TRÁFICO
La nueva rotonda de Nervión no convence

El conductor que atropelló a una joven alega que se dio a la fuga porque "se asustó"

El juez encarceló a Javier G. A. imputado por delitos contra la seguridad vial, homicidio imprudente y omisión de socorro

El fiscal pide 9 años para el autor del atropello mortal a Silvia Reyes
Jorge Muñoz

30 de noviembre 2010 - 14:38

El juez de Instrucción número 5 de Sevilla, José María Méndez, acordó ayer el ingreso en prisión preventiva de Javier G. A., el conductor de 23 años que en la madrugada del pasado domingo atropelló a Silvia Reyes, de 20 años, en las inmediaciones de la discoteca Em de Sevilla. En su declaración judicial, el joven reconoció que se fugó del lugar del accidente porque "se asustó", pero alegó que no se había dado cuenta de que acababa de atropellar a un peatón.

La decisión del juez de encarcelar al joven conductor se produjo después de que la Fiscalía hispalense así lo solicitara, tras haberle imputado hasta cuatro delitos: dos delitos contra la seguridad vial, por conducir de forma temeraria y hacerlo bajo la influencia de las bebidas alcohólicas -arrojó una tasa que casi triplicaba la permitida-, otro de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro, por haberse dado a la fuga tras el atropello sin atender a la víctima.

El joven, que trabaja como dependiente en unos grandes almacenes, dijo al juez en su declaración que no recuerda muy bien lo que sucedió en la madrugada del pasado domingo, cuando ocurrió el atropello en la avenida de García Morato.

Javier G. A. sí admitió que había bebido, pero negó que condujera haciendo "trompos" como han manifestado algunos testigos presenciales del suceso.

En cuanto al atropello de Silvia Reyes, el conductor afirmó que recuerda haber sufrido un impacto, pero no tenía constancia de que hubiese atropellado a una persona, según el testimonio prestado ante el juez y que coincide con su declaración inicial ante la Policía, donde dijo que no se percató de que arrollara a la víctima con su vehículo.

El conductor insistió ayer que se marchó del lugar porque se "asustó" tras escuchar el golpe, aunque "no es consciente de lo que ha hecho". Según su versión de lo ocurrido, el atropello se produjo nada más arrancar el vehículo, de la marca Mini, cuando se había desplazado sólo diez metros, y ni siquiera vio al peatón. Su testimonio contrasta, no obstante, con las pruebas recopiladas por la Policía, que comprobó cómo uno de los faros del vehículo estaba roto, lo que muestra la magnitud del impacto, y también halló restos de fibras de la ropa de la víctima en el coche.

La defensa del joven se opuso al ingreso en prisión, al asegurar que el joven tiene arraigo social y familiar, con domicilio conocido y trabajo, por lo que no hay riesgo de fuga si se le mantenía en situación de libertad con cargos.

Su abogado defensor, Juan Carlos Parra, explicó a los periodistas que la tasa de alcohol que arrojó Javier G. A. fue de 0,63 la tasa de alcohol que arrojó Javier G. A. fue de 0,63 miligramos por litro de aire espirado, por lo que se encontraba prácticamente en el límite legal para que esa ingestión de alcohol pueda considerarse delito, que es de 0,60. El jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, Antonio Jesús Figal, afirmó el pasado lunes que el joven presentaba una alcoholemia de 0,73 miligramos, mientras que el límite máximo autorizado se sitúa en 0,25.

Según el letrado, el conductor, que ha negado que hubiese ingerido drogas, ha reconocido la autoría de los hechos y está "arrepentido" de todo lo que ha ocurrido.

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