Una juez condena al SAS a pagar 104.000 euros por la muerte de un bebé
El tribunal considera que una cesárea inmediata y una prueba médica habrían permitido al niño sobrevivir · El pequeño sufrió lesiones fatales por falta de oxígeno.
El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 104.251 euros a una pareja sevillana, Inmaculada Ponce y David Galán, por la muerte de su primer hijo debido a una negligencia médica durante el parto. La magistrada considera que la omisión de una prueba médica que permite detectar la falta de oxígeno al bebé y la no realización de una cesárea inmediata provocó un sufrimiento fetal que impidió la supervivencia del pequeño a los pocos días. El SAS previsiblemente recurrirá esta decisión judicial ante el Tribunal Superior de Justicia.
Los hechos se remontan al 4 de mayo de 2008 cuando Inmaculada, que actualmente tiene 31 años, acudió de Urgencias al Maternal del Hospital Virgen del Rocío con fuertes contracciones. Estaba embarazada de 40 semanas.
Inmaculada ingresó a las 20:40 en la sala de dilatación y a las once de la noche comenzaron los problemas para el hijo que esperaba. Los monitores advertían de alteraciones cardiacas en el bebé y "pese a ello no le realizaron la prueba (ph) indicada en los protocolos para estos casos y que permite a los médicos detectar una posible falta de oxígeno al bebé", denunció ayer la abogada de la familia, María Jesús Villalpando, letrada de la Asociación El Defensor del Paciente. Media hora después, a las once y media, ante problemas graves detectados "se optó por realizar una cesárea". Pero nunca se hizo. El niño nació 40 minutos después, a las doce y diez minutos del 5 de mayo. Era demasiado tarde para sobrevivir. El parto fue vaginal y se realizó con una ventosa, pese a que la existencia de sufrimiento fetal es una indicación absoluta de cesárea urgente, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.
El daño que sufrió el niño durante toda la asistencia le provocó una serie de lesiones cerebrales irreparables que acabaron con su vida siete días después. El Defensor del Paciente sostiene, según el estudio de un pediatra presentado al tribunal, que "si se hubiera actuado correctamente a las 23:00 cuando había datos para pensar que el bebé estaba sufriendo, realizando una cesárea urgente y la prueba del ph, se podría haber salvado". Ante las distintas pruebas del proceso judicial, la juez concluyó que "se debió extremar las precauciones y realizar la cesárea inmediatamente".
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