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Concha Yoldi y Manuel Marchena, dos ejemplos de excelencia para los universitarios

Universidad

La empresaria y el magistrado son investidos Doctores Honoris Causa por la Universidad CEU Fernando III

El presidente de la Junta acude a la ceremonia académica, celebrada en el campus de Bormujos

Galería gráfica de la ceremonia académica

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Investidura como Doctores Honoris Causa de Concha Yoldi y Manuel Marchena / Juan Carlos Vázquez

Ejemplos para la nuevas generaciones. Por sus trayectorias profesionales. Pero, especialmente, por la implicación social de ambos. Se trata de los motivos principales por los que la empresaria Concha Yoldi y el magistrado Manuel Marchena fueron investidos este lunes Doctores Honoris Causa por la Universidad CEU Fernando III de Sevilla. Las primeras personalidades en recibir tal distinción por esta institución académica, que comenzó su andadura el pasado septiembre. Un acto que contó con la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y del consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, entre otros destacados asistentes.

Con el ceremonial que corresponde a este tipo de actos académicos y en el Aula Magna de la Fernando III (en el campus de Bormujos), la vicerrectora de Ordenación Académica de esta universidad privada, Beatriz Hoster Cabo, apadrinó a la presidenta de Persán, Concha Yoldi. Fue la encargada de realizar la laudatio de la empresaria, una intervención en la que recordó su dilatada trayectoria, tanto en el ámbito de la industria como en su labor social, evidenciada en la importante inserción laboral que logra con las personas en situación de vulnerabilidad.

El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Fernando III, Pablo Gutiérrez de Cabiedes Hidalgo de Caviedes, hizo lo propio en la laudatio del magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena. De él destacó la “sobresaliente trayectoria profesional y el desempeño institucional”. Cometido en el que siempre ha ejercido “una defensa de la independencia del poder judicial”. Especialmente en capítulos recientes de la historia de los tribunales españoles, como el del procés o el de la polémica ley del “sí es sí”.

Tras recibir los elementos simbólicos en la investidura como Doctores Honoris Causa –el birrete, los anillos, el libro de la ciencia y los guantes blancos– y realizar el juramento propio, tomó la palabra Concha Yoldi, cuyas primeras palabras fueron de agradecimiento a la institución académica por la distinción.

El discurso de Concha Yoldi

La presidenta de Persán recordó los cuatro pilares en los que se fundamenta su vida: la empresa, el compromiso social, la universidad y en último lugar, pero el más importante, la familia. Concha Yoldi dejó claro “el compromiso con el desarrollo de mi tierra”. “En Andalucía se ha progresado mucho los últimos años, pero aún necesita más y mejores empresarios que arriesguen su patrimonio para crear oportunidades, riqueza y empleo”, afirmó esta empresaria, quien aseguró que “la solidez de la industria garantiza el desarrollo comprometido de Andalucía”.

En este punto, recordó las cifras de Persán, empresa sevillana líder de detergentes en el mercado europeo, con fábricas en Francia y Polonia. Una compañía en la que trabajan actualmente 2.000 personas, “una gran familia”.

Su segundo pilar, el compromiso social, con el convencimiento de que la igualdad de oportunidades ha de convertirse en la principal herramienta para evitar la pérdida de talentos por las circunstancias sociales. Una defensa que dio lugar a que en 2006 se creara la Fundación Persán, al frente de la cual estuvo desde su fundación. “En las dos crisis más recientes que hemos sufrido se redujeron los presupuestos públicos para los colectivos más vulnerables, donde no hubo ese dinero, ahí estuvimos nosotros”, recordó Yoldi.

La presidenta de Persán, Concha Yoldi, durante su discurso tras ser investida Doctora Honoris Causa por la CEU Fernando III. / Juan Carlos Vázquez

Entre las distintas líneas de actuación puestas en marcha en estos 19 años destaca el centro de educación integral, en el que se ha atendido a 36 jóvenes en pisos y a otros 46 en régimen abierto. Desde los 12 años hasta su salida al mercado laboral. Cinco de ellos han llegado a la universidad y tres se encuentran ahora mismo de erasmus.

Tampoco olvidó mencionar en este apartado el Premio Manuel Clavero que, junto con Diario de Sevilla, concede cada año a una personalidad destacada en distintos ámbitos como reconocimiento de su importante trayectoria profesional.

Respecto a su implicación en la universidad, la licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Hispalense –cuyo rector, Miguel Ángel Castro, también estaba presente en la ceremonia– destacó su apego a la enseñanza superior, en la que afronta distintos cargos institucionales, como la presidencia del Consejo Social de la Universidad de Sevilla (US).

