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El fiscal concluye que Lars es el autor del robo de la droga por la "facilidad máxima" para acceder al depósito

Robo de droga en la Jefatura

La defensa del ex agente de la Udyco asegura que es una "víctima" y alega que sólo hay "indicios y sospechas vagas" pero ni un dato objetivo de su participación. Se mantienen los cargos contra todos los acusados.

El ex agente de la Udyco alega en el juicio que actuó por orden de su jefe
Jorge Muñoz, Sevilla

31 de enero 2013 - 12:13

El fiscal Antidroga Alfonso Sánchez ha defendido este jueves en su informe de conclusiones que el ex agente de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Lars Sepúlveda es el "autor directo y material" de la sustracción de los 154 kilos de cocaína y heroína de la Jefatura, porque como agente de esta unidad tenía la "facilidad máxima" para acceder al calabozo número 6 donde se guardaban los estupefacientes.

En su exposición ante los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, el fiscal ha dicho que el ex policía conocía la Jefatura por dentro, el destino que se daba a la droga, tenía acceso a las llaves, y conocía los horarios de entrada y salida al almacén de la droga, por lo que podría encontrar el horario más propicio para sustraer los estupefacientes y cambiarlos por los paquetes falsos que contenían yeso, cacao o azúcar, llegando incluso a afirmar que pudo haber entrado en las dependencias policiales hasta después de haber solicitado su excedencia en la Policía.

El fiscal precisó, respecto al protocolo no escrito según el cual las llaves del depósito siempre estaban en poder del jefe de la Udyco, que las entregaba a los jefe de grupo, que esto no significa que las llaves estuvieran todo el tiempo de estos responsables de grupo, sino que "podían estar horas" en poder de los agentes encargados de llevar las sustancias, por lo que "fácilmente cualquiera podía obtener una copia", ya que había una ferretería cerca de la Jefatura. "Así debió ocurrir o se utilizó una ganzúa para los candados", aseveró el representante de la acusación pública, quien también puso de manifiesto que Lars Sepúlveda podía consultar los atestados policiales para saber la forma y el color que debían tener los paquetes simulados con los que se dio el cambiazo a la droga.

De la misma forma, el fiscal recordó que en septiembre de 2009, cuando fue detenido el ex agente, éste declaró en el juzgado que fue el otro acusado, Manuel Alonso Núñez, apodado Lolo, quien le propuso el robo y que había conseguido unas llaves, si bien unos meses después, en junio de 2010, Lars Sepúlveda cambió su testimonio y culpó al jefe de la Udyco, Francisco T. P., de haberle encargado la realización de los paquetes falsos, un testimonio que ha mantenido en el acto de la vista oral.

Para el Ministerio Público, esta versión exculpatoria es "absolutamente inverosímil y absurda", ha expresado Alfonso Sánchez, quien no obstante ha subrayado que era necesario un “acuerdo previo” con el matrimonio compuesto por Manuel Alonso y su mujer, María Violeta Sánchez, para sustituir la droga por los paquetes falsos y proceder a la venta de la droga de forma rápida.

Respecto al presunto cómplice,Manuel Alonso, el fiscal ha precisado que era una persona que tenía "contactos" con el mundo del tráfico de drogas y podía "facilitar" la venta de la droga, por cuanto había estado casado anteriormente con una mujer procesada en una operación contra el narcotráfico, por lo que para el fiscal, conocía ese modo de vida.

El fiscal también ha considerado "clara" la participación de la mujer de Lolo en el robo de la droga en la Jefatura, que se produjo en al menos tres ocasiones, por cuanto la propia María Violeta Sánchez reconoció inicialmente ante la Policía que participó en la elaboración de los paquetes porque se lo pidió su marido.

La acusación pública también ha destacado el "notable" incremento patrimonial que experimentaron ambos matrimonios, el de Lars y su esposa, María Teresa Márquez, y el de Lolo y su mujer, que aumentaron su nivel de vida de forma desproporcionada, cifrando el crecimiento de sus patrimonios en 302.000 euros, en el caso de la primera pareja, y 775.000 euros, la segunda.

