"El comercio compartirá su tienda con los fabricantes"
Son y están
Protagonizó en Sevilla el 'boom' de la ropa vaquera hace 30 años y sigue avivando aquel impulso para abrir más tiendas. También en el centro, que desde hoy es paso de cofradías, cuando sus colegas del sector se conforman con sobrevivir. Su éxito es un caso de cómo ser una referencia sevillana y vender ropa de marca extranjera
SU vida está ligada de modo indisoluble al centro de Sevilla. Nació hace 56 años en la casa familiar en Argote de Molina. Ahora reside junto a Plaza Nueva. Estudió en Los Escolapios. La carrera oficial de sus tiendas Gallardo Jeans dio comienzo en Sierpes-Pasaje con Tetuán, y ahora tiene presencia por partida doble en Sierpes al abrir sede en lo que fue Casa Damas. Tiene 50 empleados y ha redondeado la decena de tiendas con un establecimiento en O'Donnell que se suma a los citados, al de Méndez Núñez, al de Nervión (Edificio Huerta del Rey), al de Los Arcos, a dos en Airesur (Castilleja de la Cuesta) y uno en Alcalá (Los Alcores) y Écija (centro comercial N4).
Nieto, hijo y hermano de comerciantes, sus padres aún viven, con 89 y 84 años, respectivamente, y son la memoria del empeño por abrirse camino por esa vía. La familia tenía un obrador, La Gloria, en lo que hoy es Mesón Don Raimundo. Su abuelo hacía camisas a medida en una tienda de la calle Alcaicería. Su padre, también Enrique, abrió en 1945 y en Tetuán (en lo que hoy es Joyería Abrines) una confitería. Dio ejemplo de adaptarse a las circunstancias y ver la realidad con nitidez al comprobar que la confitería no le iba tan bien como esperaba, y al año convirtió el local en un comercio de ropa de caballeros ya previamente confeccionada.
-¿Optó por ser comerciante o le vino impuesto por crianza?
-Desde chaval me gustó el mundo del comercio y de la ropa. Mis padres me dieron la opción de elegir si quería hacer una carrera o dedicarme al negocio, que iba bien porque supieron ofrecer a los sevillanos cosas que no tenían habitualmente a mano, por entonces no había ni Corte Inglés. La familia tenía tres tiendas abiertas y mis hermanas, Amalia y Asunción (ésta ya fallecida) le habían dado un salto de calidad y modernidad con tiendas en Rioja y Tetuán de ropa más moderna para mujer. Opté por este mundo y en 1975 abrí mi primera tienda Gallardo Jeans, pionera en Sevilla para la ropa vaquera.
-¿Dio en la diana?
-Fue un éxito espectacular, llamó la atención en el primer boom que hubo en España por ese tipo de ropa. Era como en Zara ahora, siempre con colas para pagar. Desde entonces nos convertimos en referencia en Sevilla del vaquero.
-¿Su extensión a los centros comerciales fue por vocación o por no quedarse atrás?
-Vi pronto que los centros comerciales iban a ser un éxito, y estar en ellos nos ha ayudado a crecer como empresa. Los hábitos de la población durante el fin de semana favorecen que las familias compren en lugares a los que van también al cine o a que sus hijos jueguen. Estoy muy contento por el resultado en Airesur, así captamos al público del Aljarafe al lado de un polo de atracción como es Ikea.
-¿Cómo se compite con Zara?
-Y con los que también copan la mejor zona de paso, entre Velázquez y Tetuán. El futuro va por convertir las tiendas de ropa en multimarcas con espacios exclusivos para cada una, los corners, con su decoración propia. Hacen las veces de tienda dentro de una tienda más grande. Las empresas fabricantes se ahorran el coste y el riesgo de invertir en locales y empleados, y cooperan con comerciantes como yo que les garantiza repercusión en el mercado. Así hemos llegado a acuerdos con Custo Barcelona. Ofrecemos marcas como Custo, Energy, Desigual, Miss Sixty, G-Star, que está pegando fuerte ahora. El futuro es la multimarca. Tratar bien a las marcas que consideres más interesantes, ofrecerles buenos acuerdos… E intentar conseguir un buen número de exclusividades con firmas nacionales e internacionales para mantener una oferta diferenciada a tu competencia.
-¿Cuál es su público más fiel?
-Quienes quieren vestir con un factor diferenciador en su entorno social. A la gente que le gusta estrenar ropa un sábado en la discoteca y quiere marcar referencia de estilo. Y ese público está dispuesto a pagar mucho más de 30 euros por una prenda de buenas marcas que sólo encuentra en tiendas exclusivas. Es la vía para ser competitivos respecto a gigantes como Inditex que puede fabricar y vender vaqueros a 30 euros. Para ello, me veo multitud de muestrarios, debo estar muy pendiente de qué marcas y ropas pueden ser atractivos de novedad para el público.
-¿Las modas calan en Sevilla a la vez que en las metrópolis?
-Tardan cada vez menos en llegar respecto a lo que sucede en Londres, París, Berlín, etc., y acaban teniendo pronta aceptación.
-¿Viaja a esas ciudades para aplicar novedades a sus tiendas?
-Sí, y en Nueva York, Amsterdam y otras. Aprendo y, por qué no, copio su estilo de escaparates, diseño interior, etc. Cuando me planteo una tienda nueva, es primordial ver las nuevas tendencias en comercios. Me fijo en todo, desde la marca de la bombilla hasta el grado de inclinación de los focos, desde los nuevos materiales para las estanterías hasta los tipos de maniquíes.
-¿Su apertura en O'Donnell le lleva la contraria a quienes dicen que es una calle venida a menos?
-O'Donnell no es una calle de primera, pero está bien situada. Ya me gustaría poder optar a los grandes edificios que compran Inditex , Mango o H&M pero lo tienen copado con su poderío, es una zona con diez veces más paso de gente que una calle que está justo al lado. Los comerciantes tenemos que optar por quedarnos con los locales que son más pequeños y no les vienen bien por tamaño a estas firmas aunque estén en buena zona de paso. Como el de Sierpes que era de Casa Damas, por ejemplo. Pero la clave, sea cual sea la calle, es si lo que ofreces es realmente interesante para el consumidor. Para prosperar es la especialización, el factor exclusividad, la calidad. Cuando tú tienes algo bueno que ofrecer, la gente acude a tu tienda sea o no la calle peatonal. Nosotros tenemos clientes de muchos pueblos de Sevilla, de Cádiz, de Huelva, que vienen a Sevilla a comprarse ropa. Aparcan donde pueden y recorren a pie el trayecto que sea necesario, porque tienen un objetivo.
-¿Qué ambiente percibe en el sector del pequeño y mediano comercio sevillano?
-El ambiente en Sevilla ahora es derrotista. Cada vez tengo más amigos que se han quedado en el paro. En las calles donde antes funcionaban bien siete tiendas ahora sólo rinden dos. Hay que saber reciclarse. Es verdad que ahora han bajado las ventas, pero también hay que ser conscientes de que hemos vivido años en los que subieron mucho.
-¿Cuál fue el balance de las rebajas y el de la iniciada temporada de primavera?
-Nosotros hicimos ofertas antes de las rebajas, de productos caros a precios muy buenos, para reducir el nivel de stock que se estaba acumulando. Y después en el periodo oficial de rebajas nos fue bien. La venta primaveral se concentra sobre todo en las dos semanas anteriores a Semana Santa. En el sector siempre se ha comentado que lo que no hayas vendido antes del Domingo de Ramos, te será difícil darle salida.
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