Críticas a la LOSU

De nuevo aquí, su discurso se volvió reivindicativo, con un lenguaje totalmente claro, sin rodeos. Lamentó la “infrafinanciación” que sufren las universidades públicas desde la crisis de 2008. “Urge resolverla con el esfuerzo del todo”, alertó.

Tampoco pasó por alto las consecuencias de la nueva ley universitaria (LOSU), que definió como “una oportunidad perdida para actualizar nuestra educación superior”. En su opinión, durante su redacción, “se han ignorado las recomendaciones de la Unión Europea y la OCDE para lograr una mayor relación entre universidad y empresa”.

De igual modo, aludió al mapa de titulaciones, “en el que se solapan las carreras de muchas facultades”. No obstante, “ante la escasez de sanitarios”, considera “acertada” la creación de un grado de Medicina en la Fernando III, que comenzará a impartirse, según lo previsto, el próximo curso.

En cuanto a la familia –su cuarto pilar y “el más importante”–, recordó la figura de quien fuera su marido y presidente de Persán, José Moya Sanabria, “el compañero en todas las facetas de mi vida”. “Le sigo echando de menos como el primer día”, refirió Concha Yoldi, tras cumplirse cuatro años de su fallecimiento. Una pérdida a la que se une la reciente muerte de su hermano, Francisco Yoldi, gran cofrade y uno de los referentes en causas sociales, como la Asociación Zaqueo, cuyo objetivo es la reinserción social de los presos.

El discurso de Manuel Marchena

A la intervención de Concha Yoldi siguió el discurso de Manuel Marchena. El magistrado del Supremo, como acostumbra, realizó una ardua defensa de la independencia del poder judicial. Tampoco se anduvo con rodeos. Palabras de máxima actualidad en una sociedad, la española, cada vez más crispada.

“Una Administración de Justicia expuesta a la descalificación de poder político nos aleja del modelo de convivencia de una sociedad democrática”. Fue una de sus primeras advertencias. Siguieron otras. Marchena reconoció que “los jueces nos podemos equivocar”. Incluso considera “normal y saludable”las discrepancias con las sentencias que salen de los tribunales. Algo muy distinto de las críticas con “mensajes destructivos” que afectan al Estado de Derecho. “La reacción frente a las decisiones judiciales que afectan a los políticos no puede valerse del insulto a los jueces”, lamentó el magistrado.

El magistrado del Supremo, Manuel Marchena, en su intervención tras ser investido Doctor Honoris Causa por la CEU Fernando III. / Juan Carlos Vázquez

Tal situación llevó a Marchena a pedir que “el lenguaje de confrontación que es propio de la política se detenga a las puertas de los tribunales”. “No podemos etiquetar a los jueces como amigos o enemigos de los políticos”, aseveró el magistrado del Supremo, cuya visión de futuro en este asunto se aleja de cualquier optimismo:“ No quisiera arrastrarles conmigo al pesimismo en el que me instalo sobre dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos”, en alusión a la intromisión del poder político en el judicial.

De ahí que no acabara su discurso sin referirse al otro poder, el legislativo. “Las leyes no responden a las notas de generalidad y abstracción”, señaló Marchena, quien concluyó con otra advertencia: “Cuando el legislador aprueba leyes con nombres y apellidos, se resiente el estado democrático”. Unas palabras más que oportunas para un juez que se ha pronunciado sobre leyes tan polémicas en los ejecutivos de Pedro Sánchez, como la de amnistía y la del “sí es sí”.

El rector y el gran canciller

El punto final a la ceremonia lo pusieron el rector de la Fernando III, José Alberto Parejo, quien felicitó a Concha Yoldi y Manuel Marchena por su incorporación al claustro de la universidad privada; y el gran canciller de esta institución académica, Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera.

José Carlos Gómez Villamandos y Juanma Moreno, entre los asistentes a la ceremonia. / Juan Carlos Vázquez

En este discurso, con el que concluyó el acto, Bullón de Mendoza recordó que no es la primera vez que el CEU inviste como Doctora Honoris Causa a una mujer. De hecho, una de las últimas ha sido la reina Sofía. El gran canciller hizo hincapié en que Yoldi y Marchena “tienen algo en común, ya que tanto su labor profesional como personal han hecho mejor la sociedad”.

A este respecto, contextualizó estos reconocimientos “en unos momentos en los que el valor del esfuerzo tiende a la baja y los empresarios se ven como enemigos y no como creadores de riqueza y empleo”, en referencia a Concha Yoldi. De Manuel Marchena subrayó su empeño “en la salvaguarda de nuestras libertades”.

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