El fiscal señaló que los coches que adquirieron y el nivel de vida que llevaban no era suficiente con los sueldos que tenían, sobre todo teniendo en cuenta los gastos que genera un matrimonio con dos hijas, y destacó que la cuenta de la mujer de ex policía pasó de tener en 2005 un saldo de 9.000 euros a 90.000 euros en el año 2008, lo que pone de manifiesto "una capacidad de ahorro algo más que sospechosa y que coincide con el período en que se produjo el robo de la droga".

En el caso de Manuel Alonso y María Violeta, pasaron "de la noche a la mañana" a llevar un ritmo de vida superior, y no hay salarios que, a juicio del fiscal, justifiquen ese crecimiento “desorbitado” de su patrimonio.

Estos incrementos patrimoniales, concluyó el fiscal, “sólo se justifica porque tuvieron a su disposición la droga y la vendieron de forma rápida”.

Por su parte, el abogado Benito Saldaña, que defiende al ex agente Lars Sepúlveda, ha señalado en su informe que "quien robó la droga tuvo que ser un policía, pero no hay un solo dato objetivo de que tuvo que ser Lars", contra el que únicamente hay en su contra "indicios y sospechas vagas".

Respondiendo al fiscal, el abogado consideró que la facilidad máxima para acceder a la droga “la habrían tenido todos los funcionarios adscritos a los grupos de Udyco que tenían acceso al calabozo de la cocaína y heroína”, no Lars Sepúlveda, que estaba destinado “en el grupo de hachís”.

El letrado denunció que Lars es una "víctima" y denunció la "presión mediática tremenda" de este caso, en el que, concluyó, "se ha destrozado a una familia con dos niñas".

Saldaña dijo que sólo las primeras declaraciones de Lars Sepúlveda y Manuel Alonso son desfavorables a su cliente, pero consideró que éstas "no pueden ser pruebas a tener en cuenta para dictar la sentencia" porque el ex agente estaba "inducido" cuando ofreció esa declaración después de que los investigadores le amenazaran con que iban a detener a su mujer y a quitarle a sus hijas para dárselas a la Junta de Andalucía.

Se mantienen los cargos

El fiscal ha mantenido este jueves la acusación contra los acusados Lars Sepúlveda Madsen, su esposa, María Teresa Márquez y el matrimonio compuesto por Manuel Alonso Núñez y María Violeta Sánchez.

Al inicio de la sesión de este jueves, el fiscal ha elevado adefinitivas sus conclusiones provisionales, en las que solicita una condena de 18 años y medio de cárcel para el ex policía Lars Sepúlveda, al que imputa los delitos de robo con fuerza, contra la salud pública y blanqueo de capitales. Para el matrimonio de Alcalá del Río que supuestamente actuaba como cómplice del ex agente, colaborando en el cambio de los paquetes de droga y en la venta de los estupefacientes sustraídos el Ministerio Público ha solicitado una condena de 17 años de cárcel.

Por último, el fiscal ha pedido una condena de cinco años de prisión para María Teresa Sánchez, la esposa de Lars Sepúlveda, por un delito de blanqueo de capitales.

La Fiscalía ha solicitado además el pago de una multa de tres millones de euros en el caso de la ex mujer y nueve millones de euros para los otros tres procesados. El fiscal ha sostenido que los acusados obtuvieron “pingües beneficios económicos de, al menos, cuatro millones atendiendo al valor que tenía la droga sustraída en el mercado ilícito”.

Por su parte, las defensas reclamaron la absolución de los cuatro acusados, al entender que no hay prueba de cargo suficiente contra ellos de su participación en el robo de la droga y en los demás delitos que les atribuye la acusación pública.

El fiscal expone su informe definitivo ante los magistrados de la Audiencia de Sevilla y, a continuación, lo harán los abogados de la defensa, aunque el juicio quedará previsiblemente visto para sentencia el próximo lunes.

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