La competencia de las ludotecas
Las guarderías critican la falta de control para acabar con la competencia desleal.
A la bajada de la demanda y al retraso de la Junta en abonar las mensualidades se suma otro factor que juega en contra de las escuelas infantiles: las ludotecas que ofrecen servicios de guarderías ilegales. Estos centros suponen una competencia desleal que socava la maltrecha economía de las escuelas homologadas por la Consejería de Educación.
La situación no es nueva. La primera voz de alarma la dio el anterior Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, cuando en 2007 publicó un informe en el que denunciaba la "desprotección" que sufrían los menores en las "falsas guarderías". Entonces las circunstancias económicas eran muy distintas. La crisis ha provocado que se disparen estos centros que escapan al control de la Administración educativa y de Hacienda, al ser una actividad relacionada con la economía sumergida.
Chamizo incidía en que la aparición de las ludotecas con servicios de guardería sin licencia era consecuencia de "la inexistencia de una adecuada coordinación administrativa". Ocho años después los representantes de las escuelas infantiles vuelven a colocar sobre el tejado de la Junta dicha responsabilidad. Blas Rodríguez, representante de la Fasei (una de las patronales del sector), incide en que al ser centros que no están declarados "escapan de cualquier control administrativo". La falta de vigilancia les permite "abaratar" los costes, pues presciden del personal y las condiciones a las que están obligadas las escuelas homologadas.
La reducción de costes les lleva a ofertar precios más reducidos que en las guarderías con licencia, lo que supone un gran reclamo para las familias en época de crisis, muchas de las cuales no están al tanto de las bonificaciones que aplica la Junta en el sistema reglamentado. "Son una competencia desleal que destroza al sector, la Junta debería poner más celo en evitar su proliferación", argumenta Rodríguez.
Muchas de estas ludotecas cuentan con una licencia municipal para su puesta en marcha -algunas ni siquiera eso- como espacio de uso recreativo, pero no como escuela con fines didácticos. En éstas es obligatorio disponer de un programa de atención pedagógica, requisito que siempre deben pedir los padres cuando acuden a un centro para escolarizar a sus hijos. Tal ha sido la falta de vigilancia de las administraciones en este ámbito que se han localizado guarderías ilegales que funcionaban bajo esta denominación en una cochera de 30 metros cuadrados, donde se encontraban hacinados 31 niños sin apenas ventilación y con aseos no adaptados a sus usos.
No hay comentarios