Un conductor ebrio mata a una pareja de novios junto a la Feria
El causante del accidente está en el hospital custodiado por la Policía, que lo ha detenido por el doble homicidio imprudente · Se saltó dos semáforos en rojo y circulaba a toda velocidad por Juan Pablo II.
Dos jóvenes de 22 y 25 años murieron la madrugada de ayer en un accidente ocurrido en la avenida de Juan Pablo II. El siniestro fue provocado por otro joven de 24 años que, según las primeras investigaciones de la Policía, se había saltado dos semáforos en rojo y conducía ebrio. Este conductor resultó sólo herido leve y fue trasladado al Hospital Virgen del Rocío, donde a la hora de cierre de esta edición permanecía ingresado bajo custodia policial y detenido como presunto autor de un doble delito de homicidio por imprudencia.
El siniestro ocurrió a las cinco y media de la mañana. En un Peugeot 206 viajaban Ángel Antonio Marrero Jiménez, de 25 años y de nacionalidad dominicana, y su novia, Rosa María Real Calero, de 22 años y española. Los dos jóvenes procedían de la calle Costillares, en el real de la Feria, y cruzaban la avenida de Juan Pablo II por la rotonda más próxima a Tablada. Cruzaron con el semáforo en verde para ellos, como acreditaron luego ante la Policía Local dos testigos presenciales de los hechos.
En ese momento, cuando se encontraba aún cruzando por la rotonda de Juan Pablo II, el Peugeot 206 de las víctimas fue embestido por un Volkswagen Golf que circulaba a toda velocidad procedente del puente de las Delicias y hacia el Aljarafe. Su conductor se había saltado al menos dos semáforos en rojo antes de impactar contra el coche en el que viajaban Ángel Antonio y Rosa.
El Volkswagen colisionó frontolateralmente contra el Peugeot y lo desplazó varios metros. El impacto fue tan brutal que, horas después del accidente, aún había restos de los vehículos en el sentido contrario al que se produjo al accidente, es decir, en la parte de la calzada más próxima a Tablada y contraria a la Feria. Los fragmentos de cristal que permanecían en el asfalto estaban a unos veinte metros de la zona en la que se produjo el choque.
Los dos ocupantes del Peugeot fallecieron prácticamente en el acto. Los servicios de emergencias sanitarias del 061, que recibieron la llamada de aviso a las 5:29, sólo pudieron certificar las defunciones de las dos víctimas mortales, mientras que atendieron también in situ al conductor causante del accidente y lo trasladaron después a la unidad de Traumatología del Virgen del Rocío, donde quedó hospitalizado.
La Policía Local de Sevilla se ha hecho cargo de la investigación del accidente. En un primer momento los agentes de este cuerpo sometieron al conductor a una prueba de alcoholemia con el etilómetro portátil, que arrojó una tasa casi cuatro veces superior a la permitida, que es de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Al no tener opción de trasladarlo a la Jefatura para practicarle una prueba de contraste, puesto que el conductor estaba herido, los policías solicitaron a los médicos del Hospital Virgen del Rocío que le extrajesen una muestra de sangre. El conductor colaboró con los policías para todas estas pruebas y en ningún momento trató de darse a la fuga tras el accidente.
Los agentes garantizaron también que se guardara la cadena de custodia de la muestra, cumpliendo así estrictamente con el protocolo que se sigue en estos casos, y enviaron la sangre extraída al conductor al Instituto Nacional de Toxicología, en Madrid. Los resultados de esta prueba servirán para confirmar y dar validez ante el juzgado que instruye los hechos a los obtenidos por el etilómetro. Los resultados de esta segunda muestra, así como los informes sobre la velocidad a la que circulaba, se conocerán en unos días.
Mientras tanto, el conductor se encuentra detenido en el hospital y custodiado por un agente de la Policía Local para impedir una posible fuga. Las lesiones que padece son leves, por lo que podría ser dado de alta a lo largo del día de hoy. En caso de que así fuera, la Policía lo trasladaría a los calabozos de la Jefatura, desde donde sería puesto después a disposición judicial. El juez encargado del caso decidirá entonces si lo deja en libertad con cargos o en cambio lo envía a prisión de manera preventiva.
En principio se le imputa un doble delito de homicidio por imprudencia y también podría acusársele de otro contra la seguridad vial. El Código Penal contempla como delito el hecho de circular con una tasa superior a la de 0,60 miligramos de alcohol, por lo que este conductor podría haber sido detenido incluso si no hubiera sufrido el accidente.
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