vez de un tranvía, haya otra línea de Santa Justa a la Encarnación…

-¿Y qué queda pendiente?

-Algunas, como la incorporación de la isla de La Cartuja como un barrio más de la ciudad. O el tren AVE directo a Málaga con la conexión de los dos aeropuertos.